Bloomberg — Nvidia Corp (NVDA), el fabricante de chips más valioso del mundo, ofreció una sólida previsión de ingresos para el periodo en curso, aun cuando la ralentización en China lastró los resultados.
Las ventas ascenderán a unos US$45.000 millones en el segundo trimestre fiscal, que finaliza en julio, según anunció la empresa el miércoles. Esta cifra incluye la pérdida de unos US$8.000 millones de ingresos procedentes de China debido a los controles a la exportación. La previsión coincidía con las estimaciones de los analistas, según datos recopilados por Bloomberg.
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Las perspectivas muestran que Nvidia está aumentando la producción de Blackwell, su último diseño de semiconductor. El fabricante de chips, el mayor del mundo por ingresos, domina el mercado de los aceleradores de IA, los componentes que ayudan a desarrollar y ejecutar modelos de inteligencia artificial. Y una gama cada vez más amplia de hardware y software está permitiendo a Nvidia vender más productos a sus clientes.
Como parte de ese impulso, la empresa ofrece cada vez más sus chips como parte de sistemas informáticos completos, una medida que considera necesaria para acelerar el despliegue de una tecnología más compleja y potente. Nvidia espera que la infraestructura de IA acabe transformando gran parte de la economía, un cambio al que su consejero delegado, Jensen Huang, se refiere como una nueva revolución industrial.
“La demanda mundial de la infraestructura de IA de Nvidia es increíblemente fuerte”, dijo Huang en el comunicado.
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Las acciones de Nvidia subieron en las negociaciones posteriores al anuncio. Antes habían cerrado a US$134,81 en las operaciones regulares de Nueva York. En 2025, el valor apenas varió.
Una pregunta persistente es si las restricciones comerciales de Estados Unidos a China obstaculizarán el crecimiento a largo plazo de Nvidia. En abril, la administración Trump puso nuevos límites a las exportaciones de procesadores de centros de datos a clientes chinos, cerrando efectivamente a Nvidia fuera del mercado. El fabricante de chips anunció entonces una reducción de inventario de US$5.500 millones.
Nvidia, que se hizo famosa vendiendo tarjetas gráficas a los jugadores, se ha convertido en una potencia de la inteligencia artificial en los dos últimos años. La empresa con sede en Santa Clara (California) no tardó en darse cuenta del potencial de lo que denomina computación acelerada, un conjunto de hardware y software que está sentando las bases para que las máquinas puedan aprender y razonar como los humanos.
El ascenso del fabricante de chips hasta alcanzar un valor de mercado de más de US$3 billones, cerca del 10% del valor total del Nasdaq, hace que los inversores lo juzguen con un rasero muy alto. Se han acostumbrado a un crecimiento rápido y a una rentabilidad estratosférica. Incluso los errores más insignificantes en relación con esas elevadas estimaciones avivan el temor a que el auge de la inteligencia artificial se ralentice.
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Nvidia representa alrededor del 90% del mercado de chips aceleradores de IA, un área que ha demostrado ser extremadamente lucrativa. Este año fiscal, la compañía se acercará a los US$200.000 millones en ventas anuales, frente a los US$27.000 millones de hace solo dos años.
Mientras Nvidia se ve expulsada de China, otros cambios políticos pueden ayudar a abrir mercados adicionales. El presidente estadounidense visitó recientemente Arabia Saudí y otros países de Medio Oriente, donde anunció grandes proyectos de inteligencia artificial. De este modo, se revierte el impulso de su predecesor de restringir el acceso de la región a la tecnología de IA.
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