Bloomberg — Cócteles molotov en las salas de exposición de Tesla. Mensajes perturbadores en los cibercamiones. Vandalismo en las estaciones de carga.
Una reacción violenta contra Elon Musk está tomando la forma de ataques físicos contra los coches y concesionarios de Tesla Inc. (TSLA) a medida que se envalentona un creciente grupo de manifestantes. Sus acciones están atrayendo una respuesta de la administración Trump, que está prometiendo enjuiciar a los que participan en la violencia. Atrapados en medio están millones de clientes cuyos vehículos eléctricos son vistos cada vez más como símbolos políticos.
Las muestras públicas de ira, derivadas del papel destacado de Musk en la administración, han llevado a los partidarios del presidente a intensificar su respuesta. La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, dijo esta semana que los ataques a la propiedad de Tesla eran “nada menos que terrorismo doméstico”. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, instó a los espectadores de Fox News a comprar Tesla, describiendo las acciones como una ganga.
Recientemente, el propio presidente Donald Trump hizo ademán de comprar uno de los vehículos frente a la Casa Blanca. Trump salió el viernes prometiendo tomar represalias contra las personas que vandalizaron Teslas y darles “20 años de cárcel por lo que están haciendo a Elon Musk y Tesla”.
Lea más: Tesla cae y Wall Street duda, pero los minoristas compran acciones como nunca antes
Musk, en su plataforma X, ha arremetido repetidamente contra la “violencia” y dijo el jueves que Tesla ha activado una función de seguridad en todos los vehículos de sus salas de exposición. A última hora de la tarde, retransmitió por streaming una reunión sorpresa de todos los empleados, en la que dijo que la empresa está “bien en general” a pesar de que la cobertura mediática de los vehículos en llamas hace que parezca el “Armagedón”.
También instó a los empleados a “aferrarse a sus acciones” después de que se desplomaran a la mitad en tres meses.
De Brooklyn a Austin, pasando por la zona de la bahía, las protestas coordinadas durante los fines de semana en los concesionarios están atrayendo a más gente cada semana. Los organizadores, un grupo descentralizado llamado Tesla Takedown, celebró el miércoles una convocatoria de movilización que incluyó a celebridades, políticos y académicos y dijo que tiene como objetivo el 29 de marzo como el mayor día de acción hasta la fecha, con el objetivo de tener protestas el mismo día en 500 lugares de todo el mundo. El grupo ha condenado la destrucción y ha subrayado que las manifestaciones deben ser no violentas.
En conjunto, la reacción violenta ha alcanzado niveles sin precedentes para las empresas estadounidenses, según Mike Paul, director ejecutivo de Reputation Doctor, una empresa que asesora a las marcas sobre crisis y reputación. A diferencia de la típica protesta de los consumidores que podría manifestarse a través de un boicot, cada sala de exposición, vehículo y estación de carga de Tesla es un recordatorio de la marca y marca un lugar para posibles protestas.
“Creo que vamos a ver más Teslas incendiados, creo que vamos a ver muchas más protestas en las salas de exposición de todo el mundo, y creo que cualquiera que posea un Tesla y lo tenga aparcado en la calle está en peligro”, dijo Paul. “Y no creo que eso vaya a desaparecer pronto”.
Eso está afectando a propietarios de Tesla como Avi Benhamo, que la semana pasada estaba parado en la esquina de una calle de Brooklyn cuando vio que un desconocido se acercaba a su Cybertruck. Vio cómo el hombre escribía un mensaje en el polvo que cubría su vehículo: “Elon Musk es igual a esvástica”.
Benhamo dijo que el incidente puso de relieve una nueva dinámica inquietante: poseer un Tesla significa ahora convertirse en un objetivo político.
“No me importa Elon Musk”, dijo Benhamo. “Me gusta el coche, y estoy conduciendo el coche. Si tiene su propia agenda, vaya a Internet. Diga lo que quiera en Internet. No dibujes tu esvástica en mi coche”.
Vea más: Musk pide a empleados de Tesla que conserven sus acciones pese a caída del 50%
Otros incidentes han sido más extremos. En Salem, Oregón, un hombre fue acusado después de que supuestamente lanzara cócteles molotov contra una sala de exposición de Tesla, según una denuncia penal. En Loveland (Colorado), una mujer se enfrenta a cargos federales después de que un video de vigilancia la captara presuntamente lanzando botellas de Smirnoff Ice llenas de gasolina contra los Tesla aparcados en una sala de exposición y pintando con spray un improperio en sus puertas, según la fiscalía federal.
Las autoridades de North Charleston, Carolina del Sur, acusaron a un hombre de dañar los Supercargadores Tesla con actos vandálicos dirigidos contra Trump y escribiendo “Viva Ucrania”, antes de encender botellas de cerveza convertidas en bombas incendiarias.
Los incendios de vehículos eléctricos con baterías de iones de litio pueden ser especialmente difíciles de extinguir, lo que supone un riesgo para los transeúntes y el personal de emergencias.
Los acusados en estos casos se enfrentan a penas de hasta 20 años de prisión, según el Departamento de Justicia.
Los actos se han extendido hacia el norte, a Canadá, donde los aranceles y la retórica expansionista de Trump han desatado una profunda ira entre los residentes. La policía de Hamilton, Ontario, dijo el jueves que más de 80 vehículos fueron dañados en un concesionario de Tesla, incluyendo arañazos y neumáticos pinchados. Esta semana, un salón del automóvil en Vancouver retiró a Tesla como expositor, citando preocupaciones de seguridad.
Descensos en las ventas
Propietarios como Benhamo, que dijo que no tiene intención de renunciar a su camión, muestran lo difícil que es medir el efecto de la ira en las ventas de Tesla. Es poco probable que los consumidores cambien un coche que ya han comprado por sus inclinaciones políticas, mientras que los compradores conservadores pueden estar ansiosos por apoyar a Musk.
Algunos propietarios han optado por colocar pegatinas contra Musk en sus vehículos en lugar de venderlos. Mientras tanto, los precios de los Teslas de segunda mano se están desplomando, lo que significa que los propietarios que quieran deshacerse de sus coches potencialmente tendrán que hacerlo con grandes pérdidas.
“A diferencia de cambiar de marca de smartphone o de servicio de streaming, sustituir un coche es una decisión financiera importante, e incluso los propietarios de Tesla más desilusionados probablemente se aferrarán a sus vehículos por necesidad”, dijo Jessica Caldwell, jefa de insights de Edmunds.
Aún así, los datos de Edmunds revelan que este mes se ha registrado la mayor proporción de Teslas entregados en los concesionarios para la compra de vehículos nuevos o usados de otras marcas. El mes pasado, la consideración de compra de nuevos modelos Tesla en Edmunds cayó al 1,8%, la más baja desde octubre de 2022.
Las acciones de Tesla se han desplomado más de un 50% desde el máximo alcanzado en diciembre. En la reunión del jueves por la tarde, Musk dijo que, a pesar de los “momentos difíciles”, los empleados deberían esperar tiempos mejores. Hizo elevadas predicciones sobre el futuro de la empresa, incluyendo que los productos autónomos de Tesla serían globales en cinco años.
El año pasado se produjo la primera caída anual de entregas de vehículos del fabricante de vehículos eléctricos en más de una década. Las ventas y los envíos han caído precipitadamente en mercados clave como Europa y China. El investigador de mercado Kelley Blue Book estima que la empresa vendió unos 43.650 vehículos en EE.UU. en febrero, uno de sus totales mensuales más bajos de los últimos tres años.
En notas de investigación, varios analistas han señalado la política de Musk como un problema potencial para la empresa. Los analistas de Oppenheimer & Co. dijeron esta semana que el precio de las acciones de Tesla estaría determinado en parte por la capacidad de la empresa para reemplazar parte de su base de consumidores.
“Aunque vemos potencial para que surja una base de clientes conservadora, creemos que la línea de productos de la empresa no es un gran partido”, escribieron los analistas, señalando que la infraestructura de concesionarios y servicios de Tesla no está bien configurada geográficamente para ese grupo demográfico.
Una nota separada de TD Cowen dijo que el aumento de la adopción de EV en las regiones conservadoras puede reforzar las ventas de la compañía. El cambio podría resultar en una ganancia neta para Tesla de alrededor de 107.000 unidades con el tiempo, escribieron los analistas.
Stephen Hahn, de RepTrak, una empresa de asesoramiento sobre reputación, dijo que la medida de la reputación de Tesla de su firma, basada en un sistema propio de puntos de datos, ha caído 29 puntos, de “fuerte” en septiembre de 2021 a “vulnerable” en febrero de 2025. Si cae aún más a “pobre” podría considerarse una crisis de la que es difícil volver, dijo.
“Sugeriría que hay algunos retos por delante para Tesla, no solo basados en la reputación, sino en cómo eso se traduce en que la gente tome decisiones de compra y, por otra parte, ahora busque VE alternativos”, dijo Hahn.
Todo sobre Elon Musk
La atención sobre la empresa está aumentando desde ambos lados del pasillo político. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, compañero de fórmula de Kamala Harris en las elecciones de 2024, bromeó diciendo que sigue la caída del precio de las acciones de Tesla en una aplicación de iPhone para darse un “empujón” y bromeó sobre arrancar su logotipo de los coches con hilo dental. Musk contraatacó en las redes sociales, haciendo referencia a la derrota electoral de Walz y Harris.
Lea además: “Ni siquiera hay tiempo para ir al baño”: empleados de Tesla en Alemania piden mejores condiciones
En un podcast publicado el jueves, el vicepresidente JD Vance calificó el vandalismo de terrorismo y dijo que la administración “no lo tolerará”.
“Tenemos que hacer todo lo que podamos”, dijo. “Si identificamos a personas que están cometiendo delitos vamos a perseguirlas”.
Mientras tanto, Tesla Takedown busca amplificar aún más su movimiento. El grupo tiene unos 115 eventos listados en su página web para este próximo fin de semana. Alrededor de 70 ya están registrados para el 29 de marzo.
La llamada grupal del miércoles atrajo a oradores como la representante demócrata Jasmine Crockett y los actores Alex Winter y John Cusack. Winter, conocido por su papel en "Las Excelentes Aventuras de Bill y Ted", refutó los comentarios sin fundamento de Musk y otros sobre el dinero negro que financia la reacción.
“Elon Musk solo tiene que culparse a sí mismo por hundir esta empresa”, dijo Winter. “Todo es culpa de Elon. No hay ninguna conspiración. No hay ninguna cábala bien financiada. Es solo Elon Musk quien ha hundido Tesla, y mientras tanto, las protestas seguirán creciendo”.
Un grupo llamado Planet Over Profit participará en una protesta ante una sala de exposición de Tesla en el Meatpacking District de Manhattan este fin de semana, dijo Sophie Shepherd, una de las organizadoras. En el primer acto, el 8 de marzo, los asistentes se reunieron con pancartas, cánticos y discursos contra Musk.
“Queremos convertirlo en tóxico”, dijo Shepherd. “No queremos que la gente haga negocios con él, no queremos que tenga el poder que tiene en el gobierno federal”.
Entre 300 y 350 personas asistieron a la primera protesta, dijo Shepherd. Espera al menos lo mismo este sábado.
Con la colaboración de Thomas Seal, Sarah McGregor y Craig Trudell.
Lea más en Bloomberg.com
