Bloomberg — OpenAI acusó a Elon Musk de acoso en una lucha legal que se desarrolla mientras la startup sopesa un plan para cambiar a un modelo de negocio con ánimo de lucro.
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Apenas dos meses después de que abandonara su primera demanda contra OpenAI, Musk presentó una denuncia en agosto en la que afirmaba que los cofundadores Sam Altman y Greg Brockman le manipularon para que invirtiera en la startup, que al principio era sin ánimo de lucro, y luego se enriquecieron despojándola de su preciada tecnología y sus activos.
En la actualidad, la empresa tiene una estructura más complicada que incluye una filial con ánimo de lucro, que se creó en 2019 para ayudar a financiar los elevados costes del desarrollo de modelos de IA, y desde entonces ha atraído miles de millones en inversiones externas de Microsoft Corp. (MSFT) y otros.
“La demanda es el último movimiento en la campaña cada vez más fanfarrona de Elon Musk para acosar a OpenAI por su propia ventaja competitiva”, dijeron Altman y la compañía en una presentación judicial el martes pidiendo a un juez federal en Oakland, California, que desestime la demanda de Musk.
Musk no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios enviada a su plataforma de medios sociales X.
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La disputa se intensifica en un momento en que la empresa de rápido crecimiento, a la vanguardia de la innovación en IA, está considerando pasar de su actual modelo sin ánimo de lucro -una estructura inusual que ha frustrado a los inversores- a un negocio con ánimo de lucro, como ya informó Bloomberg News en septiembre.
Tal movimiento apaciguaría a los partidarios de la empresa, pero será complicado de ejecutar. Como parte de la transición, OpenAI ha hablado de conceder a Altman acciones de la empresa, una participación que podría valer más de 10.000 millones de dólares, aunque el consejo de OpenAI dijo que no ha discutido cifras concretas.
"OpenAI se dedica al desarrollo seguro y beneficioso de la inteligencia general artificial ("AGI")", dijeron OpenAI y Altman en su presentación. "Musk apoyó una vez a OpenAI en esa misión, pero abandonó la empresa cuando fracasó su intento de dominarla", dijeron.
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Ha sido un año tumultuoso para la startup con sede en San Francisco. Menos de 12 meses después de que el consejo de la empresa despidiera y luego volviera a contratar rápidamente a Altman como director ejecutivo, OpenAI ha rehecho su consejo, ha duplicado con creces su plantilla y ha perdido a varios líderes clave, entre ellos el cofundador Ilya Sutskever y la directora de tecnología Mira Murati.
Sin embargo, las turbulencias no han mermado su ambición ni el interés de los inversores por la empresa: en los últimos meses, OpenAI ha seguido desplegando una serie de servicios de IA a una creciente lista de empresas y consumidores, y en octubre consiguió una de las mayores inversiones privadas de la historia, recaudando 6.600 millones de dólares con una valoración de 157.000 millones.
En junio, Musk retiró una demanda similar presentada ante un tribunal estatal de California en la que alegaba que los vínculos de OpenAI con su mayor inversor, Microsoft, empujaron a la startup a desviarse de su misión de desarrollar una IA responsable. OpenAI respondió que Musk estaba pregonando una “historia revisionista” y calificó sus alegaciones legales de “incoherentes”.
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En su última demanda, Musk describe la saga de OpenAI como “una historia de manual de altruismo contra codicia”.
Los abogados del multimillonario empresario afirman que Altman "cortejó y engañó intencionadamente a Musk", que ha expresado su preocupación por las amenazas que plantea la IA.
Musk lanzó xAI Corp en 2023 como competidor de OpenAI. Está luchando contra las acusaciones en una demanda en Delaware de que su startup de IA ha drenado a una de sus otras empresas, Tesla Inc (TSLA), de talento y recursos en detrimento de los accionistas del fabricante de vehículos eléctricos.
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