Mucho antes de que se iniciara la guerra comercial en 2025, grandes economías regionales como la de Brasil, Chile y Perú no solo cortaron buena parte de su dependencia a EE.UU., sino que diversificaron sus socios y se aproximaron a China, que convirtió a Latinoamérica en su despensa de materias primas.
Desde hace años, estos países se han acercado a China para fortalecer sus vínculos comerciales ante el aumento de la demanda de la potencia asiática de materias primas como la soja y el cobre.
El acercamiento entre la potencia asiática y los países de la región también quedó reflejado en la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac en Pekín, en donde el presidente chino, Xi Jinping, les pidió que “rechacen las interferencias externas”.
“Creo que responde a la necesidad de ampliar sus socios comerciales”, dice a Bloomberg Línea el analista financiero Gregorio Gandini. “China es el mayor consumidor de cobre del mundo y los principales productores son Chile y Perú, lo que ya constituía una base comercial sólida”.
“Es crucial que no se reemplace a un socio comercial fuerte como Estados Unidos por otro, sino que se busque un balance”, agregó Gandini. En su opinión, el fortalecimiento de los lazos con países como China debe entenderse como parte de una estrategia de diversificación.

En la actualidad, un 39,1% de las exportaciones de Chile van hacia China, mientras que en el caso de Brasil representan el 31,7% y de Perú el 29,2%, según cifras del holding financiero Credicorp.
El lunes pasado, Colombia selló su adhesión a la iniciativa de cooperación de la Ruta de la Seda, obviando las advertencias de su principal socio comercial, EE.UU. Asimismo, Chile y Brasil cerraron acuerdos de cooperación con miras a fortalecer las relaciones con China.
Ver más: ¿Qué es la Ruta de la Seda y qué significa que un país se una a ella?
Brasil y un comercio millonario con China

Brasil mantiene una fuerte relación comercial con China, aunque el país nunca tuvo una política de Estado que priorizara al gigante asiático como socio, ni una que fuera contraria a los intereses de Estados Unidos.
De hecho, Brasil no tiene firmado un acuerdo de libre comercio con China, como ya lo hicieron Chile y Perú. Y el gigante sudamericano tampoco se ha sumado a la iniciativa de la Franja y la Ruta.
El especialista en inversiones extranjeras en Brasil explica que la relación bilateral con China se formaliza recién en 1974, con el general Ernesto Geisel (cuarto presidente del régimen militar). Y a partir de la apertura económica china en los años 80, la necesidad de materias primas de China encontró una fuente clave en Brasil.
“Lo que ocurrió fue que las circunstancias históricas, los cambios tecnológicos y económicos y el desarrollo de cada nación llevaron a una sinergia natural entre las economías brasileña y china, convirtiendo a China en nuestro principal socio comercial", dijo Pedro Rebelo, director ejecutivo de Negocios Internacionales de São Paulo Negócios, agencia de promoción de inversiones y exportaciones.
En 2001, China solo representaba el 3,27% de las exportaciones brasileñas. El año 2009, en cambio, marcó un hito en las relaciones comerciales entre ambos países, ya que China superó a Estados Unidos y se convirtió en nuestro principal socio comercial, con una balanza comercial superavitaria. Hoy, las economías brasileña y china son complementarias y han alcanzado su nivel actual, aunque sus lazos más allá de la economía no estén tan desarrollados como los de Brasil con Estados Unidos.
Pedro Emilio Polli Rebelo, especialista en inversiones extranjeras en Brasil.
En la década de 1980 también se empieza a desarrollar más el agronegocio, en gran parte debido a la llegada de tecnologías desarrolladas por Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), que permitieron corregir el suelo para la agricultura en soja, café y el maíz.
“Como nuestras economías son complementarias, hoy veo la cuestión como una interdependencia mutua. Para China, somos tan importantes como ellos lo son para nosotros. Puede que no seamos el mayor socio comercial de China, pero sin Brasil, China no podría mantener su producción económica ni garantizar la seguridad alimentaria de su población”, dijo el analista.
En medio de la guerra comercial, Brasil es una fuente clave de suministro de soja para China y actualmente es el principal producto agropecuario exportado por el gigante sudamericano a ese destino.
La patronal del sector, Aprosoja, prevé que Brasil aumentará un 4% sus exportaciones de soja a China este año, aunque una de las limitantes más importantes es la capacidad de los puertos locales para atender el volumen.
“Si depende de mi gobierno, nuestra relación con China será indestructible”, dijo el presidente Lula da Silva en su más reciente vista a Pekín, en el marco del Foro China-Celac en Beijing.
En todo caso, EE.UU. aún es un socio histórico y estratégico de suma importancia para Brasil.
Según Pedro Rebelo, en 2024, el país fue el segundo principal destino de las exportaciones brasileñas, con un total de US$40.300 millones, lo que representa casi el 12% del total de las exportaciones brasileñas.
Año | Hito en las relaciones Brasil-China |
---|---|
1974 | Inicio oficial de las relaciones diplomáticas entre Brasil y China. |
1988 | Acuerdo para desarrollar el programa CBERS (Satélites de recursos terrestres). |
1993 | Firma de una asociación estratégica (primera de China con otro país). |
2004 | Creación de la Comisión COSBAN para coordinar cooperación bilateral. |
2009 | China se convierte en el principal socio comercial de Brasil. |
2012 | La relación bilateral se eleva a una asociación estratégica global. |
2015 | Visita del primer ministro chino y anuncio de US$53.000 millones en inversiones. |
2020-2021 | China desempeña un papel clave en el suministro de insumos para vacunas durante la pandemia. |
Ver más: China cree que abandonar la Franja y la Ruta iría contra intereses de Latam: embajador
Chile, primer país de América Latina en firmar un TLC con China

En el caso de Chile, el país ha llevado a cabo durante los últimos 10 años cambios en su estructura de negocios que le han permitido fortalecer su relación con China.
“Más allá de considerarlo en directo detrimento en sus relaciones con Estados Unidos, a Chile le ha permitido diversificar y ser un actor protagónico en la región”, dijo a Bloomberg Línea Renato Campos Santana, analista de mercados en la firma Squared Financial.
El acercamiento de Chile se sustenta en factores como la complementariedad económica con China, teniendo en cuenta la exportación de materias primas que posee, especialmente de cobre, frutas, vino y productos del mar.
El analista Renato Campos señala que este flujo comercial es relevante teniendo en cuenta la necesidad y demanda que tiene China de estos productos para sostener su crecimiento industrial y urbano, lo que ha permitido impulsar una relación comercial fluida y creciente.
En términos generales, “la reconfiguración geopolítica y el auge de Asia han permitido que China, como segunda economía del mundo, se redibuje como un líder comercial, siendo Chile un socio comercial estratégico en los planes de esta”.
Otro factor importante ha sido la inversión que ha realizado China en LATAM, principalmente en sectores estratégicos chilenos como la minería, energía, telecomunicaciones e infraestructura. Esto no hubiera sido posible sin un financiamiento atractivo para proyectos chilenos, lo que ha reforzado los lazos económicos.
Renato Campos Santana, analista en Squared Financial.
Precisamente, el acuerdo de libre comercio (TLC) de 2006 de Chile fue el primero de un país latinoamericano con China, lo que ha ayudado a ampliar y profundizar el comercio bilateral, permitiendo que las barreras arancelarias sean menores y que eso se traduzca en un mercado mucho más abierto.
Campos analiza que a pesar de poseer un acuerdo comercial con Estados Unidos desde 2004, el crecimiento del comercio bilateral se ha estabilizado.
Además, considera que EE.UU. se ha enfocado en otros frentes como el T-MEC y/o tensiones comerciales con China, “que han significado un escenario turbulento para las relaciones y su presencia en Latinoamérica”.
Ver más: Qué tan influyente realmente es la iniciativa de la Franja y la Ruta de China en Latam
Perú y su cercanía con China

En 2019, Perú se sumó a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda de China, afianzando aún más relaciones con la potencia asiática, dado que en 2009 ya habían pactado un acuerdo de libre comercio.
De acuerdo con información del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú, publicada en noviembre del año pasado, en los 14 años de vigencia del TLC el valor de las exportaciones peruanas a ese país creció a un promedio anual de 12,8%.
“Si bien no ha habido una decisión explícita por parte del Gobierno peruano para reorientar el comercio hacia Asia, o específicamente China, en la práctica, son las empresas las que determinan sus mercados de exportación, usualmente en función de la demanda y las condiciones de precio que encuentran en el exterior, así como de las estrategias previstas que desarrollen”, señala Guillermo Arbe, gerente principal del departamento de Estudio Económicos de Scotiabank Perú.
Proyectos recientes que se enmarcan dentro de la Ruta de la Seda incluyen en Perú el megapuerto de Chancay, ubicado a unos 70 kilómetros al norte de Lima, que fue inaugurado en 2024 por la empresa estatal china Cosco Shipping.
Esta obra contó con una inversión de US$3.500 millones que fueron financiados en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
La evolución del comercio entre ambos mercados “se explica por el propio desarrollo económico de China y su demanda de importaciones de productos que el Perú producía y exportaba”, dijo a Bloomberg Línea Leolino Dourado, investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico en la Universidad del Pacífico, en Perú.
Explica que conforme China se industrializó y se convirtió en la fábrica del mundo, pasó a demandar cada vez más commodities peruanos, como el cobre y también el hierro.
“Acá es curioso o interesante observar que incluso la composición de las exportaciones peruanas no cambió mucho a lo largo de esas últimas dos décadas”, dice el analista Dourado.
Proyectos recientes que se enmarcan dentro de la Ruta de la Seda incluyen en Perú el megapuerto de Chancay, ubicado a unos 70 kilómetros al norte de Lima, que fue inaugurado en 2024 por la empresa estatal china Cosco Shipping. Esta obra contó con una inversión de US$3.500 millones que fueron financiados en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
Leolino Dourado, analista en la Universidad del Pacífico.
El TLC firmado con China, que entró en vigor en 2010, es visto como el resultado de esa política de diversificar y ampliar las exportaciones, aunque advierte que es importante no asumir que todo el comercio que vino después de la entrada en vigor de este acuerdo es el resultado de ello.
Dourado considera que el acercamiento diplomático también pudo haber jugado un rol importante, en tanto que las visitas de Estado y una serie de otros acuerdos que se han firmado también ayudan a afianzar las relaciones y “mandan una señal positiva para los market players en el país asiático de que Perú es un socio confiable para China".
Perú también enfrenta riesgos importantes por su alta dependencia comercial de China, ya que tiene un fuerte grado de vulnerabilidad ante los shocks externos, como una posible desaceleración económica en China que reduzca su demanda de importaciones.
También existen riesgos políticos: por un lado, presiones de Estados Unidos para que Perú limite sus lazos con China, y por otro, la posibilidad de que China utilice su peso comercial como herramienta de presión.
Para mitigar esta vulnerabilidad, Perú necesitaría seguir avanzando en la diversificación de sus socios económicos y de su producción, priorizando bienes con mayor valor agregado.