La guerra comercial y el resurgimiento del proteccionismo global podrían poner bajo presión la hegemonía del dólar, símbolo del liderazgo económico de Estados Unidos, mientras crecen las dudas sobre su rol como moneda refugio en un mundo cada vez más fragmentado.
La debilidad experimentada por el dólar desde el inicio de la guerra comercial entre EE.UU. y China plantea interrogantes para los países de Latinoamérica sobre la necesidad de anticiparse a un eventual reordenamiento monetario global.
El índice del dólar estadounidense, el DXY, ha caído en lo corrido del año un 6,77% hasta el 16 de mayo, mostrando mayor debilidad frente a una cesta de divisas globales.
“El dólar puede perder su papel como moneda de refugio si el mundo pierde confianza en él y en la economía estadounidense", dijo a Bloomberg Línea desde España Gayle Allard, economista y profesora del IE University. “De hecho, las crisis en los mercados de bonos son evidencia de que se está erosionando esa confianza”.
Explica que un dólar debilitado podría ser parcialmente una buena noticia para América Latina, dado que toda la deuda pública, en esa divisa, podría pagarse a menor coste. Para Argentina, considera Allard, “sería una bendición enorme”.
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Es evidente que hay elementos del sistema internacional que Trump va a cambiar. A mí me preocupa más el sistema de comercio internacional. Un retorno a acuerdos bilaterales, que es lo que parece buscar Trump, sería menos favorable al comercio internacional.
Gayle Allard, economista y profesora IE University.
De acuerdo a un reciente informe de Bloomberg Línea, la exposición cambiaria es relevante, pues varios países de la región ahora tienen más del 40% de su deuda denominada en moneda extranjera, lo que incrementa su exposición frente a episodios de volatilidad en el billete verde.
Otro de los puntos a considerar es que una eventual debilidad del dólar supondría poder importar productos estadounidenses a menor precio, lo que reduciría la inflación y los costos de producción.
Pero un posible efecto negativo es que restaría competitividad a los productos latinoamericanos en el mercado de EE.UU. específicamente al ingresar menos divisas por exportaciones, lo que a su vez se traduciría en menos crecimiento para estos países.
Según la analista Allard, países como Ecuador, que utilizan el dólar como moneda oficial, sí experimentarían un incremento de competitividad para todas las exportaciones que no fueran petróleo.
Los importadores de petróleo, a su vez, se beneficiarían de un producto más barato en sus monedas locales.
Dejar el dólar no es sencillo
“Salirse de esta red dolarizada no es tan fácil”, dijo en un reciente análisis el académico Jairo Andrés Rendón. “No obstante, este equilibrio empieza a mostrar señales de tensión”.
Una de las posibles señales es que el liderazgo cooperativo de Estados Unidos —clave para sostener esa confianza— se ha debilitado en medio de la guerra comercial.
En este sentido, Rendón dijo que la política de “America First” ha implicado un giro hacia el aislamiento y decisiones unilaterales, como la anunciada salida de EE.UU. de la OMS o las exigencias a aliados estratégicos como Ucrania.
“Esa confianza global en el dólar también tiene un costo interno para Estados Unidos: una moneda fuerte encarece sus exportaciones y limita su competitividad”, apuntó Rendón, profesor del Departamento de Administración de Empresas en la Pontificia Universidad Javeriana, en Colombia.
La hegemonía del dólar se evidencia en la actualidad en la alta demanda de instrumentos en esa divisa, incluyendo los denominados bonos del Tesoro estadounidense.
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Para el analista Rendón, esta demanda genera lo que se conoce como convenience yield, es decir, una prima que el mundo está dispuesto a pagar por el acceso a activos en dólares debido a su seguridad, liquidez y aceptación global.
No obstante, la creciente incertidumbre política y económica bajo la administración Trump está reconfigurando el mercado de bonos del Tesoro de EE.UU., afectando la percepción de su tradicional estatus de refugio seguro.
A China le costará competir con el dólar

A la par de este fenómeno, China cada vez es más importante en el comercio internacional y la demanda para transacciones del yuan “crece muy rápido y hoy es bastante importante”, dijo Hernando Zuleta, decano de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, en Colombia.
La gran pregunta que se plantea es si puede haber una recomposición no sólo del comercio, sino de la necesidad de diversificar las reservas internacionales.
Esto plantea la posibilidad de un cambio estructural más amplio en el sistema financiero global, impulsado por el crecimiento del yuan y otros actores emergentes en el comercio mundial.
“Un mundo sin el dólar como eje, sería un mundo menos estable”, dice Gayle Allard. “Quizás la historia lo vería como aquel momento en que Richard Nixon (presidente de Estados Unidos entre 1969 y 1974), desligó al dólar del sistema de Bretton Woods. ¿Sobrevivimos? Por supuesto. ¿Fue fácil? No".
En el pasado, la hegemonía del dólar también fue erosionada con el surgimiento de monedas fuertes como el euro, que determinó gran parte del comercio internacional en Europa.
En ese marco, la demanda de los bancos centrales por monedas de reserva internacional también se recompuso a favor del euro y el dólar perdió parte del espacio que tenía, pero aún sigue siendo la divisa preponderante, según el decano Zuleta.
¿Una moneda común de BRICS?

A Estados Unidos le incomoda la propuesta de los BRICS, la sociedad de países emergentes creada en 2009 por Brasil, Rusia, India y China, de impulsar el comercio en el bloque de potencias emergentes en monedas locales, una iniciativa que desafía la hegemonía del dólar.
De hecho, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con aranceles a estos países en caso de materializarse esta propuesta.
No obstante, Brasil, que en la actualidad ostenta la presidencia del foro BRICS, ha sugerido que esta iniciativa se puede adoptar sin tener que competir con la hegemonía del dólar.
Para Zuleta, la alternativa de crear una moneda común por parte de los BRICS es lejana e implicaría una unión monetaria compleja, que exige sacrificar soberanía económica sin claridad sobre su gobernanza.
“El yuan chino no es una buena alternativa a día de hoy”, según Gayle Allard, profesora IE University. “Y la moneda BRICS es un sueño no realista. Es más probable que el euro, o las criptomonedas, cobraran importancia relativa”.
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Trump choca con multilaterales

La administración Trump ha sugerido un posible retiro del FMI, en donde el dólar representa el 43% de los Derechos Especiales de Giro (DEG), la reserva multilateral del organismo.
Según escribió en su análisis el académico Rendón, “de concretarse esta salida, la demanda por dólares como activo de reserva global caería aún más, debilitando aún más su hegemonía”.
A finales de abril, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, dijo que la ayuda del país no es incondicional al criticar que organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) supuestamente han desviado su misión.
“La Administración de Trump está dispuesta a colaborar con ellos siempre que se mantengan fieles a sus misiones. Y, con el statu quo, se están quedando cortos”, señaló Bessent. “Las instituciones de Bretton Woods deben dar un paso atrás en sus agendas dispersas y desenfocadas, que han frenado su capacidad para cumplir con sus mandatos fundamentales”.
Los analistas advierten que, si se concreta esta salida, la demanda por dólares como activo de reserva global caería aún más y con esto podría debilitarse su hegemonía.
“La salida de Estados Unidos del FMI tiene varios efectos”, según el decano Zuleta. Entre ellos menciona la posible caída de la liquidez del organismo y la pérdida de influencia de Estados Unidos sobre su orientación, advirtiendo que sería una medida “demasiado arbitraria y arriesgada”.
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