Bloomberg — La inflación española alcanzó el nivel más alto en más de un año, respaldando los argumentos a favor de que el Banco Central Europeo mantenga sin cambios las tasas de interés el próximo mes.
Los precios al consumo subieron un 3% respecto a hace un año en septiembre, por encima del 2,7% de agosto y en línea con las expectativas de los economistas, según mostraron los datos del lunes. Un indicador de las presiones subyacentes se redujo al 2,3%, desafiando las predicciones de un repunte.
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Con los analistas pronosticando una ralentización a finales de año, los datos no deberían preocupar al BCE. Las cifras reflejan una caída menor de los costes del combustible y la electricidad que la observada en septiembre de 2024. España es también la economía más fuerte de la eurozona, con un crecimiento del 0,8% en el segundo trimestre.

Las cifras de España son las primeras de este mes de las naciones más grandes de la región. Italia, Francia y Alemania publicarán lecturas el martes, seguidas del conjunto de la eurozona al día siguiente.
Aunque los economistas ven que la inflación en el bloque se acelera hasta el 2,3%, los responsables políticos son optimistas en cuanto a que el aumento de los precios se mantendrá en torno a su objetivo del 2% en un futuro previsible. La mayoría no ve la necesidad de bajar más los costes de los préstamos, tras ocho recortes en el espacio de un año.
“Tenemos que ser muy ágiles y estar preparados para movernos en cualquier dirección en política monetaria”, dijo este mes el jefe del banco central español, José Luis Escrivá. “La desinflación ha sido un éxito”, afirmó. “La situación era compleja hace dos o tres años. Las actuales tasas de interés al 2% nos parecen razonables”.
El Banco de España prevé una inflación del 2,5% este año, frente al 2,9% en 2024. El año que viene, la ve por debajo del objetivo del BCE, en el 1,7%.
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España ha eclipsado a las otras grandes economías europeas desde 2021, con el turismo, los bajos precios de la energía y el gasto de los hogares alimentando la subida. Se prevé que el producto interior bruto aumente un 2,6% este año, más del doble del crecimiento del 1,2% previsto para la eurozona.
El rendimiento se produce a pesar de la inestabilidad política que ha limitado seriamente la capacidad del gobierno para conseguir que las principales leyes pasen por un parlamento dividido. El presidente Pedro Sánchez aún tiene que aprobar un presupuesto para 2025.
Con la colaboración de Ainhoa Goyeneche, Harumi Ichikura y Joel Rinneby.
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