¿La relación entre tecnológicas y Trump se enfría? Nvidia y Apple, entre posibles afectadas

La creciente incertidumbre por los aranceles a los chips y semiconductores hizo tambalear a Nvidia. Posibles aranceles de Trump a teléfonos, computadoras y otros productos electrónicos también pueden impactar a otras empresas estadounidenses como Apple.

La sede de Nvidia en Santa Clara, California, EE.UU., el miércoles 28 de agosto de 2024.
23 de abril, 2025 | 07:00 AM

Bloomberg Línea — El plan de Donald Trump de imponer aranceles a los chips y semiconductores importados para desarrollar la industria local podría generar una desventaja competitiva significativa para las empresas estadounidenses, especialmente en un momento clave en la carrera global contra China por el liderazgo en inteligencia artificial.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, está preparando nuevos aranceles para los semiconductores, que son claves para procesar grandes volúmenes de datos, tanto en el entrenamiento como en la ejecución de los modelos de IA, al mismo tiempo que sopesa mayores tasas para teléfonos, computadoras y otros productos electrónicos, pese a una exención temporal anunciada el pasado 12 de abril.

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“La principal incertidumbre radica en el riesgo normativo y operativo a nivel local: las tensiones geopolíticas prolongadas podrían exponer a las empresas estadounidenses a represalias como restricciones de acceso a mercados, controles de exportación, inclusión en listas negras y una supervisión regulatoria más estricta”, dijo a Bloomberg Línea Louise Loo, economista principal en la consultora Oxford Economics.

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De acuerdo a un informe de International Data Corporation (IDC), el mercado mundial de semiconductores crecerá un 15% en 2025, impulsado por el desarrollo de las soluciones de IA, aunque se enfrenta a múltiples desafíos como los riesgos geopolíticos.

Además, el mercado está expuesto a las políticas económicas globales (incluidos los subsidios industriales, los aranceles comerciales, las divisas y las tasas de interés), la demanda del mercado final y los cambios en la oferta y la demanda debido a nuevas incorporaciones de capacidad, de acuerdo a IDC.

En el marco de la guerra comercial, las empresas tecnológicas estadounidenses pueden sufrir choques en la medida en la que las cadenas de suministro de tecnología —desde semiconductores hasta infraestructura de cómputo— están profundamente integradas con Asia.

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“Imponer tarifas adicionales eleva los costos operativos, ralentiza la innovación y desvía recursos que podrían estar destinados a investigación y desarrollo”, dice Marco Stefanini, CEO global de la firma brasileña Stefanini Group, proveedora de servicios y software para procesamiento de datos y consultoría. “En última instancia, esto podría limitar la capacidad de EE.UU. para mantener su liderazgo tecnológico frente a potencias emergentes”.

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Donald Trump

Uno de los riesgos es que la incertidumbre regulatoria, el aumento de costos por aranceles y la posible interrupción de la cadena de suministros lleve a las empresas a revaluar sus estrategias de inversión en inteligencia artificial. Además, este tipo de tensiones geopolíticas incrementan la volatilidad del entorno de negocios y pueden afectar la confianza de socios, inversores y clientes en el ecosistema tecnológico global.

Los riesgos son significativos y afectan no solo a empresas estadounidenses, sino también a compañías tecnológicas globales.

“China representa tanto un centro crítico de manufactura como un mercado estratégico para muchas multinacionales. Cualquier medida de represalia —como restricciones de acceso al mercado, investigaciones regulatorias o inclusión en listas negras— puede generar disrupciones severas en operaciones, logística y planes de expansión”, dijo Stefanini de la proveedora de servicios y software para procesamiento de datos y consultoría.

Los choques de Nvidia en medio de la guerra comercial

Cartel en las oficinas de Nvidia Corp. en Taipei, Taiwán, el martes 28 de enero de 2025.

La creciente incertidumbre por los aranceles a los chips y semiconductores hizo tambalear a Nvidia, cuyas acciones se movieron cerca de su valoración más baja desde el auge de la inteligencia artificial, en medio de crecientes riesgos regulatorios y macroeconómicos que pueden provocar una desaceleración en el gasto en IA por parte de grandes clientes como Microsoft (MSFT) y Amazon (AMZN)

Nvidia también se ve impactado por la reciente prohibición de ventas de su línea de chips H20 en China por parte de EE.UU., lo que ha generado preocupación entre los inversores, con implicaciones de pérdidas multimillonarias para la compañía. Este mismo tipo de Chips es el que los gigantes tecnológicos chinos como ByteDance, Alibaba Group y Tencent Holdings requieren para el desarrollo de su correspondiente inteligencia artificial.

Aunque el consenso de analistas sigue siendo favorable, con casi el 90% recomendando compra, las revisiones a la baja de ganancias y ventas reflejan un entorno más incierto. Algunos gestores ven valor en los niveles actuales, siempre que se mantenga la demanda de chips vinculados a la IA.

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En este marco, la relación entre las tecnológicas y la administración Trump se podría ver impactada, “particularmente entre Nvidia y la administración Trump, debido a los aranceles y a los consiguientes sobrecostos para semiconductores, chips y dispositivos tecnológicos”, dijo el analista y académico de la Universidad de Los Andes, en Colombia, Andrés Rodríguez.

Debido a esta restricción a los procesadores H20 en Estados Unidos, el analista Rodríguez indica que Nvidia prevé una pérdida de US$5.500 millones.

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Aranceles a teléfonos, computadoras y otros productos electrónicos

Un cliente observa un smartphone Apple iPhone 16 en la tienda Apple Inc. BKC en Mumbai, India, el viernes 20 de septiembre de 2024.

Los posibles aranceles de Trump contra teléfonos, computadoras y otros productos electrónicos también pueden impactar a otras empresas estadounidenses como Apple (AAPL), que dependen de piezas producidas en el gigante asiático para la fabricación de iPod y tabletas.

A pesar de las exenciones anunciadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, en inglés) a s ‘smartphones’ y los monitores de ordenadores, Trump aclaró en su red social Truth Social que estos dispositivos pertenecen a otra “categoría arancelaria” que está siendo revisada. “NADIE se libra (...) ¡Y mucho menos China que, de lejos, es la que peor nos trata!”.

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De implementarse esta categoría arancelaria, Apple podría estar entre las más afectadas, dado que genera alrededor del 17% de sus ingresos en China y opera en docenas de tiendas, de acuerdo a cifras de Bloomberg.

Ante la amenaza de los aranceles, uno de los planes que sopesaba Apple era ajustar su cadena de suministro para fabricar más iPhones para el mercado de EE.UU. en India, un país menos afectado por las tasas de Donald Trump, informó Bloomberg. Sin embargo, señala que una transición de este tipo no estaría exenta de complicaciones, especialmente considerando que la producción del iPhone 17 —centrada en China— se aproxima.

Erick Rincón, especialista en temas tecnológicos y director del Tic-Tank de la Universidad del Rosario, en Colombia, dice que los posibles aranceles a semiconductores y productos electrónicos importados desde China afectarían especialmente a fabricantes de equipos para chips que podrían perder miles de millones en ventas y enfrentar mayores costos operativos.

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“Estas medidas complicarían la cadena de suministro y aumentarían los gastos administrativos, dificultando la competitividad del sector”, dijo Rincón. “Para productos como teléfonos, laptops y consolas, los aranceles podrían traducirse en aumentos sustanciales de precios para los consumidores, ya que la mayoría de estos dispositivos se fabrican en China”.

Explica que aunque algunas exenciones temporales han mitigado el impacto inmediato, la posibilidad de aranceles sectoriales específicos genera incertidumbre y podría elevar los costos finales entre un 15% y 30%.

Los aranceles contra los bienes importados desde China se sentirían en segmentos como el de los teléfonos inteligentes, de los que EE.UU. importó de China unos US$41.000 millones en 2024, según cifras de Bloomberg. China contribuye con un 41% de las importaciones de teléfonos inteligentes de ese mercado.

EE.UU. también importa de China unos US$6.000 millones en consolas de videojuegos (la potencia asiática contribuye con el 86% del total de las compras externas en ese segmento), US$5.000 millones en monitores de computador (79%), US$32.000 millones en laptops (66%), US$8.000 millones en auriculares inalámbricos (14%) y US$4.000 millones en partes de computador (9%).

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