Buenos Aires — Luego de un 2024 alcista para los activos argentinos, el país volvió a mostrar un beta muy superior al del resto de la región latinoamericana: sus bonos y acciones exhibieron en las últimas semanas mayor volatilidad y reaccionaron con mayor intensidad ante cambios en el contexto global. Esto se tradujo, en medio de la incertidumbre internacional, en una disparada del riesgo país y un hundimiento en el precio de las acciones.
El driver que esperan los inversores para encontrar calma en relación a la Argentina es que el país cierre y anuncie de una vez su nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para no seguir amplificando los efectos negativos de la guerra comercial que afronta el planeta, a raíz de los aranceles de Donald Trump, presidente estadounidense.
El riesgo país argentino, que había terminado el 2024 en 635 puntos, tras un avance del 100% en el precio de los bonos soberanos, cerró el lunes 7 de abril en 960 unidades, lo que implica un avance de 625 puntos en esta primera parte del año. Argentina había llegado al 1° de abril del Liberation Day con su spread soberano en 822 y desde allí todo fue para peor.
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Desempeño frente a Brasil y México
Tomando como referencia el bono a 10 años, el Global 2035 (GD35) de Argentina cayó 7,9% desde los anuncios de Trump. En ese mismo período, el bono a 10 años de México cayó 1,6% y el de Brasil, 1,18%. En tanto, el ETF de bonos emergentes (el EMB) cayó 3,7% en estos días.
Más severo aún es el diferencial argentino al ver la renta variable: el S&P Merval cayó 15% en dólares desde los anuncios de Trump, contra un Bovespa brasileño que recortó 3,8%. El índice bursátil chileno, por citar otro caso, cayó 5,6% en estos días.
Además, hay que en cuenta que la Bolsa porteña recortó 28% en dólares en lo que va de 2025, contra un Bovespa que está casi 5% por encima del precio que tenía al empezar el año.
De hecho, el ETF ILF, compuesto por acciones latinoamericanas (Brasil, México, Chile, Perú y Colombia) aún está 3% por encima del precio que tenía al comienzo de este año.
“Hay un punto que afecta solamente a Argentina y es su etapa de definición con el FMI, que hace explotar ese beta”, explicó Fernando Baer, de la consultora Quantum Finanzas,
La mira puesta en el FMI
Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, explicó que Argentina presenta una mayor beta que otros países de la región, lo que implica que sus activos financieros son más volátiles y sensibles a los cambios del contexto global. Según detalló, “los bonos argentinos en dólares vienen cayendo más que comparables de otros países dado que la situación global actual de volatilidad por aumento de tarifas comerciales de Estados Unidos se suma a la dinámica adversa que muestran los activos argentinos desde los picos de valuación de enero de 2025″.
El economista subrayó que esta caída está relacionada con las dudas del mercado sobre el nuevo acuerdo entre Argentina y el FMI por US$20.000 millones. “Incluso en la previa a desatarse el conflicto global por aranceles, ya existían interrogantes sobre qué implicará ese acuerdo en materia de esquema cambiario y acumulación de reservas”, indicó Franco.
A su juicio, la clave pasará por observar en qué medida la tensión comercial global termina afectando los flujos de exportación argentinos, lo cual podría dificultar la acumulación de reservas genuinas, tanto por efecto de menores precios como por una eventual baja en cantidades ante una recesión global.
Desde su óptica, el próximo paso será analizar la letra chica del acuerdo con el Fondo y sus implicancias, tanto en lo referido a metas cuantitativas como al esquema cambiario que se adopte. “Eso es lo que, en definitiva, podría permitir a Argentina reducir el riesgo país y recuperar el acceso a los mercados internacionales de deuda”, expresó. En ese sentido, el ejecutivo del Grupo SBS advirtió que la escalada en la tensión global “no ayuda”, ya que este nuevo contexto más volátil exigiría “mayores esfuerzos de política doméstica para bajar la prima de riesgo”.
En tanto, Portfolio Personal Inversiones (PPI) advierte que la evolución de los bonos globales argentinos dependerá, en gran medida, del grado de agresividad con que avance Donald Trump en la implementación de su agenda proteccionista. Según el bróker, esa estrategia ya generó una fuerte corrección en los mercados bursátiles a nivel global. “Si estas medidas, que en principio buscan fortalecer su posición en negociaciones bilaterales, logran moderarse en el corto plazo, el impacto negativo inicial podría atenuarse”, indica el informe. No obstante, desde PPI remarcan que el panorama continúa siendo incierto y que la probabilidad de una moderación parece cada vez más baja.
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Para PPI, el eventual acuerdo con el Fondo podría aliviar, al menos en el corto plazo, la presión sobre las reservas internacionales. Sin embargo, aclara que, mientras no se defina el verdadero alcance de la política comercial estadounidense y su posible impacto sobre el comercio global, las fuentes de volatilidad para los activos argentinos continuarán presentes.
Por su parte, el presidente de Dracma Investments, Santiago López Alfaro, señaló que, en paralelo al momento en que se espera que se defina el acuerdo con el FMI, “entramos en la época estacional en que se liquidan dólares, pase lo que pase, y donde menos se compra dólares con el turismo”.
En virtud de ello, López Alfaro señaló: “No vemos riesgo en relación a las reservas, salvo por el pago de deuda. Debería haber un roll over de deuda con organismos multilaterales y habría que pagar la parte con privados”.
Factores internos y externos
“El incremento del riesgo se debería a una combinación de factores externos e internos que han afectado negativamente a los mercados financieros argentinos”, destaca un informe de Aurum Valores. El documento detalla que, externamente, la reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, que incluyó a Argentina con un arancel del 10%, intensificó los temores de una guerra comercial global, provocando una mayor aversión al riesgo en los mercados emergentes y proyectando una posible caída en las exportaciones argentinas.
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“Internamente, habría pesado la derrota del oficialismo en el Congreso respecto al nombramiento de jueces para la Corte Suprema, aparte del creciente deterioro de las reservas de divisas del Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, indica el estudio.