Brasil responde a EE.UU. que puede comercializar con Latinoamérica y Europa en otras monedas

Brasil, dijo, intentará agotar las negociaciones antes del 1 de agosto, cuando los aranceles entrarán en vigor.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, y Lula da Silva, presidente de Brasil.
Por Simone Iglesias - Daniel Carvalho
11 de julio, 2025 | 04:00 AM

Bloomberg — El presidente Luiz Inácio Lula da Silva insistió en que Brasil puede sobrevivir sin el comercio con EE.UU. y que buscará otros socios para reemplazarlo, una respuesta tajante a Donald Trump después de que el líder estadounidense amenazara con aranceles del 50% contra la nación.

“Vamos a tener que buscar otros socios que compren nuestros productos. El comercio de Brasil con EE.UU. representa el 1,7% de su PIB”, dijo Lula en una entrevista transmitida por Record TV el jueves por la noche. “No es que no podamos sobrevivir sin EE.UU.”.

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En un par de entrevistas televisadas, el líder izquierdista adoptó un tono desafiante hacia su homólogo estadounidense, reiterando su postura de que Trump debe respetar la soberanía de Brasil y que el presidente estadounidense no puede actuar como si fuera el dueño de otras naciones.

Dejó claro que no tenía intenciones de retirarse, diciendo durante una entrevista en Globo TV que la lucha arancelaria podría ser “interminable”.

El brasileño también dijo que países como el suyo no están obligados a seguir utilizando el dólar para comerciar, reiterando unas declaraciones que hizo en la cumbre de los BRICS celebrada el pasado fin de semana en Río de Janeiro y que reconoció que “probablemente preocuparon a Trump”.

“Estamos interesados en crear una moneda de comercio entre otros países”, dijo Lula en la entrevista de Record. “No estoy obligado a comprar dólares para realizar intercambios comerciales con Venezuela, Bolivia, Chile, Suecia, la Unión Europea o China. Podemos comerciar en nuestras propias monedas”.

Trump dijo el miércoles que impondría los aranceles a los productos brasileños en una carta en la que citaba los problemas legales de Jair Bolsonaro, el expresidente de derechas y rival de Lula que se enfrenta a un juicio acusado de haber intentado un golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022.

EE.UU. es el segundo socio comercial de Brasil, solo por detrás de China. Bloomberg Economics calcula que un arancel del 50% supondría un golpe del 1% para la economía brasileña. Los gravámenes podrían provocar una reducción del 60% de las importaciones totales estadounidenses de bienes procedentes de Brasil, aunque la nación sudamericana podría desviar algunas exportaciones a otros mercados, según el informe.

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Los gravámenes de EE.UU., mucho más altos que el 10% anunciado inicialmente en abril, también siguieron a la reunión de las naciones de mercados emergentes BRICS, en la que Lula y otros líderes criticaron los aranceles y los ataques militares a Irán, aunque evitaron mencionar a Trump.

A pesar de los comentarios de Lula sobre el dólar, las naciones BRICS volvieron a no hacer ningún progreso significativo hacia un sistema de pagos transfronterizos para el comercio y la inversión que llevan discutiendo desde hace una década. Y Lula dijo que Trump no tenía por qué preocuparse por el bloque de países.

La mención de Trump al caso que involucra a Bolsonaro -lo calificó de “caza de brujas” y exigió su desestimación- enfureció a Lula, quien el miércoles prometió tomar represalias y acusó a EE.UU. de intentar interferir en el sistema judicial y los asuntos internos de Brasil.

No hay razón para hablar

Ministros del Gobierno argumentaron en declaraciones públicas durante todo el jueves que no había ninguna razón económica detrás de los aranceles, solo motivaciones políticas que dejaban poco margen para negociar dado que Lula no tiene poder para intervenir en el caso de Bolsonaro ante el Tribunal Supremo.

Lula dijo el jueves que “no tendría problema en llamar a Trump”, pero que “tiene que tener una razón para llamar” primero.

“Podría haber llamado a Brasil para hablar de las medidas que va a tomar”, dijo en la entrevista con Globo. “Fue una falta total de respeto, y no tengo por qué aceptar esa falta de respeto. No tengo nada que hablar con Trump, él no da motivos para hablar”.

En cambio, Lula dijo que buscaría hablar con líderes empresariales de compañías y sectores que se verían afectados por los aranceles, citando específicamente al fabricante brasileño de aviones Embraer SA (ERJ), a los productores de jugo de naranja y a los fabricantes de acero.

Ver más: Qué tanto depende EE.UU. de las materias primas brasileñas, sector por sector

Brasil, dijo, intentará agotar las negociaciones antes del 1 de agosto, cuando los aranceles entrarán en vigor. Pero su gobierno no rehuirá tomar represalias en virtud de una nueva ley de reciprocidad comercial aprobada por el Congreso este año si las conversaciones no avanzan.

“Intentaremos llevar a cabo todos los procesos de negociación posibles”, dijo Lula en la entrevista con Globo. “Brasil prefiere negociar, prefiere dialogar. Pero una vez agotadas las negociaciones, Brasil hará cumplir la Ley de Reciprocidad”.

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