Bloomberg Línea — JPMorgan Private Bank (JPM) advierte que el dinamismo que ha mostrado la economía colombiana está sostenido por el gasto público, una base que considera frágil, aunque su comportamiento muestra un repunte en su ritmo de su crecimiento en 2025.
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Nur Cristiani, responsable de estrategia de inversión para América Latina, aseguró en entrevista con Bloomberg Línea que las cuentas fiscales del país son hoy una de sus “principales preocupaciones”.
A pesar del buen desempeño relativo frente a otros países de la región, la estratega advierte que los fundamentos que respaldan la recuperación colombiana “no son sostenibles” y que la volatilidad fiscal podría desalentar nuevos flujos de inversión.
“La foto de Colombia en términos de crecimiento este año está mejor que el año pasado”, dijo Cristiani. Sin embargo, matizó que ese crecimiento ha sido impulsado por factores que difícilmente podrán sostenerse en el tiempo.

El principal de ellos, explicó, es el gasto público. Si bien cree que difícilmente se verá recortado en un año electoral como el que empezará vivir el país. En ese contexto, JPMorgan proyecta un déficit fiscal cercano al 6% para 2025, de acuerdo con sus propios cálculos.
Cristiani subrayó que esta situación eleva el nivel de cautela respecto a Colombia. La inestabilidad fiscal, dijo, puede resultar tolerable para inversores con trayectoria en mercados emergentes, pero representa un obstáculo para aquellos fondos que apenas comienzan a explorar la región. “Para quien hace un double click en la región, puede resultar preocupante”, dijo.
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No obstante, consideró que, si se trata de ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, cuando se analiza a nivel regional este tipo de preocupaciones fiscales, la atención se la lleva más Brasil por el peso que tienen en los índices.
“Para el que invierte en Colombia, yo creo que la mayoría de esto ya está descontado”, dijo.
Valoraciones y presión sobre el peso
La estratega también señaló que, aunque los activos colombianos siguen cotizando a múltiplos inferiores a los promedios históricos, el margen de valorización se ha reducido.

En su opinión, los mercados accionarios de la región han recortado los niveles de descuento que ofrecían, lo que limita el argumento para nuevos flujos de inversión agresivos hacia América Latina. Aunque no prevé una reversión brusca en los mercados, sí anticipa una pérdida de impulso.
“No vemos reversión en los mercados. Simplemente creemos que el momentum más fuerte ya pasó y que ahora vamos a ver un mercado mucho más selectivo. Especialmente en las regiones como Colombia, como Brasil, en donde poco a poco nos vayamos acercando a procesos electorales”, explicó.
En cuanto al tipo de cambio, Cristiani considera que, al igual que el resto de las monedas regionales, más que una fortaleza del peso colombiano, lo que se está viendo es una debilidad del dólar.
“Simplemente es un reflejo de la debilidad del dólar y no una fortaleza de las monedas locales”, dijo al realizar el análisis regional.
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Por ello, Cristiani cree que no hay razones para que las monedas de la región mantengan los niveles observados en el primer semestre. “Las idiosincrasias locales para nosotros siguen siendo complejas, en su mayoría, por lo menos este año, y el próximo”, señaló.
Para la experta, las monedas se tendrán que enfrentar a un escenario en que los bancos centrales recortarán las tasas de interés, lo que reduce el atractivo del carry trade, y un menor dinamismo económico en medio de una baja inversión, hasta no tener claridad de qué pasa con la política arancelaria en Estados Unidos.
“¿De dónde van a venir esos dólares que te pueden apoyar al peso colombiano quedándose en COP$4.000?”, cuestionó.