Bloomberg Línea — El precio del dólar en Colombia (COP) va a completar un mes moviéndose alrededor de los COP$4.000 y, si bien es una de las monedas emergentes más fuertes de 2025, es muy poco probable que logre mantener su solidez por mucho tiempo teniendo en cuenta el contexto local que rodea la apreciación.
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“Desde hace varios meses la prima de riesgo de Colombia es superior a la de países comparables”, dice un reciente informe de Corficolombiana, en el que, además, dice que “las tasas de los TES de largo plazo habían aumentado de forma importante y, aunque el peso colombiano se venía apreciando respecto al dólar, lo hacía menos que otras monedas latinoamericanas”.
No en vano para los analistas la fortaleza del peso colombiano no se mantendrá en el segundo semestre. La encuesta de expectativas del Banco de la República ubica la moneda estadounidense alrededor de los COP$4.200.
ANIF, un centro de pensamiento económico, explica que “la reciente apreciación del peso no responde a una mejora estructural de los fundamentales de la economía colombiana”.
De hecho, agrega que “su comportamiento obedece a factores globales que han debilitado al dólar como divisa de reserva”.
Favor indirecto de Trump
Si bien el presidente Gustavo Petro y su homólogo estadounidense Donald Trump no han tenido una buena relación, las políticas estadounidenses que lidera el mandatario republicano han favorecido el peso colombiano beneficiando así la imagen del presidente cafetero.
ANIF dice sobre la fortaleza del peso que la principal explicación radica en la dinámica del dólar a nivel global. “La política arancelaria y fiscal de Estados Unidos, junto con crecientes tensiones geopolíticas, han generado volatilidad en los mercados, debilitando al dólar”.
Detalla que el índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una canasta de las principales monedas del mundo, acumula una caída de 9,9% en lo que va del año, registrando su peor desempeño en un primer semestre desde 1973, cuando se abandonó el patrón oro de Bretton Woods.
En particular, “el anuncio de nuevos aranceles por parte de Trump, el 2 de abril de 2025, fecha que se ha denominado “el Día de Liberación”, generó fuertes caídas en las bolsas globales”, detalló ANIF.
La teoría de ANIF es respaldada por Corficolombiana que asegura que “más del 60% de la apreciación del peso colombiano en los últimos meses se explica por la debilidad global del dólar”.
Asegura Corficolombiana que la dinámica reciente de la tasa de cambio no es atípica en la historia reciente. “Entre el 2000 y 2024, el peso colombiano ha registrado apreciaciones entre mayo y julio en el 52% de los años, y en los primeros siete meses del año en el 53,8% de los casos, destacándose el episodio del 2023 como el más reciente y marcado”.
Ese año, la estacionalidad fue reforzada por factores como la corrección postcrisis de confianza de 2022 y un diferencial de tasas de interés elevado frente a economías desarrolladas, que favoreció el atractivo de las estrategias de carry trade.
Dice ANIF que, a nivel local, la percepción de riesgo país y el apretado panorama fiscal mantendrá gran parte de los activos desvalorizados; además, en el mercado cambiario podría haber mayor apetito de riesgo por el carry trade de las tasas de interés de la región versus las tasas de interés de la Reserva Federal.
“El reto hacia adelante será contener los riesgos fiscales y recuperar la confianza de los inversionistas en medio de un entorno internacional incierto”, concluyó ANIF.
Recalca Corficolombiana que la operación del Ministerio de Hacienda busca crear un fondo de liquidez que alivie sus problemas de caja, y le permita además reducir el gasto en intereses y disminuir la vida media de la deuda.
“En particular, el gobierno obtendría un crédito a un año en francos suizos y una tasa de interés cercana al 1% con varios bancos internacionales por hasta US$10.000 millones, aproximadamente COP$40 billones, y usaría los recursos para recomprar títulos de deuda de largo plazo, con descuentos altos, tanto en el mercado global como en el local”.
Sobre esa alternativa explica que esta estrategia busca aprovechar el alto diferencial de tasas de interés (carry trade) entre Colombia y Suiza, financiándose a tasas bajas en una moneda apreciada, e invirtiendo en títulos de deuda con tasas muy altas (precios bajos o con descuento versus su valor nominal).
De cara al futuro, dice Corficolombiana que el contexto externo sigue indicando una debilidad estructural del dólar y un mayor apetito global por activos emergentes. En el plano local, aunque los flujos de remesas podrían moderar su crecimiento, seguirán en niveles elevados que superan los ingresos por exportaciones petroleras.
Por otro lado, la monetización de los dólares del crédito para recomprar TES en el mercado local ejercerá presión a la baja sobre la tasa de cambio y podría mantenerla cerca de los niveles actuales hasta finales del año.
“No obstante, la prima de riesgo país sí está incorporando el deterioro de los fundamentales fiscales de Colombia y sigue sugiriendo que la tasa de cambio debería ubicarse por encima de COP$4.100”, dice la corporación financiera.
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Agrega que la operación del gobierno está conteniendo la reacción del dólar, y de los TES, a los preocupantes anuncios de hace un mes sobre las finanzas públicas.
“Bajo este contexto, proyectamos que la tasa de cambio se mantendrá cerca de los COP$4.000 hacia el cierre del año, registrando una alta volatilidad relacionada con factores externos y los relacionados con la situación fiscal local”, concluye Corficolombiana.