Precio de la gasolina en EE.UU. subirá por aranceles al petróleo de México y Canadá

Estados Unidos se arriesga a presionar sus niveles de inflación con los aranceles al petróleo canadiense y mexicano ante sus efectos en los precios de la gasolina

Fotógrafo: Oliver Bunic/Bloomberg
06 de marzo, 2025 | 05:43 AM

Ciudad de México — Los precios de la gasolina en Estados Unidos subirían tras la entrada en vigor de aranceles de 25 y 10% al petróleo de México y Canadá, impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según analistas del sector.

Los consumidores estadounidenses de combustibles se verán perjudicados con el aumento de precios ante la falta de crudo canadiense y mexicano para las refinerías estadounidenses, advierte la consultora noruega Rystad Energy en un reporte.

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“Los aranceles a Canadá y México podrían obligar a ambos países a redireccionar el crudo, lo que afectaría a las refinerías estadounidenses y provocaría posibles aumentos de precios”, comenta el director global de mercados de materias primas para la firma europea, Mulesh Sahdev.

Ver más: Pemex exportará petróleo a otros mercados si Trump impone aranceles a México

Canadá y México envían cuatro millones y 600.000 barriles diarios anuales de petróleo a Estados Unidos, respectivamente, cifra que equivale a 60% de las importaciones totales de crudo estadounidense, según datos de la Administración de Información Energética (EIA, por su sigla en inglés).

Aunque EE.UU. es un exportador neto de crudo, casi 70% de su capacidad de refinación funciona mejor con petróleo más pesado. Por eso, el 90% de las importaciones estadounidenses de crudo —como el canadiense y mexicano— son más pesadas frente al aceite ligero shale estadounidense, de acuerdo con la asociación comercial Fabricantes Americanos de Combustible y Petroquímicos, que representa a las principales empresas refinadoras como Exxon, Marathon y Valero.

Estados Unidos también tiene otro problema: su capacidad de refinación petrolera de 18 millones de barriles diarios no está diseñada para procesar crudos ligeros, pues solo puede refinar hasta nueve millones de barriles de crudo ligero como máximo.

El presidente y CEO de la asociación gasolinera AFPM, Chet Thompson, señala en un comunicado que Estados Unidos es energéticamente seguro en parte por sus relaciones comerciales con Canadá y México.

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“Imponer aranceles a la energía, los productos refinados y las importaciones petroquímicas no nos hará más seguros en materia de energía ni reducirá los costos para los consumidores. Por lo tanto, seguimos esperando que se pueda llegar a una rápida solución con nuestros vecinos de América del Norte”.

El CEO de la consultora energética GMEC, Gonzalo Monroy, coincide en que un aumento de precios de los combustibles presionaría la inflación de Estados Unidos, actualmente en un nivel de 3% luego de un pico 8% anual en 2022.

“Esta parte inflacionaria, hay muchas razones para creer que Trump está incubando un fenómeno de recesión”, comenta.

El combate a la inflación y la reducción de los energéticos son ejes centrales de la política de Trump en su segundo mandato, sin embargo Estados Unidos mantiene una significativa interdependencia energética con sus vecinos y socios comerciales.

Trump dijo, durante un discurso en el Congreso estadounidense, que heredó una “catástrofe económica” y una “pesadilla de inflación” del Gobierno demócrata de Joe Biden, pues sus políticas elevaron los precios de la energía. “Como presidente, lucho todos los días para revertir este daño y hacer que Estados Unidos vuelva a ser asequible”, el 4 de marzo.

La política del magnate inmobiliario y ahora presidente para impulsar la actividad petrolera, conocida como “Drill, Baby, Drill”, busca reducir la inflación y bajar los precios. Sin embargo, una mayor oferta de crudo puede presionar el precio a la baja, y los productores de aceite shale en Estados Unidos requieren un nivel de precio más alto para mantener sus operaciones rentables. Brittany Sowacke/Bloomberg

La política del magnate inmobiliario y ahora presidente para impulsar la actividad petrolera, conocida como “Drill, Baby, Drill”, busca reducir la inflación y bajar los precios. Sin embargo, una mayor oferta de crudo puede presionar el precio a la baja, y los productores de aceite shale en Estados Unidos requieren un nivel de precio más alto para mantener sus operaciones rentables.

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“Si el precio baja de US$60 dólares, veremos quebrar a varias empresas, sobre todo del shale estadounidense”, comenta Monroy.

Dado el estilo de Trump, es probable que el presidente de Estados Unidos entable una negociación antes del aumento de la demanda de combustible en el verano, considera Rystad.

“Trump ya ha advertido a los consumidores nacionales que soporten un cierto sufrimiento a corto plazo para obtener grandes beneficios más adelante”, agrega la firma.

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Tal como están los aranceles actualmente, el mercado norteamericano verá varios impactos, dice Dylan White, analista principal de mercados de crudo de América del Norte de la consultora energética Wood Mackenzie en un análisis.

En un escenario de aranceles del 10% sobre el petróleo canadiense, Wood Mackenzie prevé que el crudo de Canadá continúe consumiéndose en gran medida en el centro del continente estadounidense y la costa del Golfo de Estados Unidos.

“Las refinerías en el centro del continente están aisladas y tienen un acceso limitado a fuentes alternativas de crudo pesado y, por lo tanto, dependen del suministro canadiense”, según White.

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En el caso de México, el analista estima que las exportaciones petroleras se desvíen a Europa y Asia lo cual afectaría la venta de 600.000 barriles diarios a Estados Unidos. El valor de las exportaciones anuales de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) es de US$11.900 millones.

Pemex, la petrolera que concentra el 95% de la producción mexicana, reveló que exportará a otros mercados ante los aranceles de Trump durante una llamada con analistas.

En la ecuación también aparece un factor importante de 800.000 barriles diarios de combustible exportados al mercado mexicano.

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“La falta de salida para estos flujos volverá a ejercer presión sobre la refinación en la Costa del Golfo, erosionando los márgenes. La señal es que estos aranceles pueden durar solo un trimestre en el mejor de los casos”, agrega Wood Mackenzie en el reporte.

La respuesta de México y Canadá

Monroy considera que la respuesta a los aranceles de Canadá es muy diferente a la de México por los momentos políticos que atraviesa cada país, y señala que Sheinbaum ha mantenido una postura “prudente”.

El primer ministro canadiense Justin Trudeau respondió a Trump con aranceles dirigidos por US20.700 millones que se extenderán a US$155.000 millones. David Kawai/Bloomberg

Mientras el primer ministro canadiense Justin Trudeau respondió a Trump con aranceles dirigidos por US20.700 millones que se extenderán a US$155.000 millones, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum convocó a un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México donde revelará sus medidas arancelarias y no arancelarias, pero hasta el domingo 9 de marzo.

“Claudia Sheinbaum va empezando su sexenio, va a estar por seis años, mientras que Trudeau ya va de salida y está prácticamente peleando su partido una nueva elección”, menciona.

Sobre una posible respuesta de México a productos energéticos estadounidenses como el gas, Monroy comenta que sería una medida “suicida” del Gobierno mexicano ante la alta dependencia del gas natural para la producción eléctrica e industrial del país.

México es un importador neto de gas natural. El país compra alrededor del 70% del combustible a Estados Unidos. Más de la mitad de la electricidad que produce el país proviene del gas.

Mientras el Gobierno de Trump ha detenido temporalmente los aranceles a tres empresas automotrices, Sheinbaum reveló que tendrá una llamada con el mandatario estadounidense el jueves 6 de marzo por la mañana. Incluso la presidenta pospuso su conferencia de prensa matutina hacia el mediodía.