El dólar cae y América Latina lo siente: las monedas que más subieron en el primer semestre

Impulsadas por la debilidad del dólar, tasas de interés atractivas y un mayor apetito global por riesgo, las monedas de América Latina registraron un sólido desempeño en el primer semestre de 2025.

U.S. one-dollar bills are displayed
01 de julio, 2025 | 06:00 AM

Bloomberg Línea — Deudas en dólares más bajas, viajes a Estados Unidos más accesibles y compras internacionales menos costosas. Eso es lo que disfrutaron muchos latinoamericanos en el primer semestre, gracias a la caída del dólar en 2025, que ha permitido a prácticamente todas las monedas de la región ganar valor frente a la divisa estadounidense.

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Más allá de aspectos locales, que los ha habido, la región no ha sido ajena al comportamiento que ha tenido el billete verde, con un deterioro estructural que lo ha llevado incluso a ver niveles que no se tocaban desde hace tres años.

Las dudas alrededor del denominado excepcionalismo estadounidense, las presiones sobre la Reserva Federal, las dudas fiscales y la volatilidad que ha generado la administración de Donald Trump le han restado valor a la moneda.

“El factor que primordialmente explica esta apreciación que venimos observando durante esta primera mitad del año está asociada a la debilidad generalizada del dólar americano”, explicó Felipe Juncal, economista para México y Latinoamérica de Citi (C).

“Si bien hemos visto episodios de volatilidad, principalmente asociados al conflicto en Medio Oriente, la narrativa del dólar débil vuelve a ponderarse”, agregó.

Las dos monedas que más avanzan

En medio de esa caída generalizada del billete verde, las monedas de las dos principales economías de la región, Brasil y México, fueron las más fuertes durante el primer semestre.

Valeria Álvarez, jefe de estrategia de Itaú Colombia, señaló que el real brasileño ha mostrado una valorización de 13,73% en lo que va de 2025. Este avance se explica en parte por la debilidad generalizada del dólar y el mayor apetito global por activos de mercados emergentes.

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Además, destacó que este desempeño está estrechamente ligado al atractivo carry trade que ofrece Brasil, gracias a sus tasas de interés cercanas al 15%, que se encuentran entre las más altas del mundo.

En el caso de México, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, dijo que también pesa el carry trade, el atractivo del diferencial de tasas de interés entre el Banco de México y la Reserva Federal, que ha incentivado la entrada de capitales de portafolio.

“El peso se ha beneficiado del apetito global por activos de mercados emergentes, en un entorno donde persiste la búsqueda de rendimientos por parte de inversionistas internacionales”, agregó Siller.

A U.S. one dollar bill and Mexican pesos coins are arranged for a photograph inside a currency exchange center in Mexico City, Mexico, on Tuesday, July 9, 2013. Mexico’s peso rose for the first time in three days on July 11 after Federal Reserve Chairman Ben S. Bernanke called for maintaining a U.S. stimulus program that has boosted demand for the Latin American country’s securities. Photographer: Susana Gonzalez/Bloomberg

La divisa mexicana avanzó 11,09% durante el primer semestre, aunque los riesgos no están ausentes para el resto del año. Juncal espera que la narrativa del dólar débil se mantenga, por lo que ven al tipo de cambio sobre los MXN$18,98.

No obstante, hay factores que podrían presionar la cotización al alza, como los movimientos de tasas de interés o una mayor incertidumbre.

“Una disminución en el diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, en caso de que el Banco de México decida continuar el ciclo de recortes y con la Reserva Federal recortando durante la segunda mitad del año, además una mayor incertidumbre idiosincrática derivado de la situación fiscal de México y volatilidad asociada a la relación comercial entre México y Estados Unidos”.

Felipe Juncal, economista para México y Latinoamérica de Citi

Siller anticipa que el tipo de cambio seguirá mostrando volatilidad en lo que resta del año, con una inclinación hacia la depreciación, impulsada sobre todo por el ciclo de ajustes en las tasas de interés.

Las divisas andinas también ganan

Las monedas de Colombia, Chile y Perú no han sido ajenas a las ganancias frente al dólar.

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A pesar de las dudas fiscales, el peso colombiano ha subido 7,47%, también sostenido por el atractivo del carry trade. “El Banco de la República ha sido muy cauteloso y Colombia también sigue ofreciendo algo de mejor carry, dijo Álvarez, la jefe de estrategia de Itaú Colombia.

Para la analista, el ruido fiscal pareciera de cierta forma ya estar incorporado en los activos, aunque en el segundo semestre vendrán hechos que podrían golpear a la moneda.

Por ejemplo, la próxima semana se cumple la fecha límite que entregó el gobierno de Trump para imponer nuevos aranceles y una semana después es la fecha límite para que el Congreso de ese país apruebe o no la reforma fiscal.

“Nuestro equipo macro tiene como cierre de año una tasa de cambio de COP$4.300. Un inversionista por debajo de los COP$4.100 debería estar diversificando el portafolio en dólares. Por encima de los COP$4.280, los COP$4.300, debería estar pensando tal vez en vender dólares”

Valeria Álvarez, head of Strategy de Itaú Colombia

En el caso del peso chileno, que ganó 6,79% en el primer semestre, y el sol peruano, con un avance de 5,58%, se han visto beneficiados del desempeño del cobre.

Además, en el caso de Chile, un entorno externo más favorable para economías emergentes y cierta estabilidad en el riesgo país han sido factores clave, según explicó Gonzalo Muñoz, analista de mercados en XTB Latam.

Imagen del peso chileno

Sin embargo, advirtió que este comportamiento podría revertirse en la segunda mitad del año. “El momentum del dólar sigue siendo alcista, y en contextos de incertidumbre se vuelve a posicionar como refugio”, indicó Muñoz.

La persistente inflación en EE.UU., la tensión geopolítica con China y los riesgos de nuevos aranceles son factores que podrían fortalecer nuevamente al dólar. Para Muñoz, esto hace que se mantenga como “una herramienta clave de cobertura dentro de una cartera diversificada”.

La apreciación del sol peruano frente al dólar se explica principalmente por sólidos fundamentos internos, destacó David Enrique Lizama Olaya, analista senior de renta fija de Renta 4 Perú.

“Los términos de intercambio están en máximos, el consumo privado es sólido, la inversión privada abundante, la inflación está controlada y somos la mejor economía por lado de indicadores macro como los vinculados al endeudamiento y perspectivas de crecimiento”

David Enrique Lizama Olaya, analista senior de renta fija de Renta 4 Perú

Además, añadió que las utilidades mineras altas reportadas en marzo de 2025 y la próxima bonificación de mitad de año para trabajadores dependientes han presionado a la baja el tipo de cambio, sumado a la caída global del DXY por el ruido geopolítico internacional.

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Sin embargo, Lizama advirtió que “el único factor que podría revertir esta tendencia es el ruido político electoral”, recordando que un escenario de alta incertidumbre ha llegado a impactar en más de 400 puntos básicos al tipo de cambio. Renta 4 proyecta una tasa cercana a PEN$3,50 como fair value sin considerar riesgo político.

El caso del peso argentino

El peso argentino cerró el semestre como la principal moneda de la región en depreciarse frente al dólar, en medio de la implementación del nuevo programa con el FMI.

Según Sebastián Rondeau, analista del Bank of America, el plan para Argentina contempla una banda cambiaria y el retiro de controles de capital, respaldado por un amplio paquete financiero, un ancla fiscal más fuerte y reformas estructurales para impulsar el crecimiento.

El banco central permite que el tipo de cambio flote en una banda inicial de ARS$1000-ARS$1400 por dólar, sin comprar divisas dentro de la banda mientras mantiene una política monetaria restrictiva para priorizar la desinflación.

Fuente: Bloomberg

Rondeau explicó que el apoyo de los organismos multilaterales ha sido más rápido de lo previsto, lo que reduce el riesgo de una devaluación abrupta.

Pese a los beneficios que ha traído la caída del dólar, JPMorgan ha recordado que la apreciación de las monedas latinoamericanas durante el primer semestre no responde a un fortalecimiento estructural de sus economías.

En muchos casos, el impulso cambiario ha sido más reflejo de factores externos que de fundamentos internos sólidos. Con bancos centrales recortando tasas, dudas fiscales persistentes y una desaceleración en la inversión, el panorama para el segundo semestre plantea riesgos.

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