El petróleo cae tras su mayor pérdida semanal en más de dos años, mientras los fondos de cobertura se amontonaban en las apuestas bajistas tras la frágil tregua entre Irán e Israel, y antes de una reunión de la OPEP+ en la que podría producirse otro aumento desmesurado de la producción.
El Brent para septiembre caía hasta un 0,8%, hasta cerca de 66 dólares el barril, tras perder un 12% la semana pasada, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) cotizaba cerca de 65 dólares. Irán dijo que sigue siendo escéptico de que el alto el fuego mediado por Estados Unidos con Israel dure, aunque el presidente Donald Trump sugirió que podría respaldar un eventual alivio de las sanciones para la República Islámica.
Mientras tanto, los miembros clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados están dispuestos a considerar otro aumento de 411.000 barriles diarios para agosto cuando se reúnan el domingo, según varios delegados. Sería el cuarto mes en que el grupo acuerda una subida tan importante, el triple de los volúmenes previstos inicialmente.
El crudo cotiza cerca de su punto de partida, antes de que Israel atacara Irán por primera vez el 13 de junio, y la atención vuelve a centrarse en los catalizadores de la oferta y la demanda. Aparte de la posible subida de la producción de la OPEP, que podría exacerbar el exceso de oferta que se prevé para finales de este año, la atención también se centrará en las negociaciones comerciales que amenazan con reducir el consumo, a solo 10 días de que se reanuden los aranceles de Trump a países concretos.
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