Bloomberg Línea — El debate entre gestión activa y pasiva ha cobrado fuerza en América Latina, donde la industria de fondos intenta justificar su valor frente al crecimiento sostenido de las inversiones indexadas.
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El informe SPIVA Latin America Mid-Year 2025, publicado por S&P Dow Jones Indices, confirma una tendencia que se ha vuelto estructural: en la mayoría de las categorías y periodos, la gestión pasiva ha ofrecido mejores resultados que los fondos activos, tanto en renta variable como en renta fija.
El estudio analiza el desempeño de los fondos de inversión activos en países como Brasil, México y Chile frente a sus respectivos índices de referencia. Los datos revelan que, a diez años, la mayoría de los fondos en todas las categorías bajo análisis no lograron superar a sus índices comparables.
La gestión activa busca superar al mercado mediante decisiones individuales de compra y venta por parte de un gestor. En contraste, la gestión pasiva replica un índice de referencia y apuesta por mantener una cartera diversificada con bajos costos y menor rotación.
Aunque en el primer semestre de 2025 los mercados bursátiles de la región mostraron una fuerte recuperación, los gestores activos no consiguieron capitalizar completamente este repunte, con algunas excepciones puntuales.

“Si bien la mayoría de los índices de referencia locales en América Latina aumentaron en el primer semestre de 2025, las tasas de bajo rendimiento de los fondos activos variaron considerablemente según el país y la clase de activo”, señaló Joseph Nelesen, director del equipo de especialistas en estrategia de inversión en índices de S&P DJI.
Los índices superan a los gestores activos
En México, el S&P/BMV IRT, que incluye los dividendos reinvertidos del tradicional Mexbol, subió 18,6% en los primeros seis meses del año. A pesar de ese rendimiento, el 63,6% de los gestores de fondos activos en renta variable no lograron igualar al índice. A diez años, el 73,2% de estos fondos también se quedó por detrás.
Los datos muestran que incluso los fondos más exitosos apenas superaron marginalmente al índice. En el periodo más reciente, la mediana de los fondos se ubicó 1,5 puntos porcentuales por debajo del benchmark, lo que indica una dificultad persistente para alcanzar esos niveles.
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“La mayoría de los fondos de renta variable de México y los fondos de bonos brasileños quedaron rezagados respecto a sus índices. En el periodo de diez años, la mayoría de los fondos tuvo un rendimiento inferior en todas las categorías”, aseguró Nelesen.
En Brasil, el comportamiento fue mixto. Mientras que los fondos de grandes capitalizaciones tuvieron una baja tasa de bajo rendimiento en el primer semestre, con solo el 18,5% sin alcanzar al índice S&P Brazil LargeCap, el panorama a largo plazo fue menos alentador. A diez años, el 66,3% de estos fondos no logró superar su referencia.
En el caso de los fondos de mediana y pequeña capitalización, la situación fue aún más clara: el 85,3% tuvo resultados inferiores al índice correspondiente. En renta fija, los fondos de bonos corporativos y gubernamentales mostraron tasas de bajo rendimiento de 70,5% y 90,5%, respectivamente, en el mismo horizonte temporal.

“Los fondos de renta variable en Chile y Brasil obtuvieron mejores resultados que la mayoría, con menos de la mitad de los fondos en cada categoría por debajo del índice”, dijo Nelesen.
Chile se destacó como uno de los mercados más dinámicos del semestre. El índice S&P Chile BMI subió 23,0%, mientras que menos de la mitad de los gestores activos del país (45,0%) no alcanzaron ese rendimiento. No obstante, a diez años, la cifra de fondos rezagados escaló a 93,3%, lo que indica que el buen desempeño reciente no cambia la tendencia de largo plazo.
Incertidumbre y oportunidades
Aunque los resultados refuerzan la ventaja estructural de invertir en índices, el contexto macroeconómico y político de América Latina sigue condicionando las decisiones de los inversionistas.
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Según Felipe Barragán, estratega de análisis de mercados en Pepperstone, “los riesgos a corto plazo para la renta variable latinoamericana incluyen un crecimiento más lento, una elevada deuda pública y una inflación persistente”.
La región enfrenta además desafíos derivados de una posible desaceleración global, volatilidad cambiaria y cambios en la política comercial de Estados Unidos. “La incertidumbre política, ya que varios países celebrarán elecciones importantes en 2026, podría desestabilizar la continuidad de las políticas”, explicó Barragán.
Este panorama lleva a que muchos inversionistas prefieran estrategias más diversificadas y eficientes en costos, como las que ofrecen los fondos indexados.

El informe de S&P también señala que la dispersión entre los rendimientos de acciones dentro de los índices aumentó durante el semestre, en especial en Brasil. Esta mayor dispersión, que refleja la variabilidad de los retornos entre los distintos componentes del índice, puede ofrecer oportunidades a los gestores activos.
Sin embargo, el estudio advierte que esta volatilidad también implica un mayor riesgo de seleccionar acciones con bajo desempeño, lo que en muchos casos terminó impactando negativamente en los resultados de los fondos.
El dilema de elegir gestores activos
La publicación de SPIVA incluye datos sobre la dispersión de resultados entre gestores dentro de cada categoría. En mercados como México y Brasil, la diferencia entre los fondos del cuartil superior e inferior fue marcada. En algunos casos, los fondos del cuartil más bajo no solo se quedaron cortos frente al índice, sino que presentaron pérdidas considerables.
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Esto refleja un riesgo significativo para los inversionistas que apuestan por estrategias activas, ya que las probabilidades de seleccionar un fondo que supere consistentemente al mercado son bajas y el costo de una mala elección puede ser elevado.
La sostenibilidad del reciente repunte bursátil en la región también es motivo de cautela. “El reciente repunte ha llevado a varios índices a máximos históricos. Sin embargo, la durabilidad del repunte no está garantizada, ya que depende de la estabilidad externa y de las reformas locales”, advirtió Barragán.

La evidencia aportada por SPIVA 2025 pone de relieve que, en América Latina, los inversionistas que eligieron seguir los índices bursátiles a través de fondos pasivos obtuvieron, en general, mejores resultados que quienes optaron por gestores activos.
En un entorno caracterizado por alta volatilidad, costos elevados y dificultad para generar ganancias sostenidas, la gestión pasiva aparece como una opción más eficiente para capturar el crecimiento de los mercados regionales.









