Bloomberg Línea — Elon Musk anunció el martes que, a partir de mayo, comenzará a disminuir su participación en actividades relacionadas con la administración de Donald Trump, con el objetivo de enfocarse más directamente en las operaciones de Tesla (TSLA).
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Esta decisión generó un impulso en el valor de las acciones de la compañía en el mercado extendido, con un alza cercana al 8%, aunque luego se moderó.
Durante la llamada con inversores, Musk explicó que su dedicación al denominado “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés) se reducirá considerablemente en las próximas semanas.
Aunque mantendrá cierto grado de implicación hasta el fin del actual mandato presidencial, su prioridad volverá a centrarse en la gestión de Tesla.

“Creo que probablemente a partir del mes que viene, mayo, mi asignación de tiempo a DOGE se reducirá significativamente”, dijo. Agregó que seguirá participando en cierta medida durante “el resto del mandato del presidente” Trump.
El DOGE, una estructura que Musk propuso directamente a Trump en la red social X, ha adquirido peso político en los últimos meses.
Desde su creación, ha liderado recortes significativos en la plantilla federal, así como la eliminación de políticas enfocadas en diversidad e inclusión. Además, se ha abierto paso en agencias clave, con acceso a bases de datos confidenciales.
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La figura de Musk dentro del gobierno se enmarca en la categoría de “empleado especial”, lo que le impone un límite de 130 días de trabajo al año, según explicó Bloomberg. Sin embargo, Trump ha insinuado públicamente que este período podría concluir antes de lo previsto.
La empresa reportó beneficios ajustados de 27 centavos por acción en el primer trimestre de 2025, una cifra inferior al promedio de las estimaciones de los analistas. La compañía también eliminó su proyección previa de crecimiento de ventas para el año, lo que refleja una mayor cautela ante un entorno operativo desafiante.
Tesla explicó que el retroceso se debió a una combinación de factores, entre ellos: menores entregas de vehículos, especialmente del Model Y, durante el cambio de línea de producción; caída en el precio promedio de venta (ASP), influido por incentivos; y cambios de mezcla y aumento en gastos operativos, en particular por inversión en proyectos de IA y robótica.

La compañía reconoció que la incertidumbre política y comercial global, especialmente los nuevos aranceles impulsados por el presidente Trump, está afectando tanto los costos como la demanda.
“Es difícil cuantificar los efectos del cambio en la política comercial global sobre las cadenas de suministro, nuestra estructura de costos y la demanda de bienes duraderos”, dijo Tesla en su informe.
La firma advirtió que la política comercial cambiante podría tener “un impacto significativo en la demanda de nuestros productos en el corto plazo”. Esto se refleja especialmente en el negocio energético, donde productos como Megapack y Powerwall dependen de baterías LFP provenientes de China.