Bloomberg Línea — El envejecimiento poblacional ha dejado de ser una tendencia exclusivamente demográfica para convertirse en un fenómeno económico con implicaciones concretas en los mercados financieros.
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Con una población mundial que envejece a ritmos acelerados, gestoras como BlackRock, Amundi y Fidelity han lanzado vehículos especializados que buscan capturar las oportunidades derivadas de esta transformación estructural. Según estimaciones de la OCDE, el número de personas mayores de 80 años se triplicará para 2050.
Esta dinámica está modificando los patrones de consumo, la demanda de servicios de salud y la estructura de la fuerza laboral, lo que se refleja en la composición de ciertos portafolios de inversión.
En ese contexto, sectores como el cuidado de la salud, la biotecnología, los seguros y el consumo especializado han ganado protagonismo dentro de los fondos temáticos.

“Nadie levanta el puño con entusiasmo cuando oye la expresión ‘una sociedad envejecida’”, dijo el profesor Andrew Scott, del London Business School. ”Siempre se percibe como un problema de decadencia, lo cual es un poco extraño si se piensa que es uno de los mayores logros del siglo XX”.
El académico hace referencia al hecho de que el aumento de la longevidad es producto del progreso en salud pública, tecnología médica y condiciones de vida, una situación que ya se empieza a capturar en los mercados financieros.
Longevidad como tesis de inversión
Uno de los fondos representativos en esta categoría es el iShares Ageing Population UCITS ETF, gestionado por BlackRock (BLK). Este ETF replica el índice STOXX Global Ageing Population, que incluye empresas que obtienen una parte significativa de sus ingresos de productos o servicios dirigidos a personas mayores de 60 años.
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Según BlackRock, el fondo proporciona “acceso diversificado y a precios competitivos a empresas que ofrecen productos o servicios dirigidos específicamente a la población mundial de mayor edad”, con exclusión de sectores como armas, tabaco o energía nuclear.
El portafolio incluye emisores como Allianz, Fresenius SE, Exelixis (EXEL) y Globe Life. Aproximadamente, el 44% del fondo está invertido en el sector salud, mientras que el 47% está vinculado a servicios financieros.
Estados Unidos representa cerca del 45% del peso geográfico, seguido por Japón, Alemania y Francia.
“El fondo representa una visión de largo plazo en la asignación de renta variable, respaldada por un proceso sistemático de selección de compañías líderes en el cuidado de la población longeva”, dice BlackRock.

Por su parte, el CPR Invest Global Silver Age, gestionado por CPR Asset Management (Amundi), aborda esta tendencia mediante un enfoque temático.
“El envejecimiento es un fenómeno estructural, universal y duradero, que transforma profundamente nuestras sociedades”, dice el último informe del fondo.
La cartera está compuesta por farmacéuticas, aseguradoras y firmas tecnológicas, entre las que figuran Eli Lilly (LLY), MetLife (MET), Sun Life Financial y BlackRock. Se priorizan emisores con ventajas competitivas sostenibles, baja sensibilidad a los ciclos y alta visibilidad de ingresos.
Este fondo divide su exposición sectorial principalmente entre salud (47,8%) y servicios financieros (34,4%), con participaciones adicionales en tecnología y consumo especializado.
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Geográficamente, el 65% de los activos se concentra en América del Norte, seguido por Europa con un 21% y Japón con un 10%. El gestor busca compañías con potencial para beneficiarse del incremento en la demanda de tratamientos médicos, soluciones aseguradoras y tecnologías para la tercera edad.
En tanto, el Fidelity Global Demographics Fund ofrece una perspectiva más amplia al incluir dentro de su mandato otras transformaciones asociadas al crecimiento poblacional, como la expansión de la clase media, la urbanización y la digitalización.
“Al invertir en compañías donde las tendencias demográficas son factores clave para los beneficios, creemos que el fondo disfrutará de un fuerte crecimiento de beneficios a largo plazo”, afirma la co-gestora Aneta Wynimko.
Entre sus principales posiciones figuran Microsoft (MSFT), Amazon (AMZN), Boston Scientific (BSX) y Taiwan Semiconductor (TSM).

Según la ficha mensual más reciente, el fondo tiene una exposición sectorial balanceada entre tecnología, consumo discrecional, salud y servicios financieros. En términos de asignación geográfica, Estados Unidos representa más del 60% del portafolio, seguido de Japón, Reino Unido y Taiwán.
El enfoque de Fidelity privilegia empresas con capacidad para adaptarse a los cambios en las estructuras poblacionales y de consumo, incluyendo salud digital, automatización del hogar y servicios financieros inclusivos.
Una población más vieja
El auge de los fondos temáticos vinculados al envejecimiento coincide con un momento clave para la economía global.
El Fondo Monetario Internacional estima que, si se promueve un envejecimiento saludable, este podría aportar 0,4 puntos porcentuales adicionales al crecimiento del PIB mundial en los próximos 25 años.
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Sin embargo, el crecimiento mundial sería 1,1 puntos porcentuales más bajo que el promedio prepandemia si no se implementan reformas estructurales.
“La demografía no es destino. Podemos cambiar la forma en que envejecemos y transformar una posible carga en una fuente de dinamismo económico”, dijo Bertrren Gruss, economista principal del FMI, durante un evento del organismo.
En este contexto, los fondos temáticos vinculados al envejecimiento ofrecen una herramienta para incorporar esta transición demográfica en las decisiones de inversión.
Combinan criterios ESG, diversificación regional y sectorial, y una narrativa respaldada por indicadores poblacionales. “Tenemos que dejar de pensar tanto en nuestra edad cronológica y pensar más en nuestra edad prospectiva”, agregó Scott, subrayando la necesidad de ajustar las estrategias a las expectativas de longevidad saludable.

Para JPMorgan, el envejecimiento de la población tiene un claro impacto en la bolsa. Según sus cálculos, un aumento del 1% en la proporción de personas mayores de 65 años se correlaciona con una disminución del 0,92% en los retornos anuales de las acciones durante un período de 10 años.
“Históricamente, una población más vieja ha llevado a rendimientos decrecientes, menor crecimiento de las ganancias y valoraciones más débiles”, advierten sus estrategas.
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También señalan que los índices con empresas de pequeña y mediana capitalización podrían ser más sensibles a esta tendencia que aquellos compuestos por grandes multinacionales.
No obstante, también hay oportunidades de ganancias. “Encontramos una clara relación positiva entre el envejecimiento y el exceso de rentabilidad del sector (de atención sanitaria), impulsada enteramente por un crecimiento más rápido de las ganancias”, concluye el banco.