La peor caída del dólar estadounidense fue en 1973 y 2025 se acerca por estas razones

Medio siglo después del fin de Bretton Woods y la crisis petrolera, el dólar vive una nueva caída, esta vez marcada por la volatilidad del segundo mandato de Trump y la debilidad institucional en EE.UU.

Operations Inside The Bureau of Engraving and Printing
02 de julio, 2025 | 12:35 PM

Bloomberg Línea — El índice del dólar estadounidense cayó en el primer semestre de 2025 y registró su peor desempeño semestral en más de cinco décadas.

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La divisa perdió alrededor de un 10,7% en este período, un desplome comparable únicamente con la caída del 14,8% en el primer semestre de 1973, cuando Estados Unidos atravesaba un cambio estructural en su política monetaria y un shock petrolero que transformó la economía global.

Este año, el retroceso refleja un conjunto de factores económicos, fiscales y políticos que han debilitado la confianza en la moneda, en un entorno marcado por la volatilidad de la administración de Donald Trump, las presiones sobre la Reserva Federal y un menor crecimiento de la economía estadounidense.

¿Por qué el dólar cayó en 1973?

En 1973, la caída del dólar estuvo directamente relacionada con el colapso del sistema de Bretton Woods y el final de la convertibilidad del dólar en oro.

U.S. Currency Production At The Bureau of Engraving and Printing

El sistema recibió su nombre por la conferencia celebrada en julio de 1944 en Bretton Woods, un pequeño pueblo de New Hampshire, Estados Unidos, donde delegados de 44 países aliados acordaron crear un nuevo orden financiero internacional tras la Segunda Guerra Mundial.

En este sistema, las monedas del mundo mantenían un tipo de cambio fijo frente al dólar estadounidense, mientras que el dólar, a su vez, estaba respaldado por oro a una tasa fija de US$35 por onza. Esta convertibilidad significaba que los bancos centrales extranjeros podían canjear sus reservas en dólares por oro estadounidense, lo que le daba confianza a la moneda.

Sin embargo, en la práctica, el exceso de gasto y endeudamiento de Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970 erosionó esa capacidad de respaldo. En agosto de 1971, el presidente Richard Nixon suspendió unilateralmente esa convertibilidad en una medida conocida como el “Nixon Shock”, para evitar la continua salida de reservas de oro ante los altos déficits fiscales y comerciales.

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En febrero de 1973, la administración Nixon decretó una segunda devaluación oficial, pero las presiones de mercado no cedieron. En marzo de ese año, varios países europeos abandonaron los tipos de cambio fijos frente al dólar y adoptaron regímenes flotantes, lo que consolidó el fin de Bretton Woods.

El dólar se depreció con fuerza en los mercados globales y la incertidumbre aumentó en octubre de 1973, cuando la OPEP impuso un embargo petrolero tras la guerra de Yom Kippur, cuadruplicó los precios del crudo y generó estanflación en las economías avanzadas.

La combinación del fin del patrón oro y la crisis energética provocó una caída del dólar de 14,8% en el primer semestre de ese año, un evento que redefinió el orden monetario internacional.

El patrón dólar-oro, establecido en Bretton Woods en 1944, colapsó en 1971 cuando Nixon suspendió su convertibilidad ante la fuga de reservas.

¿Por qué el dólar cae en 2025?

Ahora, 52 años después, el dólar enfrenta un nuevo ciclo de debilidad, pero por razones distintas. En el primer semestre de 2025, la moneda estadounidense se depreció un 10,7%, afectada principalmente por la incertidumbre fiscal, las dudas sobre la independencia de la Reserva Federal y la menor confianza generada por el segundo mandato de Donald Trump.

Nur Cristiani, responsable de estrategia de inversión para América Latina en JPMorgan Private Bank, explicó en entrevista con Bloomberg Línea que esta depreciación “simplemente es un reflejo de la debilidad del dólar”.

Cristiani añadió que se ha visto una “erosión en la confianza de los inversionistas alrededor de la institucionalidad de las decisiones en Estados Unidos y del efecto que pueda tener en la continua política de endeudamiento americano”.

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Sin embargo, descartó un escenario catastrófico. “No estamos poniendo en tela de juicio el dólar como moneda reserva de valor, porque he escuchado, por ejemplo, a analistas catastróficos que hablan del fin del imperio y lo comparan con España en los 1500 o el poderío de las navieras holandesas en el siglo XIX. No no estamos para nada nosotros haciendo esa comparativa”, advirtió.

Por su parte, Francesco Pesole, analista de ING, considera que la debilidad del dólar ya es estructural, aunque coincide en que no pronostican la “capitulación” de la divisa. En su opinión, los mercados mantienen un alto riesgo político y fiscal sobre la divisa, pero no anticipan un colapso absoluto, sino una etapa prolongada de menor fortaleza relativa.

No obstante, Brendan Fagan, estratega de divisas de Bloomberg Intelligence, afirmó que el billete verde parece encaminarse a sufrir más. “Los precios moderados de la Reserva Federal, los datos económicos más débiles y la mayor incertidumbre política pesan mucho sobre el dólar”, aseguró.

U.S. Dollar Advances Against Other Currencies

Para los analistas, a diferencia de 1973, cuando el dólar perdió su ancla frente al oro y cambió para siempre el sistema financiero global, la caída de 2025 refleja un reacomodo de flujos de inversión y un debilitamiento más cíclico que definitivo.

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