Bloomberg Línea — América Latina entra en una etapa de efervescencia política que, según Wells Fargo, impactará directamente en la evolución de sus monedas.
Entre lo que resta de este año y en 2026, la región vivirá una serie de elecciones clave, como la segunda vuelta presidencial en Bolivia, las elecciones legislativas en Argentina o los comicios generales en Chile.
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Los analistas de Wells Fargo, entre los que están Brendan Mckenna, aseguran que las monedas latinoamericanas estarán marcadas por una “alta sensibilidad a eventos idiosincráticos”, entre los que se incluyen las tensiones políticas y las decisiones de política monetaria.
“Los factores locales (es decir, las idiosincrasias de cada país) determinarán qué monedas se desempeñan mejor o peor en el contexto de nuestra visión general sobre el dólar”, afirmaron en su informe de agosto.
La proyección se da mientras los mercados aguardan un nuevo ciclo electoral en América Latina, en el que también habrá elecciones en Colombia, Perú y Brasil el próximo año.
Volatilidad cambiaria
El informe se centra en el impacto que pueden tener los comicios en Chile, Colombia y Brasil. Wells Fargo advierte que la volatilidad del peso chileno (USDCLP) podría intensificarse en los próximos meses, “a medida que se acerquen las elecciones generales de noviembre”.

La candidatura de la comunista Jeannette Jara es vista como una potencial sorpresa electoral, lo que podría alimentar episodios de inestabilidad, pues Wells Fargo espera que la presidencia se defina en una segunda vuelta.
A ello, se suma la acumulación de reservas por parte del banco central y un ciclo de recortes de tasas que presionan al tipo de cambio.
“Una vez elegido José Antonio Kast, se podría lograr la estabilidad cambiaria, pero aún anticipamos un peso más débil en 2026 en un contexto de mayor fortaleza del dólar”, dice el reporte.
En Colombia, el peso (USDCOP) también podría enfrentar turbulencias en el corto plazo debido a la incertidumbre fiscal y la postura ambigua del banco central frente a nuevas bajas de tasas. “Cualquier volatilidad del peso colombiano inducida por el desliz fiscal, la flexibilización del banco central o el riesgo político bajo la administración Petro será temporal”, anticipa Wells Fargo.
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Los analistas esperan una vuelta a la estabilidad tras los comicios de 2026, donde tienen “una fuerte convicción de un retorno a la derecha del espectro político”.
En cuanto a Brasil, el real (USDBRL) podría beneficiarse temporalmente de su atractivo rendimiento debido a las altas tasas de interés del banco central, pero la tendencia se revertiría el próximo año.
“A lo largo de 2026, el aumento del riesgo político, el desliz fiscal y la flexibilización del banco central podrían llevar el tipo de cambio USD/BRL cerca de máximos históricos”, pronostica el informe. Aunque Wells Fargo mantiene la expectativa de un cambio de gobierno hacia un perfil más conservador, admite que su convicción sobre este escenario ha disminuido.

Política monetaria: ciclos de recorte
El análisis también aborda la política monetaria de algunas de las principales economías latinoamericanas.
En México, el informe indica que el ciclo de recortes podría estar cerca de su fin, pues “la inflación subyacente persistente y un margen estrecho de tasas frente a la Fed deberían resultar en un último recorte de 25 puntos básicos por parte de Banxico en septiembre”.
En Colombia, la resistencia de la inflación y la volatilidad reciente del peso limitan el margen del banco central para continuar con recortes agresivos. Según Wells Fargo, “aunque los responsables de la política monetaria podrían tener espacio para flexibilizar si la Fed baja las tasas como anticipamos, nos cuesta ver cómo las tasas en Colombia pueden bajar significativamente”.
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Chile, por su parte, continuaría con su ciclo de recortes, aunque a un ritmo más moderado. “Con las tasas acercándose a niveles neutrales, los recortes futuros del BCCh podrían ser limitados”, apunta el banco.
El dólar cede, pero se fortalecería en 2026
A nivel global, el informe de Wells Fargo prevé una depreciación general del dólar estadounidense durante el resto de 2025, impulsada por un ciclo de recortes más agresivo de la Reserva Federal frente a otros bancos centrales.
“Creemos que el dólar puede seguir debilitándose a medida que la Fed baje las tasas más rápido que sus pares internacionales”, afirman los economistas del banco.

Este debilitamiento beneficiaría tanto a monedas del G10 como a divisas de mercados emergentes en el corto plazo. Sin embargo, hacia 2026 se anticipa un cambio de tendencia.
“El ciclo de recortes de la Fed terminará a fines de este año, y las tasas se mantendrán sin cambios en 2026. Como resultado, mantenemos nuestra visión de que el dólar puede fortalecerse durante todo el próximo año”, escribieron los analistas.
Los economistas de Wells Fargo también destacan que, pese a la reciente proliferación de aranceles, los mercados parecen haber desarrollado una especie de inmunidad.
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“Creemos que la ‘fatiga arancelaria’ se ha asentado entre los participantes del mercado”, indican, aludiendo a la escasa reacción a los nuevos gravámenes anunciados, incluidos los del 50% a India y Brasil.
En síntesis, en un entorno internacional caracterizado por la transición de la Reserva Federal hacia una política más laxa en 2025, pero estable en 2026, la evolución del dólar y su impacto regional dependerán cada vez más de factores locales.