En los mercados abundan expresiones que muchos toman como consejos a seguir: “no atrapes un cuchillo que cae”, “la tendencia es tu amiga”, “compra el rumor, vende la noticia”. Y una de las más repetidas en esta época del año es: “Vende en mayo y retírate”.
Pero ¿realmente los datos de las últimas décadas justifican una medida tan drástica? Si bien los números suelen jugar en contra del semestre que comienza en mayo, también hay quienes advierten sobre el costo de oportunidad que implica entrar y salir por completo del mercado.
¿Qué muestra la historia reciente del S&P 500?
“Vender en mayo y marcharse” es un viejo refrán financiero basado en lo que el Almanaque del Comerciante de Bolsa identifica como “los seis mejores meses del año”. Según los registros históricos, el período con mejor desempeño promedio en los mercados se extiende de noviembre a abril. La frase implica una estrategia de desinversión temporal, con la intención de regresar en noviembre.
Un informe del holding financiero suizo Mirabaud indica que, desde 1990, el S&P 500 ha registrado una ganancia media de alrededor del 3% entre mayo y octubre, frente a un 6,3% entre noviembre y abril.
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Mirabaud aclara que este comportamiento no se limita al S&P 500: “Este rendimiento superior se observa no solo en las grandes capitalizaciones, sino también en las pequeñas y en la renta variable global”.
Sin embargo, advierte que “la historia demuestra que el coste de oportunidad de salir y volver a entrar periódicamente en el mercado puede ser significativo”.
Además, señala que, a diferencia de décadas pasadas, hoy los inversores tienen más herramientas para seguir de cerca el mercado y ajustar sus posiciones en cualquier momento del año.
Por último, también “hay que recordar que los rendimientos han variado mucho, no solo entre los periodos de noviembre a abril y de mayo a octubre, sino también dentro de estos periodos”, concluye Mirabaud.
¿Qué hay detrás de la teoría?
Hay varias razones para la teoría de “vender en mayo y marcharse”. Entre ellas, se destacan:
- Los inversores están convencidos de que, al comienzo del verano, la ausencia de participantes en el mercado debido a las vacaciones puede crear un entorno de escaso volumen y bajos rendimientos.
- La estacionalidad de los flujos de inversión puede persistir debido a las primas de fin de año en los sectores financiero y empresarial, a lo que puede contribuir el plazo de mediados de abril para presentar las declaraciones de la renta en Estados Unidos.
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- En el mercado de Singapur, la mayoría de las empresas pagan dividendos en mayo y junio de cada año. Por lo tanto, los inversores que busquen dividendos pueden tratar de evitar comprar acciones después de estos meses hasta que surjan oportunidades de compra más bajas.
- La ganancia media del Dow Jones en los últimos 10 años para el periodo de noviembre a abril fue del 27,5%, frente a una media del 2,9% para los periodos de mayo a octubre que le siguieron.
Analizando datos publicados por “The stock trader’s Almanac”, que van de 1928 a 2024, Mirabaud concluye: “Hay algo de cierto en el dicho de que mayo registra la primera corrección del año por término medio, pero julio es históricamente uno de los mejores meses del año".