Bloomberg — Un diferencial clave en el precio del cobre en un día subió a su nivel más alto en cuatro años en la Bolsa de Metales de Londres, lo que generó nuevas presiones sobre los compradores que lidian con una rápida disminución de los inventarios.
Los contratos con vencimiento en un día se negociaron con una prima de US$98 por tonelada en comparación con los que vencían un día después, alcanzando el nivel más alto desde una histórica compresión corta que sacudió a la LME en 2021.
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La creciente escasez de oferta se ha visto impulsada por los planes del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de este metal. La propuesta, que se puso en marcha formalmente en febrero, ha disparado los precios del cobre en Nueva York, y los operadores han estado enviando volúmenes récord a EE.UU. para aprovechar el aumento antes de que se impongan gravámenes.
Esa tendencia ha agotado los inventarios en el resto del mundo, y los analistas de Goldman Sachs advirtieron el jueves que la escasez empeorará antes de que entren en vigor los gravámenes, y el banco espera una decisión para septiembre.
El aumento repentino del diferencial Tom/Next, conocido como backwardation, puede generar enormes pérdidas para los operadores y los inversores industriales con posiciones cortas en la LME. Esto incentiva a los inversores a vender el metal contra sus contratos en lugar de recomprarlo a precios altos y renovarlo con pérdidas.
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Con los inventarios de la LME, fácilmente disponibles, alcanzando niveles críticamente bajos tras caídas de casi el 80% este año, hay muy poco cobre disponible para que los vendedores en corto cierren sus posiciones. La enorme contracción de los diferenciales de vencimientos a largo plazo (MDT) y a largo plazo (MT/NEXT) refleja el creciente coste de la compra de bonos para eludir su obligación de entrega.
Los precios del cobre también subieron con fuerza el jueves, con el contrato de referencia a tres meses de la LME subiendo hasta un 1,8%, hasta los US$9.888 por tonelada. Los precios subieron hasta un 3,7% en Nueva York, superando las ganancias en la LME y creando incentivos aún mayores para que los operadores envíen metal a Estados Unidos.
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