Trump sacude a los metales: el oro sube y el cobre refleja disrupciones

El oro alcanzó máximos históricos y el cobre mostró fuertes distorsiones de precios y caídas, en un mercado marcado por la nueva ola de aranceles de Trump.

El arbitraje entre el COMEX y la LME, la diferencia de precios para el mismo metal entre ambas bolsas, superó los US$900 por tonelada en abril.
01 de mayo, 2025 | 01:00 AM
Escuche esta noticiaAudio generado con IA de Google
0:00

Bloomberg Línea — Los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump han provocado una sacudida en los mercados de metales, impulsada por una nueva ola de aranceles, alta volatilidad y posicionamientos especulativos.

El oro alcanzó máximos históricos por encima de los US$3.500 la onza, mientras que el cobre se convirtió en el principal termómetro de las tensiones comerciales.

PUBLICIDAD

Ver más: ¿A cuánto llegarán el cacao, petróleo, cobre y café? Esto calcula el Banco Mundial

“La irrupción de los aranceles provocó una respuesta clásica de aversión al riesgo”, dijo Viktoria Kuszak, analista de Sucden Financials.

Desde la elección de Trump en noviembre, cuando ya amenazaba con las tarifas comerciales, los inversionistas institucionales y minoristas se volcaron al oro como activo refugio.

“De noviembre a marzo, en menos de cinco meses, casi una cuarta parte de la producción anual mundial se trasladó a las cámaras acorazadas del COMEX, lo que demuestra hasta qué punto el temor era real", agregó Kuszak.

El metal rojo, por su parte, se vio afectado por una ola de compras anticipadas y distorsiones logísticas. “El cobre parece llevar la delantera. Se mueve por los titulares de las noticias, tanto si nos llega algo de Trump como del presidente chino”, agregó Robert Montefusco, del equipo de Sucden Financials durante un encuentro de la firma de corretaje de derivados.

El cobre presenta una histórica oportunidad de inversión gracias a los aranceles de Trump.

El arbitraje entre la Bolsa de COMEX en Estados Unidos y la Bolsa de Metales de Londres (LME), que muestra la diferencia de precios para el mismo metal entre ambas bolsas, superó los US$900 por tonelada en abril, reflejando movimientos especulativos y costos no internalizados.

Oro y cobre, en medio de la tormenta

Ambos metales han sido los más sensibles a la coyuntura. El precio del oro rozó los US$3.500 por onza, impulsado por un entorno donde confluyen incertidumbre geopolítica, presiones inflacionarias y depreciación del dólar.

PUBLICIDAD

Ver más: Con Trump, el S&P 500 va camino a su peor inicio presidencial en más de 50 años

“El repunte del oro no ha estado impulsado por un único factor. Es el resultado de una tormenta perfecta de incertidumbre, aumento de las expectativas de inflación y debilidad del dólar, todo a la vez”, dijo Kuszak.

El informe del World Gold Council, publicado el miércoles, refuerza este diagnóstico. En los primeros tres meses de 2025, la demanda total de oro alcanzó 1.206 toneladas, el mayor nivel para un primer trimestre desde 2016. La inversión fue el motor principal, con 552 toneladas (+170% interanual), mientras que China lideró la demanda de barras y monedas.

Los bancos centrales también se destacaron con 244 toneladas netas adquiridas, con compras lideradas por Polonia, China y Kazajistán.

La demanda total de oro alcanzó 1.206 toneladas, el mayor nivel para un primer trimestre desde 2016.

Este impulso ha sido sostenido por flujos robustos hacia fondos respaldados en oro. “Estamos viendo un fuerte apoyo de los ETF respaldados por oro, lo que refuerza la idea de que este repunte no es sólo especulativo. Refleja una amplia convicción entre los inversores”, consideró Kuszak.

En ese sentido, el metal ha demostrado una resiliencia estructural, en un contexto donde se ha perdido la confianza en los activos de Estados Unidos.

En cuanto al cobre, los fundamentos también ofrecen apoyo. El precio encontró soporte técnico alrededor de los US$8.500-US$8.700 por tonelada. Este umbral coincide con el costo promedio de producción global, lo que limita el margen de caída en el corto plazo, según los analistas.

Ver más: El cobre cae desde su cierre más alto en abril: caos comercial golpea a fábricas chinas

El diferencial entre los precios del COMEX y la LME ha sido amplificado por los costos no reflejados en el primero. “COMEX no tiene en cuenta necesariamente los precios, como los impuestos o las tasas, que hay que pagar por los envíos entrantes”, explicó Daria Efanova, jefe de investigaciones de Sucden Financials.

PUBLICIDAD

Además, la oferta en China se mantiene firme. “La producción de refinado de China sigue creciendo. En marzo se produjeron 1,25 millones de toneladas métricas, y la producción de las fundiciones sigue siendo elevada”, dijo la analista.

Sin embargo, el metal no ha sido ajeno a la volatilidad. El precio cayó con fuerza en Estados Unidos el miércoles, afectado por la liquidación masiva de posiciones antes del feriado por el Día del Trabajo en China y señales de debilitamiento en la actividad manufacturera de ese país.

PUBLICIDAD
El precio del cobre cayó con fuerza en Estados Unidos este miércoles afectado por movimientos del mercado y señales de debilidad en China.

Los futuros en la Bolsa Mercantil de Chicago llegaron a desplomarse hasta 6,2%, alcanzando los US$4,617 por libra, en lo que fue la mayor corrección intradía en abril. El movimiento bajista se intensificó por la publicación de un indicador manufacturero en China por debajo de lo esperado, lo que reavivó las dudas sobre la fortaleza de la demanda en el principal consumidor global de cobre.

El resto de metales

El comportamiento del resto del complejo metálico ha sido más heterogéneo. El estaño mantuvo una tendencia alcista impulsada por interrupciones en Myanmar y el Congo, en un contexto de baja liquidez. Los precios han oscilado entre US$30.000 y US$38.000 por tonelada.

El zinc atraviesa una etapa de sobreoferta estructural. Las tarifas de tratamiento, los pagos que los mineros hacen a las fundiciones por procesar el concentrado de zinc y convertirlo en metal refinado, se han recuperado, pero la demanda sigue débil, sobre todo en el sector de construcción en China.

PUBLICIDAD

El níquel, por su parte, enfrenta presión por la expansión de Indonesia, mientras que el consumo en acero inoxidable y vehículos eléctricos continúa estancado.

Ver más: Los 100 días de Trump le borran la sonrisa al dólar: así van las monedas de América Latina

El aluminio ha sido directamente impactado por los aranceles, que subieron del 10% al 25%. Aunque las primas en EE.UU. se han elevado, los precios globales siguen contenidos por la producción china.

Más del 50% del aluminio importado por EE.UU. proviene de Canadá, lo que ha mitigado el impacto arancelario. En el caso del plomo, la recuperación parcial por demanda estacional de baterías no compensa el superávit proyectado ni la caída en la producción automotriz.

PUBLICIDAD
Los aranceles de Donald Trump han generado distorsiones en el mercado.

Según los analistas de Sucden Financials, la evolución futura dependerá de la respuesta monetaria y fiscal y el entorno actual exige más cautela que estímulo agresivo.

Para los analistas, el entorno está definido por la incertidumbre, y en ese marco, el oro y el cobre seguirán siendo los activos de referencia. Uno por su rol histórico como refugio; el otro por su conexión directa con los flujos comerciales globales.