Bloomberg — Se espera que Estados Unidos suspenda durante un año las tasas portuarias a los buques vinculados a China a partir de la próxima semana, a medida que ambos países reducen la tensión en una disputa marítima que se había convertido en un punto de fricción en la guerra comercial.
A partir del 10 de noviembre, Estados Unidos suspenderá las medidas destinadas a contrarrestar el dominio de China en el sector naviero, según informó la Casa Blanca en un comunicado. Mientras tanto, Pekín anunció la suspensión de las contramedidas impuestas en represalia.
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Estos anuncios se producen tras la tregua comercial acordada la semana pasada entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping, que incluyó una distensión en una amplia gama de cuestiones comerciales, desde semiconductores hasta tierras raras y soja.
La imposición mutua de tasas portuarias a los buques de cada país amenazaba con desestabilizar el transporte marítimo mundial, aumentar los fletes y entorpecer el flujo de mercancías, incluidos productos básicos clave como el petróleo.
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Durante el año de suspensión, Estados Unidos negociará con Pekín las conclusiones de su investigación sobre el liderazgo chino en la industria marítima, según la hoja informativa. Washington también buscará oportunidades de construcción naval con Corea del Sur y Japón, dos países considerados a menudo como contrapeso a los astilleros chinos.
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