Bloomberg — Israel mató a los principales generales de Irán en ataques previos al amanecer del viernes, paralizando la toma de decisiones militares de Teherán en lo que puede resultar ser el acto inaugural de una guerra prolongada.
Entre los asesinados se encontraban el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohammad Bagheri, y Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
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Ambos hombres fueron nombrados directamente por el Líder Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, y dependían de él, y formaban la columna vertebral del mando militar iraní. Ardientes leales a Jamenei, Bagheri y Salami eran responsables de la estrategia de defensa de Irán, y desde 2020 se han implicado más en la gestión de la red de grupos aliados de Irán, como Hezbolá en Líbano y Hamás en Gaza.
Jamenei nombró rápidamente a los sustitutos de ambos tras conocerse la noticia de su muerte, diciendo que Israel pagaría un “alto precio” a cambio. Irán lanzó decenas de aviones no tripulados en represalia, muchos de los cuales fueron interceptados fuera del espacio aéreo israelí, según la Radio del Ejército del país.
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La agencia de noticias semioficial iraní Tasnim afirmó que seis científicos nucleares murieron en los ataques israelíes, entre ellos Fereydoun Abbasi, antiguo jefe de la Organización de la Energía Atómica de Irán. Otro comandante clave objetivo de Israel fue Gholam Ali Rashid, jefe del Cuartel General Central Jatam al-Anbiya, un centro de coordinación entre el ejército convencional iraní y la Guardia Revolucionaria.
Los asesinatos se suman a los golpes que Irán y sus aliados han sufrido desde el estallido de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. Varias figuras de alto rango vinculadas a la red regional de Teherán han sido asesinadas, incluidos los jefes de Hezbolá en Líbano y de Hamás.
Con la colaboración de Thomas Hall.
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