Imágenes satelitales sugieren que EE.UU. evitó los reactores nucleares iraníes

Las imágenes muestran que la destrucción en las instalaciones de Isfahán no incluye los edificios que probablemente albergan tres reactores de investigación.

Una imagen satelital que muestra edificios destruidos en el centro de tecnología nuclear de Isfahán después de los recientes ataques aéreos. Divulgación: Maxar Technologies
Por Jonathan Tirone
23 de junio, 2025 | 10:04 PM

Bloomberg — A pesar de toda la destrucción que causó la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el programa nuclear de Irán, las imágenes satelitales muestran que los planificadores militares evitaron atacar los reactores de una instalación clave de investigación.

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En el último informe de daños de la Agencia Internacional de Energía Atómica destacan por su ausencia tres reactores de investigación que operan en el Centro de Tecnología e Investigación Nuclear de Isfahán. Uno de los llamados reactores de fuente de neutrones en miniatura, fabricado por China en 1991, funciona con 900 gramos de uranio apto para fabricar bombas.

Funcionarios estadounidenses afirmaron el fin de semana que la evaluación final de los daños provocados por la decisión del presidente Donald Trump de unirse a Israel en el ataque contra Irán llevará algún tiempo. Sin embargo, a medida que surgen más imágenes, las instalaciones de Isfahán parecen haber sido deliberadamente preservadas, según cuatro altos funcionarios en Viena. Estos solicitaron anonimato para hablar sobre información delicada.

Ataques de EE.UU. en Isfahán, Irán, rozan instalaciones nucleares pero evitan los reactores.

La junta de gobernadores de la OIEA convocó el lunes una sesión de emergencia en la capital austriaca para discutir los ataques en curso contra el programa nuclear iraní. Golpear un reactor operativo, incluso uno de baja potencia como los de Isfahán, podría sentar un grave precedente, advirtieron los funcionarios.

Los inspectores de la agencia exigieron a Irán que informara sobre la ubicación actual de sus reservas de uranio altamente enriquecido. Irán, por su parte, advirtió que los ataques han dañado gravemente los esfuerzos diplomáticos internacionales para frenar la proliferación de armas atómicas.

Los ataques estadounidenses han “asestado un golpe fundamental e irreparable al régimen internacional de no proliferación, demostrando de manera concluyente que el marco del Tratado de No Proliferación existente ha quedado invalidado”, declaró a los periodistas el enviado iraní ante la OIEA, Reza Najafi.

El TNP fue el gran acuerdo alcanzado hace medio siglo. Otorgaba a los signatarios, como Irán, acceso a tecnologías nucleares a condición de no intentar fabricar armas. Dado que gran parte de esta tecnología es de doble uso —con aplicaciones civiles o militares—, el tratado encarga a la OIEA la tarea de garantizar que el material nuclear no se desvíe.

Los ingenieros iraníes utilizaron los reactores de Isfahán para estudiar reacciones atómicas mediante la irradiación de distintos materiales. El llamado análisis por activación neutrónica fue clave en los primeros esfuerzos de EE.UU. por desarrollar armas nucleares, pero más tarde se convirtió en una técnica valiosa para la industria y la medicina nuclear.

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Una de las ubicaciones sospechosas del minirreactor se encuentra junto a un edificio destruido, al lado de una plaza ajardinada con árboles. Según un analista, es probable que la estructura dañada estuviera diseñada como zona de reunión para científicos de alto rango y otro personal tras utilizar el reactor.

Además de atacar el emplazamiento de Isfahán, a 450 kilómetros al sur de Teherán, Estados Unidos desplegó aviones furtivos B-2 cargados con bombas GBU-57, conocidas como “Massive Ordnance Penetrators”, para intentar destruir las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio en Natanz y Fordow.

Las imágenes satelitales tomadas el domingo en Fordow y distribuidas por Maxar Technologies mostraban cráteres, posibles entradas de túneles colapsadas y perforaciones en la cima de una cordillera. Según la OIEA, los riesgos medioambientales provocados por los ataques de EE.UU. e Israel han sido localizados hasta el momento.

“Los tres emplazamientos atacados por Estados Unidos, entre ellos también Isfahán y Natanz, contenían material nuclear en forma de uranio enriquecido a distintos niveles, lo que puede causar contaminación radiactiva y química dentro de las instalaciones afectadas”, declaró el domingo el director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi.

Ataques aéreos contra instalaciones nucleares iraníes.

Solo después de que el uranio enriquecido sea irradiado, ya sea en una bomba o en un reactor nuclear, pueden propagarse las consecuencias más peligrosas. La OIEA escribió la semana pasada que un ataque directo contra el único reactor operativo de Irán, en Bushehr, tendría consecuencias “muy graves”, ya que provocaría “una liberación muy elevada de radiactividad”.

Aunque atacar las unidades operativas de Isfahán no provocaría una catástrofe del mismo nivel, implicaría una escalada significativa del conflicto.

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