Lagarde cuestiona políticas comerciales coercitivas: “no son una solución sostenible”

Las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China celebradas en Londres en los últimos días pusieron de manifiesto el creciente papel de los controles de las exportaciones en la guerra comercial moderna.

China controla gran parte de los suministros mundiales de materias primas utilizadas para fabricar imanes y otros insumos.
Por Zoe Schneeweiss
11 de junio, 2025 | 03:52 AM

Bloomberg — Según la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, no hay ninguna ventaja a largo plazo en ser un abusivo del comercio mundial.

“Las políticas comerciales coercitivas no son una solución sostenible a las tensiones comerciales actuales”, dijo el miércoles en un discurso en el Banco Popular de China en Pekín.

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Lagarde, que fue ministra francesa de Comercio al principio de su carrera, habló apenas unas horas después de que EE.UU. y China acordaran un plan preliminar para aliviar las tensiones en el comercio transfronterizo, que están cerca de un máximo histórico, principalmente debido a los aranceles intermitentes del presidente Donald Trump.

“En la medida en que el proteccionismo aborda los desequilibrios, no lo hace resolviendo sus causas profundas, sino erosionando los cimientos de la prosperidad mundial”, afirmó. “Y con los países ahora profundamente integrados a través de las cadenas de suministro globales, aunque ya no tan alineados geopolíticamente como en el pasado, este riesgo es mayor que nunca. Las políticas comerciales coercitivas tienen muchas más probabilidades de provocar represalias y conducir a resultados mutuamente perjudiciales.”

Aunque el discurso de Lagarde no nombró específicamente a Trump, la presidenta del BCE, que dirigió el Fondo Monetario Internacional durante la mayor parte de su primer mandato, advirtió de que su regreso a la Casa Blanca puede provocar aranceles para Europa y ha dicho recientemente que el comercio cambiará para siempre con los gravámenes.

“Si nos tomamos en serio la preservación de nuestra prosperidad, debemos buscar soluciones cooperativas, incluso frente a las diferencias geopolíticas”, afirmó. “Y eso significa que tanto los países excedentarios como los deficitarios deben asumir su responsabilidad y desempeñar su papel”.

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Las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China celebradas en Londres en los últimos días pusieron de manifiesto el creciente papel de los controles de las exportaciones en la guerra comercial moderna, en la que el acceso a minerales raros o microchips diminutos puede dar a una economía una gran ventaja sobre un rival. China controla gran parte de los suministros mundiales de materias primas utilizadas para fabricar imanes y otros insumos para la fabricación avanzada como vehículos eléctricos, láseres y teléfonos móviles.

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“Dadas las consideraciones de seguridad nacional y la experiencia durante la pandemia, un cierto grado de desregulación está aquí para quedarse”, dijo Lagarde. “Pocos países están dispuestos a seguir dependiendo de otros en industrias estratégicas”.

Con la colaboración de Mark Schroers.

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