Bloomberg — Intel Corp (INTC), el fabricante de chips que intenta un regreso bajo el mando del nuevo CEO Lip-Bu Tan, dio una previsión débil para el periodo actual y dijo que está recortando trabajadores para ajustar los costos al menor tamaño del negocio.
Los ingresos del segundo trimestre se situarán entre US$11.200 y US$12.400 millones, dijo la empresa en un comunicado el jueves. Eso se compara con una media de las estimaciones de los analistas de US$12.900 millones.
El plan de reducción de costos implicará la eliminación de niveles gerenciales para permitir una toma de decisiones más rápida, según Intel. La compañía aún no tiene una estimación de los gastos extraordinarios asociados con los recortes, pero prevé que los costos operativos se reduzcan a aproximadamente US$17.000 millones este año y US$16.000 millones en 2026. Bloomberg News informó esta semana que Intel planea reducir su plantilla en más de un 20%.
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El informe de resultados de Intel es el primero bajo la dirección de Tan, un veterano de la industria del chip que asumió el cargo el mes pasado. La junta directiva le contrató después de que su predecesor, Pat Gelsinger, luchara por restaurar la competitividad de los productos de Intel. Fue destituido a finales del año pasado después de que la caída de las ventas y los crecientes números rojos condenaran su intento de regreso.
Un punto positivo para Intel: las ventas del primer trimestre se situaron en US$12.700 millones, superando las previsiones. El fabricante de chips sigue los pasos de Texas Instruments Inc. al presentar unos resultados más sólidos de lo que habían previsto los analistas. Pero su débil previsión sugiere que el repunte de la demanda no fue más que un parpadeo, impulsado al menos en parte por una avalancha de pedidos ante la amenaza de aranceles por parte de EE.UU., China y otros países.
“El actual entorno macroeconómico está creando una elevada incertidumbre en todo el sector, lo que se refleja en nuestras perspectivas”, afirmó en el comunicado el director financiero de Intel, David Zinsner. “Estamos adoptando un enfoque disciplinado y prudente para apoyar la inversión continuada en nuestros principales productos y negocios de fundición, al tiempo que maximizamos el ahorro de costos operativos y la eficiencia del capital”.
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Zinsner dijo que actualmente no tiene una estimación del tamaño de la reducción de plantilla.
La conferencia telefónica del jueves será la primera vez que Tan se enfrente a preguntas de Wall Street sobre cómo planea resucitar la fortuna de la compañía, algo que ha dicho que “no ocurrirá de la noche a la mañana”. Gelsinger se había concentrado en la red de fábricas de Intel, en otro tiempo su activo más poderoso. Trazó planes para gastar decenas de miles de millones de dólares en dotar de nuevo a la empresa de la mejor tecnología de producción del mundo y atraer a sus rivales para que la utilicen como proveedor externo de fabricación.
“El primer trimestre fue un paso en la dirección correcta, pero no hay soluciones rápidas mientras trabajamos para volver a la senda de ganar cuota de mercado e impulsar un crecimiento sostenible”, dijo Tan en el comunicado. “Estoy tomando medidas rápidas para impulsar una mejor ejecución y eficiencia operativa al tiempo que facultamos a nuestros ingenieros para crear grandes productos. Estamos volviendo a lo básico escuchando a nuestros clientes y haciendo los cambios necesarios para construir la nueva Intel”.
Más allá de sus problemas de costos, la empresa se perdió una de las mayores bonanzas de la historia de la industria de los semiconductores: la explosión de la informática de inteligencia artificial. El dominio de Nvidia Corp. (NVDA) en ese ámbito le ha permitido superar con creces a Intel en ingresos y valoración de mercado.
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Las acciones de Intel, tras varios años siendo rechazadas por los inversores, han tenido un comportamiento relativamente bueno en 2025, logrando una modesta ganancia. El índice de semiconductores de la Bolsa de Filadelfia, por el contrario, ha caído un 16%.
En el primer trimestre, la empresa tuvo una pérdida de 19 céntimos por acción. Los analistas estimaban una pérdida de 22 céntimos por acción sobre unas ventas de US$12.310 millones. El año pasado, los ingresos anuales de Intel se redujeron en unos US$26.000 millones con respecto a su máximo alcanzado en 2021. Ahora es menos de la mitad del tamaño de Nvidia según esa medida, y los analistas no predicen un rápido repunte a corto plazo.
La nueva ronda de recortes de empleo, tras una reducción de aproximadamente 15.000 el año pasado, puede ponerla más en línea con esa nueva escala, y con lo que los competidores están logrando con menos trabajadores. Nvidia tiene aproximadamente un tercio de la plantilla de Intel, y el líder en fabricación Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSM) obtiene el doble de ingresos que Intel con unas 30.000 personas menos en nómina.
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