Bloomberg — Nvidia Corp. (NVDA), la empresa cotizada más valiosa del mundo, presentó unas previsiones de ingresos poco alentadoras para el periodo actual, lo que avivó los temores de que se esté ralentizando el enorme aumento del gasto en inteligencia artificial.
Las ventas ascenderán a unos US$54.000 millones en el tercer trimestre fiscal, que finaliza en octubre, según informó la empresa en un comunicado el miércoles. Aunque esta cifra coincide con la estimación media de Wall Street, algunos analistas habían pronosticado más de US$60.000 millones. La previsión excluía los ingresos de los centros de datos de China, un mercado en el que la empresa ha tenido que lidiar con las restricciones a la exportación de Estados Unidos y la presión contraria de Beijing.
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Las débiles perspectivas de la empresa se suman a la preocupación de que el ritmo de inversión en sistemas de inteligencia artificial sea insostenible. Las dificultades en China también han empañado el negocio de Nvidia. Aunque la administración Trump ha suavizado recientemente las restricciones a la exportación de algunos chips de IA a ese país, el respiro aún no se ha traducido en un repunte de los ingresos.
Las acciones de Nvidia cayeron alrededor de un 4% en la negociación prolongada tras el anuncio. Habían subido un 35% este año hasta el cierre, elevando la capitalización bursátil de la empresa por encima de los US$4 billones.
Nvidia sigue lidiando con las consecuencias de la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, donde la tecnología de semiconductores se ha convertido en un importante punto de fricción. En abril, la administración Trump endureció las restricciones a la exportación de procesadores para centros de datos a clientes chinos, lo que supuso la exclusión efectiva de Nvidia del mercado. Posteriormente, Washington ha dado marcha atrás, afirmando que Estados Unidos permitirá algunos envíos a cambio de un 15% de los ingresos.
Al mismo tiempo, Beijing ha fomentado el abandono del uso de tecnología estadounidense en los sistemas de inteligencia artificial a los que accede el Gobierno chino. Los cambios en las políticas han dificultado a Wall Street predecir cuántos ingresos podría recuperar Nvidia en el mercado. Algunos analistas han hecho proyecciones de miles de millones de dólares, mientras que otros se han negado a predecir las ventas en China hasta que la empresa aclare la situación.
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Antes de la publicación del informe de resultados, los analistas de Nvidia tenían una diferencia de aproximadamente US$15.000 millones entre sus estimaciones más altas y más bajas para los ingresos del tercer trimestre, uno de los mayores márgenes de la historia de la empresa.
Bajo la dirección de su CEO, Jensen Huang, este fabricante de chips de 32 años de antigüedad se ha convertido de repente en el mayor éxito de la industria tecnológica. Durante la mayor parte de su historia, Nvidia ha vivido a la sombra de rivales más grandes, como Intel Corp. (INTC), y se ha ganado la vida vendiendo procesadores gráficos a los jugadores de videojuegos.
El gran avance de Nvidia se produjo cuando adaptó sus unidades de procesamiento gráfico, o GPU, para ejecutar software de inteligencia artificial, creando lo que Huang denomina computación acelerada.
En 2022, Nvidia era una fracción del tamaño de Intel y registraba menos ingresos en un año de los que ahora obtiene en un trimestre. En la actualidad, Nvidia está en camino de alcanzar unas ventas anuales de US$200.000 millones, y se estima que esta cifra superará los US$300.000 millones en 2028. Eso le daría a la empresa aproximadamente un tercio de los ingresos totales de la industria de los chips.
Pero Nvidia depende en gran medida de los planes de gasto de unas pocas empresas. Microsoft Corp. (MSFT), Amazon.com Inc. (AMZN) y otros gigantes operadores de centros de datos representan aproximadamente la mitad de sus ventas. Para diversificar el negocio, Huang está entrando en nuevos mercados y ofreciendo una gama más amplia de productos. Esto incluye la oferta de ordenadores completos, equipos de red, software y servicios.
Está decidido a acelerar la adopción de la IA en toda la economía y anima a su equipo a producir nuevo hardware y software a un ritmo frenético.
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Por ahora, la empresa con sede en Santa Clara (California) no tiene prácticamente competencia en el mercado de sus chips de IA, conocidos como aceleradores. Los esfuerzos internos de empresas como Amazon y los retos iniciales de posibles rivales como Advanced Micro Devices Inc. (AMD) aún no han hecho mella en su cuota de mercado.
Pero se enfrenta a otros dolores de cabeza. Aparte de las dificultades de Nvidia en China, el mayor impedimento para el crecimiento ha sido la disponibilidad de suministro. Como la mayoría de los fabricantes de chips, Nvidia no tiene fábricas propias y depende de la producción subcontratada, principalmente de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSM) Aumentar la producción de nueva tecnología sigue siendo un reto constante.
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