Bloomberg Línea — La escasez crónica de divisas en Bolivia ha empujado a ciudadanos y empresas a recurrir a monedas digitales como alternativa ante las limitaciones que enfrentan para realizar operaciones.
En 2024, el Banco Central de Bolivia (BCB) habilitó las operaciones por medio de criptomonedas a través de la Resolución de Directorio 082, que dejó sin efecto los bloqueos a ese tipo de transacciones en medio de las presiones financieras que han dejado sin sustento la tasa de cambio fija.
En Bolivia, algunas de las criptomonedas más populares son el bitcoin, ether, USDT y USDC.
Este “no es un fenómeno impulsado por el entusiasmo tecnológico ni por un apetito por la innovación financiera, sino una respuesta defensiva frente a la pérdida sostenida de poder adquisitivo y a las crecientes dificultades para acceder a divisas”, dijo a Bloomberg Línea Jonathan Fortun, economista del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
En su opinión, el fuerte incremento en las operaciones con criptoactivos en Bolivia refleja un deterioro profundo en las condiciones macroeconómicas del país.
En el fondo, Bolivia se enfrenta a un círculo vicioso. La fragilidad externa, la alta dependencia de insumos importados y el desanclaje de expectativas llevan a los actores económicos a buscar mecanismos de protección como los criptoactivos. Pero ese mismo desplazamiento hacia lo digital e informal debilita aún más la capacidad de respuesta macroeconómica del país.
Jonathan Fortun, economista del IIF.
Como bien ilustra el momento actual, explica Fortun, “la economía boliviana ya no está enferma, está en cuidados paliativos. El ‘boom’ de las cripto es apenas el analgésico para aguantar el dolor”.
La inflación de Bolivia sigue disparada y llegó al 23,96% interanual a junio, la más alta en los últimos 39 años, mientras que las presiones sobre el boliviano han llevado al surgimiento de un tipo de cambio paralelo.
“Este auge se debe a que existe en el mercado cambiario una demanda insatisfecha tanto de dólares físicos como de digitales, entre ellos también el USDT, y han buscado alternativas en diferentes criptoactivos o criptomonedas”, dijo a Bloomberg Línea Fernando Romero Torrejón, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
El experto señaló que la Resolución 082/2024 ha sido un punto de inflexión en el uso de estas herramientas digitales, al brindar mayor flexibilidad para operar con esos activos virtuales en medio de las presiones económicas que vive Bolivia.
“Esto ha dado luz verde y ha generado mayores facilidades para el uso de esos activos virtuales y también de diferentes plataformas para realizar actividades económicas, financieras y comerciales tanto dentro y fuera del país”, dijo Romero Torrejón.
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(Las criptomonedas) todavía no ha logrado satisfacer todo el mercado, pero ha sido utilizado como una alternativa de diferentes usuarios que, al no tener los dólares suficientes o al ser esos costosos, pueden realizar todavía, aunque no de la manera más oportuna, sus diferentes actividades económicas.
Fernando Romero Torrejón, economista.
El Banco Central de Bolivia informó que las transacciones con activos virtuales a través de canales electrónicos alcanzaron US$294 millones en el primer semestre de 2025, un aumento de más del 630% frente al mismo periodo de 2024.
Desde la habilitación oficial hace un año, el volumen total acumulado asciende a US$430 millones.
Si bien el uso de criptomonedas ha crecido en el país, aún no logra cubrir toda la demanda de dólares y, por tanto, su uso se considera tan sólo un alivio parcial a la crisis de liquidez.
Las criptomonedas han sido adoptadas por un número creciente de personas y negocios como una solución coyuntural ante la crisis del dólar, pero no representan una respuesta definitiva.
Su uso no implica una solución automática a problemas como la inflación, las restricciones en el comercio exterior o la recuperación económica.
El analista Fortun dice la irrupción de las operaciones en criptomonedas no es un fenómeno de grandes actores ni de operaciones especulativas, sino que cada vez más ocurren al menudeo.
“Familias compran pequeñas cantidades de stablecoins para proteger sus ahorros. Personas reciben pagos parciales en cripto”, dijo.
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“El genio ya salió de la lámpara”

Aunque en el pasado el Banco Central restringía el uso de criptoactivos, la normativa reciente permitió su incorporación como una válvula de escape ante las tensiones económicas; sin embargo, persisten riesgos importantes debido a la falta de regulación integral.
Fernando Romero, del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, dice que el marco actual no es un freno para que los criptoactivos puedan ser utilizados con fines ilícitos, como el lavado de dinero, el enriquecimiento indebido o el financiamiento de actividades criminales, incluido el narcotráfico y el terrorismo.
“Se ha abierto las puertas, pero no se sabe quién entra o quién sale en ese mercado. Y estructuralmente eso es debido a que existe una liquidez crónica de divisas en la economía boliviana”, comentó Romero.
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero boliviana (ASFI) ha emitido una normativa que busca regular a cerca de 200 empresas vinculadas a activos virtuales, incluyendo 33 plataformas tecnológicas y 176 compañías que prestan servicios relacionados.
No obstante, algunas plataformas extranjeras siguen operando al margen del marco regulatorio boliviano por no contar con contratos o alianzas con empresas locales.
“Aunque la ASFI y el Banco Central han intentado establecer ciertos márgenes regulatorios, especialmente desde la resolución que habilitó pagos con activos virtuales, la realidad es que el fenómeno ya corre por su propia cuenta. El genio ya salió de la lámpara”, dijo Fortun.
Explica que una vez que hogares, empresas y comercios comienzan a moverse en cripto para protegerse, los intentos regulatorios solo alcanzan a una parte limitada del flujo real.
Este proceso erosiona directamente la base monetaria en bolivianos, reduciendo la demanda por moneda local y debilitando la capacidad del Banco Central de transmitir su política monetaria.
Cuando hogares y empresas ya no ahorran, no piensan ni transan en bolivianos, las tasas de interés, los encajes y otros instrumentos dejan de tener tracción sobre precios, crédito y expectativas.
Tampoco se espera que el actual gobierno implemente reformas estructurales en este frente antes de que concluya su mandato, lo que mantiene a los criptoactivos como un alivio temporal ante la presión del mercado.
El efectivo aún tiene fuerte presencia
A pesar de la penetración forzada de las criptomonedas, Bolivia sigue siendo una economía fuertemente ligada a la moneda física.
Junto con Ecuador, Bolivia está entre los países de Latinoamérica donde el dinero en efectivo en circulación aún tiene una importante contribución en el uso (como % del PIB), de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo a un informe de esa entidad, que analiza el estado de los sistemas de pago en la región e identifica buenas prácticas y procesos de reforma que pueden contribuir a mejorar la inclusión financiera y digital, los países con mayor uso del efectivo en circulación (% PIB/ indicador real) son Bolivia (25,3%) y Ecuador (16,3%).
A estos le siguen Perú (9,70%), México (9,4%), Colombia (9%), Argentina (4,5%) y Chile (4,4%).
Según el informe del BID, en Bolivia solo el 22% de la población adulta que realiza pagos digitales.
En la otra cara, el país en donde la población adulta realiza más pagos digitales en Latinoamérica y el Caribe es Chile, con un 70% de penetración.
A este le sigue Brasil, en donde un 61% de los adultos ya utiliza los pagos digitales.
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