Bloomberg Línea — Los mercados financieros encendieron las alarmas frente a la situación fiscal de Colombia, días antes de la presentación oficial del Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Desde UBS hasta Morgan Stanley (MS) y Deutsche Bank advierten sobre un deterioro progresivo de las cuentas públicas, el incumplimiento de metas fiscales poco realistas y una pérdida de credibilidad en la conducción de la política fiscal.
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La lectura de los analistas es clara: la sostenibilidad de la deuda pública y la capacidad del Gobierno para ejecutar una consolidación fiscal creíble están bajo presión.
El pasado martes se conoció que un comité técnico, integrado por altos funcionarios del Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional, decidió internamente activar la cláusula de escape de la regla fiscal, según confirmaron a Bloomberg fuentes con conocimiento del asunto.
Aunque la decisión aún no es oficial, y se conocería el próximo viernes con la publicación del Marco Fiscal, el mercado ya comenzó a reaccionar ante la perspectiva de un mayor déficit, menor disciplina y un entorno político más incierto de cara al cierre del año.
Francisco Campos, economista en jefe para América Latina de Deutsche Bank, advirtió en entrevista con Bloomberg Línea que a Colombia “se le ha dificultado tener la recaudación suficiente para cumplir con los compromisos de gastos manteniendo una situación fiscal estable”.
El analista dice que siempre fueron “muy escépticos” de que el Gobierno fuera a tener una consolidación que llevaría al déficit al 5,1% del PIB, como lo había proyectado inicialmente.
“De confirmarse, la activación de la cláusula de escape en un contexto carente de ‘condiciones excepcionales’ será probablemente el último clavo en el ataúd de la credibilidad de la regla fiscal que ya de por sí se había venido mermando por varios años”, dijo Campos.
Para el analista, habrá que esperar a ver la magnitud del desequilibrio fiscal, “y esperar a que las agencias crediticias rebajen la calificación de Colombia”.
Impacto sobre el peso y los bonos
Las críticas alrededor de las metas fiscales de Colombia se han vuelto la norma entre los principales bancos de inversión y los activos del país así lo han sentido.
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El martes, el peso colombiano llegó a debilitarse hasta un 1,5% frente al dólar, su mayor retroceso diario en dos meses que lo llevó a superar los COP$4.200 por unidad. Fue la segunda moneda con peor desempeño global.
El equipo de Morgan Stanley, liderado por Ioana Zamfir, considera que el Marco Fiscal será un “punto de inflexión para el peso colombiano”, pues el diferencial de tasas de Colombia frente a EE.UU. se ha mantenido elevado no solo en comparación con otros países emergentes, sino también frente a su propia historia.
El banco agrega que “esto ha ayudado a aislar al COP del deterioro persistente en la narrativa local”, algo que se podría ver afectado con los mensajes que finalmente envíe el Gobierno.
Los analistas advierten que, si el documento no presenta señales claras de disciplina, Colombia podría perder el grado de inversión en sus bonos soberanos.
Morgan Stanley dice que un Marco “decepcionante en junio podría provocar una acción de las agencias calificadoras, llevando a una pérdida del grado de inversión para los bonos TES”.
Moody’s es la única de las tres grandes calificadoras que mantiene la calificación soberana en grado de inversión, pero con perspectiva negativa desde junio de 2024.
El banco ve “riesgo de una rebaja de un escalón por parte de S&P este año”, lo cual implicaría que los bonos TES saldrían del Índice Global Agregado de Bloomberg, “con flujos de venta forzada de alrededor de US$2.000 millones”.
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Para el economista en jefe de Deutsche Bank, el Banco de la República tendrá que esperar “a que se reabra el espacio para retomar el proceso de relajamiento monetario”.
Metas poco creíbles
Morgan Stanley ya consideraba inviable alcanzar los niveles de déficit sin un ajuste drástico. Los inversores estimaban, antes de conocerse la activación de la cláusula de escape, “un déficit fiscal más cercano al 6%”, cifra aún más optimista que la del banco, quien anticipaba un déficit del 7,2% del PIB.
El equipo de UBS, liderado por Andrea Casaverde, hablaba sobre un escenario fiscal “más cercano al pico de la pandemia” y pronosticaba un déficit para 2025 del 7% del PIB, 2 puntos porcentuales por encima de la meta oficial.
Según el informe sobre la presentación del Marco Fiscal, “el escepticismo de los participantes del mercado sobre una reducción del déficit fiscal este año es correcto” y añade que “el 2025 probablemente cierre con un déficit cercano a su pico en el Covid-19 en 2020”.

UBS recuerda que “los ingresos tributarios crecieron apenas un 2% interanual en el primer trimestre, muy lejos del 24% contemplado en el Plan Financiero”. Para lograr la meta que tenía el Gobierno, el crecimiento debería ser de 35% el resto del año, algo considerado “claramente ambicioso”.
El informe señala que muchas de las iniciativas de la DIAN para aumentar la recaudación no se implementaron y alerta sobre la ejecución de apropiaciones no pagadas del presupuesto 2024, conocidas como “reservas presupuestales”.
Estas ascienden a COP$28 billones (1,6% del PIB) solo entre enero y abril. Desde 2023, “dicha cifra ha venido aumentando, alcanzando un récord de COP$53 billones (3% del PIB) en obligaciones impagadas”.
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Para el banco suizo, el peso colombiano podría enfrentar presiones significativas, por lo que mantiene una postura bajista frente a la moneda, expresada mediante posiciones largas en dólares y euros frente al peso colombiano.
El informe dice que “a diferencia de hace tres meses, ahora creemos que un deterioro fiscal podría detonar una reacción no lineal en el tipo de cambio”.
Un problema para el siguiente Gobierno
Más allá de las cifras que pueda presentar el Marco Fiscal, en Deutsche Bank consideran que la situación actual del país exige un ajuste creíble.
Campos advirtió que, incluso con una corrección hacia un déficit del 6%, persiste una preocupación estructural sobre el manejo fiscal y sus implicaciones futuras. “Este es un gobierno que básicamente le va a estar dejando ese problema a la siguiente administración”, afirmó.

Para Deutsche Bank, este tipo de decisiones sólo acentúan la urgencia de una reforma de fondo. “La primera reforma que el siguiente gobierno va a tener que implementar, y va a tener que negociar con el Congreso, va a ser una reforma fiscal”, aseguró Campos.
El analista dijo que la siguiente administración tendrá dos tareas: formular e implementar un proceso de consolidación fiscal desde un punto inicial menos favorable; y realizar una revisión profunda del arreglo institucional de la política fiscal que reviva la credibilidad.
Aunque el peso colombiano ha mostrado una fortaleza notable en lo corrido del año, para Deutsche Bank dicha apreciación resulta difícil de sostener bajo las condiciones actuales.
“No creemos que estos niveles del tipo de cambio sean sostenibles”, indicó Campos, quien advirtió que tanto una eventual decepción con el Marco Fiscal como una reducción en el diferencial de tasas de interés podrían debilitar la moneda.
En materia de deuda, Campos señaló que un escenario fiscal adverso tendría efectos sobre los rendimientos de los bonos locales.
También subrayó que el contexto externo más desafiante y la rigidez del gasto obligan al Gobierno a actuar con cautela. “No hay mucho margen de error”, advirtió, al referirse a los riesgos globales asociados a las tasas de interés, la política fiscal de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas.
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Si bien la incertidumbre institucional sigue siendo un factor relevante, el banco proyecta que el ciclo político en Colombia podría abrir espacio para un giro en la conducción económica.
“Se espera que va a haber un cambio de gobierno que, de acuerdo a nuestra opinión, y por lo que he platicado con clientes, existe una expectativa de que vaya a haber un cambio de régimen en una dirección más amigable a los mercados, a la formulación más ortodoxa de la política económica”, concluyó.