Euforia por Trump se agota y trae incertidumbre para la inversión en Latam: Citi

Desde Citi consideran que la economía de Estados Unidos probablemente se expanda menos de un 2% este año, pero en la entrevista Ernesto Revilla disipó los ruidos de recesión.

Donald Trump muestra una orden ejecutiva firmada en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el 6 de marzo.Fotógrafo: Al Drago/Bloomberg
18 de marzo, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — La euforia por Donald Trump se está agotando y el mercado “está tomando más en serio” sus promesas, lo que se refleja en un reajuste de los precios de los activos y un posible freno a los planes de inversión en mercados emergentes como Latam, dijo a Bloomberg Línea el economista en jefe para América Latina de Citi (C), Ernesto Revilla.

Citi considera que el mercado está ajustando sus expectativas ante los cambios aplicados por Trump en EE.UU. y ahora ha pasado a considerar más los aspectos que pueden seguir generando volatilidad en los mercados, como ha ocurrido en las últimas semanas.

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Esto se da ante una mayor aversión al riesgo y la idea de que “quizá algunos aspectos van a traer algo de volatilidad”, dice Revilla, especialmente en relación con las tarifas arancelarias y la política económica de Trump.

Señaló que “el mercado ha pasado de una primera etapa de euforia, de esperar y creer solo lo bueno de Trump y no tomarse muy en serio lo negativo”, a un mercado en el que los inversionistas han pasado a revisar los precios de los activos.

El mercado estaría buscando un equilibrio, reconociendo tanto los aspectos positivos de los cambios aplicados por Trump como los riesgos a nivel económico y geopolítico.

Inicialmente, “el mercado estaba poniendo precios, asumiendo el mejor de los mundos, que era un impacto muy positivo sobre los negocios sin traer nada de lo negativo”, dijo Revilla en una entrevista en Bogotá.

Esto va a ser más un momento en el tiempo en que el mercado se haga la idea de un nuevo escenario, va a ser un proceso de discernimiento, de encontrar el nuevo equilibrio y los nuevos precios que hacen sentido.

Al principio de su Presidencia, dice Revilla, se creía que su impacto sería positivo “a través de la desregulación y la reducción de impuestos”, sobre todo corporativos, y que las tarifas serían sólo “un instrumento de negociación”.

Pero Trump ya ha demostrado con China que los aranceles son más que un mecanismo de presión.

Ahora, existe la posibilidad de que EE.UU. termine con “una tarifa más alta promedio contra el resto del mundo”, lo que podría generar incertidumbre en la inversión y el consumo, desacelerando la economía.

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En este proceso de ajuste, Revilla dice que “al mercado le ha costado trabajo moverse del escenario base de un Trump 1 a un Trump 2 que puede ser más disruptivo”. Aun así, “todavía sigue implícito en mucho del mercado que se va a mantener la arquitectura comercial y financiera global, porque la alternativa sería increíble, pero hay algo probabilidad”.

Citi teme por efectos de desaceleración en EE.UU.

Ernesto Revilla, economista en jefe para Citi Latam

En medio de los choques generados por las medidas arancelarias aplicadas por Trump, los mercados han reaccionado con incertidumbre y la palabra recesión ha vuelto a discusión en las últimas semanas.

Citi no tiene dentro de sus estimaciones que se desate una recesión en EE.UU. en medio de los temores por la guerra comercial y la volatilidad en los mercados, pero sí alerta por una desaceleración de la principal economía del planeta que podría generar efectos mixtos en regiones como América Latina.

“Me parece que todavía es prematuro para hablar de una recesión en EE.UU., sigue siendo una economía extraordinariamente resiliente, flexible, dinámica, con un mercado laboral sumamente sólido”, dijo Revilla. En todo caso, señaló que en el actual contexto “no hay duda” que sube la perspectiva de una desaceleración más fuerte de lo esperado.

Desde Citi consideran que la economía de EE.UU. probablemente se expanda menos de un 2% este año.

Una de las preocupaciones es que el agravamiento de la guerra comercial siga teniendo un efecto contraccionario sobre el sentimiento y sobre la actividad económica. Para Revilla, una guerra de tarifas generaría un choque en la oferta y podría conducir a que esta se reduzca porque es más caro producir.

Esto es negativo para la actividad económica, pero al mismo tiempo también podría contribuir con una subida de la inflación. “Entonces son dos males que vienen con las guerras comerciales. Todavía no se materializan las tarifas, pero como dicen algunos, la simple incertidumbre sobre las tarifas a veces es peor que las tarifas mismas”, dijo.

Me parece que la posibilidad de un escenario de “Trump 2.0″, distinto a su primera Presidencia y más efectivo en cumplir sus promesas de campaña. está siendo tomada más en serio por el mercado. Esto explica, en parte, los recientes movimientos en los precios de los activos, reflejando una mayor aversión al riesgo, la expectativa de una desaceleración en la economía estadounidense y un entorno global más volátil.

Impacto en América Latina de las medidas de Trump

Desde Citi indicaron que en mercados emergentes como Latinoamérica las dudas sobre el futuro de las tarifas arancelarias mantiene el sentimiento de incertidumbre y muchos planes de inversión en espera. “Me parece que hay mucho de esta idea de esperar y ver qué pasa antes de reanudar los grandes planes de inversión. Y eso ya se está notando en el margen, en las previsiones de crecimiento económico”.

Una desaceleración de la economía de EE.UU. sería de mayor impacto para países como México, ya que el 80% de las exportaciones mexicanas van hacia el mercado estadounidense, así como para Centroamérica y el Caribe. “Lo notamos en los pronósticos de crecimiento. Por dar un ejemplo, para México ya tenemos solamente un crecimiento de 0,5% este año, el más bajo de América Latina (entre los países que analiza Citi). Un poco por esos factores de incertidumbre”.

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La inversión requiere certidumbre, pero sobre todo reglas del juego estables para poder planificar a mediano y largo plazo. La incertidumbre global actual está incidiendo sobre la confianza en la inversión, no solo en países emergentes como los de América Latina, sino también en economías avanzadas.

Para el resto de la región, Ernesto Revilla no ve tantas vulnerabilidades frente a la actividad económica en EE.UU., pero sí a los volúmenes del comercio global.

En todo caso, hay un factor que podría mitigar este impacto: si el crecimiento de EE.UU. se desacelera, es probable que sus tasas de interés bajen.

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Ese factor sería positivo para América Latina, ya que atraería capital hacia la región, especialmente a países con tasas de interés relativamente altas y atractivas. “Si tenemos una economía de EE.UU. que se desacelera con menores tasas de interés, va a ser muy positivo para América Latina”, dice Revilla.

Sin embargo, este fenómeno podría volverse negativo si EE.UU. entra en una recesión más profunda, lo que afectaría el comercio global y perjudicaría a todas las economías. Este no es el escenario principal previsto para Citi.

Latam mantiene tendencia positiva hacia desinflación

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Revilla cree que la inflación en América Latina mantiene una tendencia positiva hacia la desinflación con expectativas de que se ubique dentro de los objetivos de los bancos centrales para finales de 2025. Esto es significativo, ya que varios países, como Colombia y México, no habían alcanzado estas metas desde la pandemia.

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“Vamos a tener potencialmente mayor choque de oferta en algunos sectores que se van a ver con disrupción debido a los patrones de comercio global y tarifas, pero a grandes rasgos me parece que América Latina y Colombia en particular está bien posicionada en la trayectoria de convergencia de la inflación y de reducción de tasas de interés”, dijo Revilla.

En cuanto al crecimiento económico, las dinámicas varían según cada país.

En México, el mercado sigue de cerca las reformas constitucionales, especialmente la judicial, y las elecciones de junio, donde por primera vez se elegirán jueces por voto popular.

En Brasil, la preocupación gira en torno a la trayectoria fiscal, mientras que en Argentina el desafío está en la transición de la estabilización económica a la eliminación de los controles de cambio.

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En Colombia, la inversión se ha visto afectada por la incertidumbre política aunque, en términos comparativos, el país mantiene fundamentos sólidos.

De cara a la principal cesta de divisas regional dice que se ve un panorama “bastante favorable” frente al dólar, refiriéndose a los diferenciales de tasa de interés. El real brasileño, el peso colombiano e incluso el peso chileno seguirán una trayectoria de ligera apreciación en el escenario base, desde ahora hasta finales de 2025 y 2026.

“En el escenario base se ven bien las monedas de América Latina”, dijo Revilla. “Pero hay que reconocer que los escenarios alternativos serían negativos para el crecimiento y para las monedas y no hay que descartarlos”.