Bloomberg Línea — Bitcoin (XBTUSD) y ether (XETUSD) podrían extender su rally hacia 2026, impulsados por una creciente ola de demanda institucional, el fortalecimiento de los fondos cotizados (ETFs) y un entorno regulatorio favorable, particularmente en Estados Unidos.
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En su más reciente informe sobre activos digitales, Citi Research sostiene que ambos tokens “están cotizando por encima de las medidas estadísticas basadas en la actividad de usuarios”, reflejando un entorno de optimismo sostenido.
La visión del banco estadounidense es más favorable hacia el bitcoin, respaldada por su narrativa como reserva digital y por la profundidad de su adopción institucional.
Alex Sanders, analista de Citi, explicó que “el precio del bitcoin supera las estimaciones del modelo de adopción de US$83.000 (con un rango de US$70.000 a US$95.000), impulsado por los flujos provenientes de ETFs y un entorno regulatorio favorable”.

Para finales de este año, Citi proyecta que la criptomoneda podría situarse en torno a los US$133.000, con un caso base apoyado en flujos por US$7.500 millones, aunque reconoce que el escenario bajista podría llevarla a US$83.000 si se materializan factores macroeconómicos recesivos.
Con una perspectiva a 12 meses, Citi establece un precio objetivo de US$181.000, siempre que se mantenga la dinámica de entradas de capital institucional.
Sanders destacó que “los flujos de ETF son de US$22.000 millones en lo que va del año mientras que el bitcoin ha subido un 24%”.
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La narrativa del bitcoin como activo refugio gana fuerza también desde la óptica de su relación con el oro. Según el informe, “el bitcoin se está volviendo más correlacionado con el oro, con una beta pequeña pero positiva”, lo que lo diferencia de otros tokens al alinearse con activos tradicionales en tiempos de volatilidad.
Ether: más incierto, pero con potencial
El análisis sobre ether es más matizado. Aunque Citi también anticipa un alza, la estimación está sujeta a un mayor grado de incertidumbre, derivada de cómo se modela la actividad de usuarios y el valor que se transfiere al token desde redes de segunda capa.

“Las previsiones de ether son más inciertas debido a la complejidad de modelar la actividad de usuarios y la acumulación de valor”, explicó Sanders.
Para diciembre de 2025, la proyección base es de US$4.500, aunque el escenario más optimista contempla una subida hasta los US$6.100. En el horizonte de los próximos 12 meses, el objetivo se sitúa en US$5.400.
Sanders advirtió que “incluso una compra modesta puede impactar significativamente el precio del token”.
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La firma también subraya que los flujos institucionales hacia ether tienen menos capacidad explicativa respecto a los retornos que en el caso de bitcoin, pero su impacto porcentual en el precio es mayor.
Un punto clave es la diferencia en la correlación con el oro. Mientras que bitcoin presenta una beta positiva, ether muestra un comportamiento contrario.
“La beta de ether respecto al oro es marginalmente negativa”, detalló Sanders, subrayando que ethereum está más vinculado a su funcionalidad como red para contratos inteligentes que a la narrativa de refugio.

Citi también identifica oportunidades en las características propias del ecosistema de Ethereum, como el staking y la generación de rendimiento dentro del entorno DeFi, que podrían atraer a ciertos segmentos institucionales.
Pese a las diferencias entre ambas criptomonedas, Citi es claro en su tesis central: el factor determinante será la continuidad del apetito institucional. “Nuestro caso base está predicado en que esta demanda incremental continúe sosteniendo los precios”, concluyó Sanders.
Bajo ese supuesto, el banco proyecta que el próximo año será favorable para los dos principales criptoactivos del mercado, con el bitcoin capturando una porción más amplia de los flujos y el ether avanzando si logra consolidar su propuesta de valor dentro del ecosistema financiero descentralizado.