Bloomberg Línea — Las empresas familiares se han consolidado como un pilar central de la economía global y, de acuerdo con UBS, han superado en rentabilidad al índice MSCI AC World en los últimos años.
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El informe del banco suizo recuerda que estas compañías representan dos tercios de los negocios en el mundo, generan más del 70% del PIB global y concentran entre 50% y 80% del empleo en muchos países. En los mercados bursátiles, equivalen a entre 20% y 30% de la capitalización global.
El atractivo de este modelo radica en la alineación de intereses entre propietarios y gestores, así como en su visión de largo plazo. El reporte destaca que “la preservación de la riqueza a lo largo de generaciones es típicamente un objetivo clave, mientras que la falta de una adecuada planificación de sucesión es un riesgo fundamental”.
Esta orientación estratégica se traduce en balances más prudentes, menores niveles de endeudamiento y un enfoque disciplinado en la utilización del capital.

Según el análisis de UBS, desde el año 2000 las empresas familiares que integran el Family Business Index elaborado por EY y la Universidad de St. Gallen han generado un “exceso de rentabilidad de un dígito alto frente a las acciones globales cada año”.
Esa tendencia se ha repetido en todas las regiones del mundo, con especial fortaleza en Europa, Asia-Pacífico y América Latina. Compañías como América Móvil (AMX) y Arca Continental (AC*) y Grupo Bimbo (BIMBOA) en México, Cencosud (CENCOSUD), Falabella (FALAB) y Quinenco (QUINENC) en Chile o Grupo Aval (AVAL) en Colombia forman parte de este universo listado, que combina gigantes de consumo básico con holdings industriales y financieros.
¿Cómo invierten?
UBS subraya que las empresas familiares tienden a ser más conservadoras que sus pares en la estructura de capital. Desde 2010, han presentado “un apalancamiento neto sobre EBITDA 34 puntos porcentuales menor al promedio de las más de 2.500 compañías del MSCI AC World, excluyendo al sector financiero”.
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Durante la crisis del Covid-19 los niveles de deuda se deterioraron más rápidamente que en otras firmas, pero se recuperaron con mayor solidez tras la fase de estrés económico.
La disciplina también se refleja en el reparto de utilidades. En los últimos quince años, el índice muestra que “la tasa de distribución de dividendos de las empresas familiares ha sido de 44%, frente al 51% del promedio de las compañías globales”.
Ese diferencial permite retener más capital dentro de la firma y sostener planes de inversión. Aunque destinan menos recursos a gasto de capital frente al mercado (8% de las ventas en promedio, contra casi 10% en el MSCI AC World), su crecimiento de utilidades a largo plazo ha resultado superior.

En el ámbito de la innovación, la evidencia es igualmente reveladora. Pese a invertir menos en términos relativos, con un 2,6% de las ventas destinado a investigación y desarrollo frente al 3,3% de la media global, estas compañías han conseguido “un historial competitivo en innovación y un crecimiento superior de las ganancias por acción”.
Esta combinación de prudencia financiera y capacidad innovadora explica buena parte de la brecha de rentabilidad observada frente a sus pares no familiares.
Los riesgos, sin embargo, son claros. UBS advierte sobre la volatilidad asociada a su sesgo hacia compañías de menor capitalización, la limitada liquidez de sus acciones debido a la elevada participación de las familias en el capital, y la posibilidad de conflictos internos o problemas de sucesión.
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“La sucesión es una de las principales amenazas que enfrentan todas las empresas familiares, ya que deben gestionar la transferencia de propiedad y el cambio generacional, que a menudo tienen un componente emocional”, indica el reporte.
A pesar de estas amenazas, el banco recomienda un horizonte de inversión de al menos cinco años con un enfoque diversificado, neutral en sectores y regiones, y con un peso igualitario por compañía. “Las empresas familiares ofrecen un crecimiento estable y buenas características de riesgo-retorno gracias a su enfoque en calidad e innovación”, concluye el análisis.











