El sabor amargo del café: cómo los precios récord también golpean la cadena del negocio

La subida de los precios del grano genera una disyuntiva: el récord podría golpear a los tostadores y consumidores finales, pero beneficia directamente a los caficultores.

A barista wearing a protective mask uses a espresso machine at the Rituales Cafe in Medellin, Colombia, on Monday, Feb. 22, 2021. Colombia coffee outputs rose 3% year over year, with the country exporting more than 1,102,000 bags. Photographer: Juan Cristobal Cobo/Bloomberg
20 de febrero, 2025 | 04:00 AM

Bloomberg Línea — La subida récord del café, que superó los US$4 por libra en Nueva York, es un trago dulce para los productores, pero amargo para tostadores, importadores y cafeterías, que enfrentan costos al alza y el dilema de trasladar las subidas al consumidor.

La industria del café se enfrenta a esta disyuntiva inesperada en medio de las persistentes dudas sobre el suministro global. Mientras los productores se entusisman por los precios y el resto de la cadena se preocupa por sus costos, el análisis sobre la evolución del mercado se centra ahora en la intensa sequía que afecta a Brasil, el principal productor de café arábica.

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“Claramente, la próxima cosecha de arábica en Brasil (2025/26) va a ser una cosecha muy por debajo del potencial. Sería la quinta cosecha consecutiva de arábica que decepciona“, dijo Carlos Mera, director de Mercados de Materias Primas Agrícolas de Rabobank, a Bloomberg Línea.

De acuerdo a un reporte del banco estadounidense Citi, publicado el 11 de febrero, el café arábica es la materia prima con mejor desempeño este año, con una subida de más del 31% interanual y del 120% interanual.

En el informe, el Citi revisó su perspectiva de precios para el café arábica a US$3,60/lb en 3 meses (un 12% menos respecto a los futuros) y US$3,30/lb en 12 meses (un 8% menos respecto a los futuros). “Es probable que los precios del café hayan tocado techo, ya que la demanda empieza a reducirse y la oferta a reponerse”, dice.

Si bien la disparada del café generó entusiasmo en los mercados, los países productores son cautelosos y analizan de cerca los efectos en el resto de la cadena ante el aumento de los costos en un momento en que es difícil trasladar mayores precios al consumidor por los efectos que ha dejado el golpe de la inflación en sus bolsillos.

Los altos precios han representado un mayor ingreso para economías productoras como la colombiana, pero no todo el panorama es positivo. Detrás de este auge, se han enfrentado dificultades en medio de los beneficios del alza en los precios.

“En el plano de los exportadores se evidencia una mayor necesidad de liquidez para comprar café con destino a sus clientes, con el consecuente mayor valor en la financiación de la operación”, dijo el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), Germán Bahamón

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Entre tanto, desde la perspectiva de los tostadores, están frente al desafío del alza de precio al consumidor final y desde este último eslabón de la cadena, se enfrenta la decisión de compra de un producto que en las góndolas o en las tiendas hoy tiene un mayor costo, consideró el directivo.

Contratos incumplidos

En Colombia, la Federación Nacional de Cafeteros asegura a los productores de café la compra de su producto mendiante una denominada garantía de compra, estableciendo un precio base de referencia.

Este precio se determina diariamente en función del valor de cierre del café en la Bolsa de Nueva York, la tasa de cambio vigente y el diferencial o prima específica para el café colombiano.

En el marco del aumento de los precios del café, la Federación enfrenta un problema con las cooperativas de caficultores que no cumplieron con las entregas de café que se pactaron antes de que los precios llegaran a máximos en la bolsa.

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El origen de la situación se encuentra en los compromisos adquiridos por algunas cooperativas a finales de 2019. Estas organizaciones prevendieron café a precios inferiores a los actuales, pero el alza en el mercado internacional llevó a los caficultores a vender su producción a compradores que ofrecían más dinero, lo que dejó a las cooperativas sin capacidad para honrar sus contratos con la Federación.

El café fue protagonista en la economía colombiana el año pasado y fue uno de los principales sectores que impulsó su crecimiento.

En un inicio, cuando el precio del café se encontraba entre US$0,80 y US$0,90 por libra las operaciones generaron resultados positivos. Con el tiempo, el valor del grano en la bolsa internacional comenzó a subir y las cooperativas comenzaron a incumplir las entregas acordadas, ya que los productores preferían vender su café en el mercado libre.

El gerente general de la Federación, Germán Bahamón, ha explicado que hasta enero el café sin entregar alcanzaba los 32 millones de kilos, lo que equivale a 3,4% de la producción anual y afectaba a menos del 1% de los caficultores.

Para enfrentar la situación, la Fedecafé puso en marcha desde la semana pasada el denominado Plan de Acción Solidario, sin necesidad de requerir apoyo financiero del gobierno. La estrategia contempla que el Fondo Nacional del Café venda a las cooperativas el café que no han entregado, lo que les permitirá cumplir con sus compromisos.

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A nivel internacional, algunas marcas han comenzado a advertir que será inevitable trasladar el alza a los consumidores.

Como las cooperativas tendrían que comprarle el grano al precio de mercado, la Federación ofrecerá otros mecanismos, como la extensión del programa Coseche y Cumpla, que se había lanzado previamente para que las cooperativas pudieran cumplir con sus entregas, y les dará créditos a largo plazo.

“Un sector solidario, saludable y eficiente es definitivo para la caficultura, así que seguimos construyendo ese ecosistema para salvaguardar la garantía de compra”, dijo Bahamón una vez se anunció el plan.

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En un comunicado, la Federación señaló que la medida permitirá liberar liquidez para atender la necesidad de recursos en la garantía de compra. “Los retrasos en las entregas de café por parte de algunas cooperativas han generado presiones financieras, por lo que esta solución busca garantizar la estabilidad del sistema”, explicó el gremio.

Para ejecutar el plan, la Federación ya inició reuniones con las cooperativas y esta semana dio a conocer que ya se habían saldado 68% de los compromisos de entrega a café futuro. Según dieron a conocer el martes, de los 32 millones de kilos de café pendientes de entrega, hubo cooperativas, que representan 22 millones de kilos de café, que firmaron el acuerdo propuesto.

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El escenario llega en un momento de auge para el sector cafetero colombiano, que aportó 47% del crecimiento que tuvo la economía nacional al cierre de año pasado, según las cifras que esta semana presentó el Dane, la entidad estadística oficial.

“Cuando revisamos el ultimo trimestre del 2024, de octubre a diciembre, fueron las familias caficultoras las que tuvieron un aporte protagónico en el crecimiento económico nacional”, dijo Bahamón.

Presiones en los precios para el consumidor final

Además del impacto en los cafeteros, el alza comienza a ser un tema recurrente entre las empresas del sector.

El récord del café es un ajuste de precios que afecta a los tostadores y a los consumidores finales, pero que beneficia directamente a los caficultores, explica Luis Fernando Vélez, fundador de la cadena de cafeterías colombiana Amor Perfecto.

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“Tomar un buen café implica un gran esfuerzo en la finca y sus procesos, y es momento de que el consumidor reconozca su verdadero valor”, dijo.

Explica que subir los precios a los clientes es una tarea difícil y una medida inevitable que repercute en toda la cadena. Aun con un precio alto de COP$60.000 por 500 g (US$14,2), el costo sigue siendo bajo en comparación con su precio de venta en cafeterías, lo que permite absorber parte del incremento. Sin embargo, la negociación no es sencilla, ya que “nadie quiere que su materia prima se duplique de precio en un año”.

Cada tostador enfrenta el desafío de manera distinta: algunos podrían optar por no subir precios y reducir calidad, mientras que otros, como Amor Perfecto, dicen que prefieren ajustar los valores hasta donde el cliente lo permita, sin sacrificar la excelencia. Aunque el café de especialidad costará más, esto podría garantizar una cadena de valor más equilibrada y mejores ingresos para los productores, actores clave en la calidad de cada taza, opina Vélez.

Los ejecutivos de compañías como Nestlé, Starbucks, CCL Products India y JDE Peet’s han reconocido los desafíos que esto supone para sus márgenes y estrategias comerciales.

Laurent Freixe, CEO de Nestlé, señaló en la última presentación de resultados que el aumento en los costos del café y el cacao ha llevado a la compañía a implementar ajustes en su estructura de precios.

“En lo que respecta al café y al chocolate, como los costes de los insumos han aumentado, debería verse algo de fijación de precios", dijo. “En primer lugar, intentaremos mitigar, a través de nuestros programas de productividad y ahorro, el impacto de los costes de los insumos y fijaremos los precios adecuados“.

Nestlé dijo en su última conferencia de resultados que el alza internacional llevado a la compañía a implementar ajustes en su estructura de precios.

Freixe explicó que Nestlé tiene una ventaja competitiva al vender mayormente café en cápsulas, soluble y listos para beber, lo que reduce la incidencia del precio del grano verde en comparación con los productores de café tostado y molido.

En Starbucks, la vicepresidenta financiera, Rachel Ruggeri, aseguró que el aumento de los precios “a un consumidor ya presionado” afectará probablemente a los volúmenes de la compañía y, en última instancia, a los ingresos y la rentabilidad.

Por su parte, Praveen Jaipuriar, CEO de CCL Products India, una marca asiática que tiene presencia en más de 90 países, destacó que los precios del café han permanecido volátiles y han seguido aumentando​, aunque la empresa ha logrado mantener un crecimiento en ingresos y EBITDA.

Explicó que en el segmento B2C, la empresa ha aplicado incrementos de precios con cierto retraso respecto al B2B, debido a la dinámica del mercado. “En los paquetes más grandes, ya hemos tomado aumentos de precios de casi un 30% a 40% en el último año y medio, y creemos que aún falta un 10% a 15% por cubrir”​.

Directivos de Starbucks aseguraron que navegan en un escenario en el que hay un consumidor ya presionado por la inflación de alimentos, lo que afectará probablemente a los volúmenes de la compañía.

En Europa, Luc Vandevelde, CEO interino de JDE Peet’s, indicó que la compañía ha operado en un entorno desafiante debido al alza en los precios del café verde y la creciente demanda de productos más asequibles.

“El aumento del precio del café verde en los últimos trimestres impactará en nuestro P&L (balance de ganancias y pérdidas) en los próximos meses, lo que inevitablemente requerirá incrementos adicionales de precios y una estricta disciplina de costos”​. Destacó que en los mercados emergentes han aplicado aumentos de precios de hasta 9,8% para compensar la inflación en los costos del café.

Los efectos en el comercio local e internacional

Trabajadores frente a contenedores marítimos en la terminal de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (SPRC) en el Puerto de Cartagena en Cartagena, Colombia, el jueves 9 de diciembre de 2021.

Ante el aumento de los precios, también se generan retos en la administración del capital de trabajo para los que compran y venden café, sea en el mercado local o en el exterior, debido a una mayor necesidad de financiación de las compras de café pergamino y de los inventarios de café trillado.

“Si los clientes en el exterior, debido al precio de compra, llegaran a pedir más plazo en el pago, habría que adicionar el reto de la financiación de las cuentas por cobrar”, dijo a este medio Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.

Considera también que el aumento de precios podría generar el incentivo de buscar cafés arábigos, suaves y de alta calidad en otros países con los que compite Colombia, pero “para los negocios, nunca es positivo que el cliente ensaye con los productos de la competencia”.

Para Laura Clavijo, si bien países como Colombia tiene la oportunidad de sacar el máximo provecho del buen momento por el que atraviesa la caficultura, esto exige desde la estrategia de mercadeo y la administración financiera un esfuerzo importante por parte de los eslabones siguientes en la cadena del café para que los resultados sean sostenibles en el tiempo.

Los desafíos que experimenta Colombia por los efectos del vaivén de los precios del mercado internacional son compartidos por otros países productores como Honduras, tercer mayor mercado del café en Latinoamérica después de Colombia y Brasil, tal y como lo reconoce el subgerente técnico en el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), Néstor Meneses.

Según explica, el precio del café en plaza -que se compra en uva, pergamino húmedo o seco- ha alcanzado también máximos históricos y dependiendo de la zona se estaba comercializando entre US$280 y US$320 el quintal oro (equivalente a 100 libras o 46 kg), antes de que el precio sobrepasara los US$400. A la par, la cosecha se atrasó más de un mes y también se concentró en un periodo de tiempo más corto (hay una maduración uniforme en la mayoría de las zonas).

“Hay problemas para los compradores en vista de que tienen limitaciones de liquidez para comprar el café o tienen que reducir sus compras, esto es visto por los productores como especulación, ya que piensan que los compradores no quieren comprar a precios altos”, dijo. También hay dudas acerca de si los exportadores están pudiendo cerrar contratos con los precios actuales, ya que ciertos mercados no tienen capacidad de pagar estos precios.

La demanda comienza a golpearse

Y las advertencias no han parado ahí.

Andrea Illy, presidente del tostador italiano Illycaffè, dijo que esta escalada en los precios podría traducirse en aumentos significativos en el costo del café para los consumidores en los próximos meses, afectando la demanda en mercados clave.

Consultado sobre la posibilidad de que los precios al por menor aumenten entre un 20% y un 25% en los próximos meses, Illy declaró en una entrevista con Bloomberg TV que “es posible”.

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Según el ejecutivo, la fuerte alza ya ha comenzado a afectar la demanda en mercados desarrollados y está frenando el crecimiento del consumo en economías emergentes, que hasta hace poco mostraban un auge en la adopción del café.

Hasta ahora, el consumo se había mantenido relativamente estable en economías en desarrollo como Vietnam e Indonesia, pero las señales de debilitamiento comienzan a aparecer, según ha reportado Bloomberg. En estos países, los altos precios están haciendo que los consumidores reconsideren sus compras, optando por granos de menor calidad o reduciendo su consumo diario.

Márcio Ferreira, presidente de Cecafé, dijo en declaraciones a la prensa en Brasil que los compradores chinos estuvieron muy activos cuando los precios eran competitivos, pero que ahora se percibe una actitud más cautelosa.

Bloomberg también ha reportado que algunas empresas en Indonesia han comenzado a sustituir los granos de café con ingredientes alternativos, como maíz tostado, arroz y nueces molidas, para reducir costos y mantener precios accesibles.

Brasil, el mayor productor de café del mundo, también está sintiendo los efectos del aumento de precios. Pavel Cardoso, presidente de la asociación brasileña de la industria del café (Abic), advirtió que, aunque los consumidores no abandonarán el hábito de preparar café en casa, es posible que reduzcan la cantidad diaria.

En Colombia, que se ha visto beneficiado por el alza de los precios, la tendencia no ha sido diferente. Según el índice de precios al consumidor de la subclase del café y productos a base de café, medidas por la entidad estadística oficial, se ha evidenciado un incremento, al punto que ha tocado máximos en al menos cinco años.