Bloomberg Línea — El real brasileño y el peso colombiano han dejado atrás las previsiones más fatalistas que surgieron previo a las elecciones de 2022 y se posicionan en la actualidad como las monedas más fuertes de Latinoamérica.
Las monedas de Brasil y Colombia se han beneficiado especialmente de un contexto marcado por la debilidad global del dólar, en tanto que el índice DXY ha caído en lo corrido del año un 11%, hasta este jueves 11 de septiembre, pero también porque se han disipado a lo largo del tiempo los temores sobre la adopción de reformas radicales en ambas administraciones de izquierda.
Sharon Téllez, analista de la entidad financiera Itaú en Colombia, dijo a Bloomberg Línea que esa debilidad generalizada del precio del dólar está asociada a una economía estadounidense “que se ve más deteriorada”, retrocesos en el mercado laboral y menores proyecciones de crecimiento para el país.
De acuerdo a cifras de Bloomberg, desde que se posicionó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2023 y hasta la fecha, el real brasileño sorteó la volatilidad y se apreció un 1,47%. Entre, desde la posesión del presidente Gustavo Petro en Colombia en agosto de 2022, el peso colombiano se ha apreciado un 10,77%.
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En el año, ambas monedas son las que más se han apreciado en Latinoamérica y están entre las más fuertes de los mercados emergentes.
“La explicación fundamental es que los factores externos, y en particular un dólar débil en 2025, han dominado el comportamiento del peso colombiano y otras monedas” en la región, como el real brasileño, dijo a Bloomberg Línea Ernesto Revilla, economista jefe de Citi Research (C) para Latinoamérica.
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Mientras el dólar esté débil, explica que es difícil que las preocupaciones locales, ya sea en temas fiscales o institucionales, afecten a estas monedas en la región.
Asimismo, las elevadas tasas de interés domésticas en estas economías regionales han servido como un factor de contención sobre la volatilidad y el nivel del peso y el real.
De cara al futuro, un dólar débil, la cautela en los recortes de tasas, un escenario favorable para la inversión local tras las elecciones y el alza del petróleo deberían sostener la estabilidad del peso, pese al deterioro fiscal, dijo Ernesto Revilla.

En el caso puntual de Brasil, “la economía mostró una robustez, una resiliencia mayor de la que se proyectaba”, dijo a Bloomberg Línea la analista Cristina Helena Pinto de Mello, profesora de Economía de la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo.
Para 2025, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) espera que la economía brasileña se expanda un 2,3% y para el 2026 un 2%.
Pinto de Mello explica que a pesar de las proyecciones de mayor volatilidad del precio del dólar en Brasil, la divisa estadounidense ha encontrado un balance en medio de los efectos de las tasas de interés y los choques externos.
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“Las tasas de interés altas atrajeron a los inversionistas hacia aplicaciones domésticas y el escenario internacional también contribuyó a esa atracción hacia Brasil”, comentó.
La economista destacó además que las exportaciones ayudaron a equilibrar las cuentas externas y que el cambio en la presidencia del Banco Central de Brasil, presidido en la actualidad por Gabriel Galípolo, un aliado del mandatario izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, aportó confianza.
En su opinión, “el nuevo presidente del Banco Central mostró firmeza en la conducción de la política de metas, una consistencia que fue percibida como un riesgo menor”.
Pese a este panorama, advierte que todavía se debe monitorear la inestabilidad en la política estadounidense, los cambios significativos en las reservas internacionales y en las inversiones chinas.
El peso colombiano se fortalece

En Colombia, las polarizadas elecciones a la Presidencia en 2022 generaron fuerte incertidumbre por las propuestas del entonces candidato Gustavo Petro.
No obstante, luego de haber superado los COP$5.000 a finales de 2022, el precio del dólar en Colombia ha encontrado mayor estabilidad a medida que se incorporan estos riesgos en los activos colombianos.
Según explicó Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, desde hace unos seis meses la tasa de cambio local se ha venido comportando mucho más en línea con lo que ocurre con el dólar global.
En el frente local, Clavijo mencionó que debido a diferentes operaciones que viene realizando el gobierno para mejorar el perfil de deuda este año, se ha dado una entrada de divisas al mercado y una monetización de dólares, lo que viene impulsando la apreciación del peso colombiano en las últimas semanas.
Solo en jornadas recientes, estimó, que se han efectuado operaciones por US$11.400 millones.
No obstante, advirtió que este fenómeno coexiste con riesgos latentes asociados al deterioro fiscal de la economía colombiana.
“Más bien viene primando el comportamiento del dólar global, junto con las operaciones en el mercado local, producto de este mejor manejo de deuda que se viene realizando desde Crédito Público”, consideró.
El dólar en COP$7.000 que no se materializó

En 2022, la fuerte presión sobre el dólar en Colombia respondió al temor de que el gobierno frenara la exploración petrolera, lo que podía significar “un menor flujo de divisas hacia la economía, menores ingresos por exploración y mayores presiones fiscales”, recordó Sharon Téllez, estratega de Inversiones en Itaú Colombia Comisionista de Bolsa.
La firma de soluciones financieras Corficolombiana, propiedad del Grupo Aval (AVAL) proyectó en 2022 que la tasa de cambio se dispararía entre COP$5.080 pesos y COP$$7.000 en 2027 como consecuencia de la suspensión de la exploración petrolera.
El economista jefe de Corficolombiana y coautor del reporte, Julio Romero, explicó a Bloomberg Línea que el panorama ha cambiado desde la visión proyectada en el reporte del junio 14 de 2022.
El contraste entre la presión sobre el dólar en 2022 y la estabilidad actual responde a factores tanto externos como internos.
“El dólar en Colombia responde a factores globales y a factores locales, pero normalmente son los internacionales los que tienen una mayor incidencia en la tasa de cambio”, señaló Romero.
En la actualidad, el contexto internacional es distinto con un dólar de Estados Unidos que se ha debilitado frente a monedas duras y emergentes, incluido el peso colombiano.
“Ese cambio global ha sido clave para que nuestra tasa de cambio haya bajado como lo ha hecho”, explicó Romero.
Recordó que en 2022 hubo un “choque idiosincrático” marcado por la incertidumbre del cambio de gobierno.
“Los anuncios del presidente Petro sobre control de capitales o no firmar nuevos contratos de exploración hicieron que los activos —no solo el dólar, también los títulos de deuda— incorporaran ese sentimiento de incertidumbre por el giro hacia un gobierno de izquierda”, dijo.
En el frente local, agregó que los temores iniciales sobre medidas del gobierno se fueron disipando.
“Las instituciones en Colombia evitaron que los anuncios de comienzo de gobierno se hicieran realidad y eso le quitó mucha presión a la tasa de cambio”, comentó el economista jefe de Corficolombiana.
Romero destacó que a menos de un año de las elecciones, también puede estar influyendo la política a través de un trade electoral anticipado.
“Muchos inversionistas pueden estar operando con la expectativa de que en Colombia habrá un cambio de gobierno hacia un enfoque promercado. Eso también podría explicar la situación actual de la tasa de cambio”, aseguró.
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