Bloomberg Línea — Los mercados reciben con alivio el cambio de tono en el discurso del presidente Donald Trump. Las expectativas de avances en las negociaciones comerciales con China y la retirada del riesgo de una posible destitución del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sirvieron como catalizadores para mejorar el ánimo de los inversores.
Ver más: América Latina sufre por caída del petróleo ante mayor presión fiscal y menor inversión
Las declaraciones del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien describió la guerra comercial entre Estados Unidos y China como “insostenible”, reforzaron la idea de que podría estar en marcha una etapa de distensión arancelaria.
El índice DXY, que mide el desempeño del dólar frente a una cesta de monedas, vuelve a acercarse a la barrera psicológica de los 100 puntos, mostrando fortaleza frente a la mayoría de las divisas del G10.
Sin embargo, las monedas de América Latina continúan registrando avances. En Perú, el dólar cae un -0,12%, ubicándose en PEN$3,694, según datos de Bloomberg.
Desde BBVA FX Strategy señalan que las divisas de la región están siendo favorecidas por una mayor diversificación de carteras fuera del dólar, el alza en los precios de materias primas y una mejora general en el apetito por activos de riesgo.
En el caso del sol peruano, la moneda mostró ayer una fortaleza al romper el umbral de PEN$3,70 por dólar, con niveles técnicos de soporte identificados en PEN$3,68 y PEN$3,65 en caso de que se mantenga la presión bajista.

Pese al tono más optimista en los mercados, el Fondo Monetario Internacional recortó su estimación de crecimiento económico mundial para 2025, ajustándola al 2,8% desde el 3,3% proyectado en enero.
Entre los principales motivos se mencionan las tensiones comerciales persistentes y un entorno global de alta incertidumbre. Para Estados Unidos, la proyección se redujo del 2,7% al 1,8%.
Ver más: BofA advierte por una estanflación en EE.UU. y reduce pronósticos de crecimiento
Este ajuste actúa como un freno al optimismo reciente, al tiempo que subraya los riesgos de estanflación, en línea con indicadores débiles como el índice manufacturero de la Reserva Federal de Richmond.
Francesco Pesole, analista de divisas en ING, explicó que los recientes movimientos del dólar no se deben exclusivamente a fundamentos macroeconómicos, sino también a un reequilibrio técnico tras varias semanas de presión vendedora.

Pesole destacó que el dólar se encuentra “indudablemente sobrevendido e infravalorado” y que el retorno a condiciones normales de liquidez en el mercado cambiario está contribuyendo a su estabilización.
Desde ING consideran que la divisa estadounidense sigue siendo la más sensible del G10 a las noticias relacionadas con el comercio internacional.
Aunque reconocen que los riesgos en el corto plazo aún se inclinan a la baja, no anticipan una nueva ola de ventas generalizadas. En cambio, pronostican un periodo de consolidación, más que una extensión del debilitamiento estructural reciente.