Bloomberg — Shell Plc (SHEL), una de las mayores comercializadoras de petróleo y gas natural, tiene planes de contingencia en caso de que el conflicto entre Israel e Irán interrumpa los flujos procedentes de la región, advirtiendo que un posible bloqueo del Estrecho de Ormuz podría suponer un shock sustancial.
“Si esa arteria se bloquea, por la razón que sea, tiene un enorme impacto en el comercio mundial”, declaró el CEO, Wael Sawan, en la Cumbre y Exposición de la Energía de Japón, en Tokio. “Tenemos planes ante la eventualidad de que las cosas se deterioren”.
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El mercado mundial de la energía se ha visto traspasado por el conflicto entre Israel e Irán, incluida la posibilidad de que EE.UU. decida unirse al asalto. Hasta ahora, aunque el crudo se ha disparado debido a las hostilidades, no se ha producido ninguna interrupción importante de los flujos de energía, aunque los comerciantes están en alerta máxima.
Alrededor de una cuarta parte del comercio mundial de petróleo pasa por el estrecho de Ormuz, que une el golfo Pérsico con el océano Índico. En el pasado, Irán ha apuntado a los barcos que atraviesan el punto de estrangulamiento y ha amenazado con bloquear la vía fluvial. En los últimos días, se han interferido las señales de los barcos.
“Lo que es particularmente desafiante en este momento son algunas de las interferencias que se están produciendo”, dijo Sawan, refiriéndose a la interferencia en las señales de navegación en el Golfo Pérsico y sus alrededores. Shell está “teniendo mucho cuidado” con el transporte marítimo en Medio Oriente debido al conflicto, dijo.
Altos funcionarios estadounidenses se están preparando para la posibilidad de un ataque contra Irán en los próximos días, según personas familiarizadas con el asunto, una señal de que Washington está montando la infraestructura para entrar directamente en el conflicto con Teherán. La situación sigue evolucionando y podría cambiar, dijeron.
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“Los riesgos de graves interrupciones del suministro energético aumentarán si los dirigentes iraníes creen que se enfrentan a una amenaza existencial para su supervivencia”, señalaron en una nota los analistas de RBC Capital Markets LLC, entre ellos Helima Croft. “La entrada directa de EE.UU. en este conflicto podría ser un catalizador para acciones perturbadoras más directas contra los petroleros y las infraestructuras críticas de la región”.
En los últimos días, Qatar pidió a los petroleros que esperaran fuera del estrecho hasta que estuvieran listos para cargar, mientras que el cargador japonés Nippon Yusen KK dio instrucciones a sus buques para que mantuvieran una distancia segura de la costa mientras navegaban por aguas iraníes.
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