Deutsche Bank ve más riesgos para América Latina y dice que el dólar débil no se irá pronto

Francisco Campos, economista en jefe de Deutsche Bank para América Latina, anticipa que los países de la región enfrentarán desafíos económicos diferenciados, marcados por presiones externas, políticas fiscales rígidas y un entorno de creciente incertidumbre monetaria.

Deutsche Bank AG  en Frankfurt, Germany.
15 de julio, 2025 | 07:00 AM

Bloomberg Línea — La volatilidad externa, las expectativas por la política monetaria en Estados Unidos y los crecientes riesgos políticos en la región están configurando el segundo semestre para los mercados de América Latina.

Francisco Campos, economista en jefe de Deutsche Bank para la región advierte que, si bien América Latina ha mostrado resiliencia en los últimos meses de guerra comercial, el entorno externo podría traer impactos más tangibles.

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“Esperamos que haya una desaceleración de la actividad económica en la segunda mitad del año”, señaló Campos en diálogo con Bloomberg Línea. Para el analista, el común denominador será navegar en medio de una volatilidad externa en la que la política comercial estadounidense seguirá siendo un factor clave a seguir.

Desde el comportamiento del real brasileño hasta las tensiones del T-MEC en México y el panorama electoral en Chile, Campos expuso una visión regional marcada por factores idiosincráticos, restricciones fiscales y desafíos estructurales.

El dólar fuerte no volverá pronto

Un factor común para América Latina son las perspectivas del dólar estadounidense. En la opinión del economista en jefe para la región del banco alemán, el escenario actual refleja un cambio de fondo en la disposición global.

El índice del dólar se desploma 10,8% y marca su mayor caída semestral desde 1973.

“No creemos que la fortaleza del dólar vaya a regresar por un rato”, dijo Campos, al destacar que el mundo muestra una menor tolerancia hacia una economía como la de Estados Unidos con “déficits fiscales amplios”, sin señales claras de corrección en el horizonte.

A este desequilibrio estructural se suman decisiones de política económica que, a juicio del economista, se alejan de la ortodoxia.

“Si acaban nominando a un banquero central muy acomodaticio, eso jugaría en contra del dólar”, explicó, haciendo referencia a un posible cambio en la Reserva Federal. En ese contexto, “sí podríamos ver una debilidad del dólar adicional para los niveles actuales”.

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Aunque Deutsche Bank no proyecta una caída abrupta de la divisa, sí sostiene una postura clara respecto a su comportamiento futuro. “El mensaje principal es que no sabemos si va a haber mayor debilidad, pero tenemos convicción de que no vamos a ver que la fortaleza del dólar se restaure en un futuro previsible”, concluyó Campos.

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Brasil: presión fiscal y tensiones con EE.UU.

El caso brasileño ha cobrado notoriedad desde la semana pasada por las amenazas arancelarias del presidente Donald Trump. Campos afirma que “no hay un fundamento económico para la medida anunciada”, pues Estados Unidos tiene un superávit comercial con Brasil.

La imposición de aranceles, dice, responde a motivaciones políticas y no económicas, lo que complica la capacidad de negociación del gigante sudamericano.

No obstante, para Campos, aún si se aplicaran, el efecto sobre la economía brasileña sería acotado. “Las exportaciones de Brasil a Estados Unidos son un poco menos de 2% del PIB de Brasil”, sostuvo el analista, quien ve un impacto de alrededor de 0,2% del PIB sobre la actividad económica si las tarifas comerciales se materializan y se sostienen en el tiempo.

El gobierno de Brasil deberá sortear el impacto político de los aranceles de EE.UU., con un margen limitado para ceder ante presiones comerciales.

En política monetaria, Deutsche Bank no anticipa recortes en la tasa Selic hasta 2026. “Sí vemos que la política monetaria está restrictiva, en gran parte por el problema fiscal”, argumentó Campos.

Sin embargo, medidas del gobierno de Lula, como nuevas facilidades de crédito y exenciones fiscales, podrían amortiguar el impacto de esta postura contractiva sobre la economía.

Sobre el real brasileño Campos matiza que, si bien la moneda se ha apreciado frente al dólar, la trayectoria de Brasil continúa siendo la de una política fiscal “que no es conducente a la estabilidad de deuda”, aunque las altas tasas de interés podrían sostener a la moneda por el atractivo del carry trade.

México: bajo crecimiento

México transita por una fase de bajo crecimiento económico, aunque para Deutsche Bank el país no está aún en una dinámica de estanflación. “Nuestro pronóstico es que la debilidad todavía está por manifestarse de manera más clara, sí esperamos una mayor debilidad relativa a como están ahora las cosas”, dijo Campos.

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Pese a esto, la dinámica inflacionaria estaría por debajo del promedio histórico de México, por lo que no se configuraría un escenario de estanflación.

Para el economista, lo que esperan es que la economía esté durante al menos dos años y medio “en condiciones de holgura”, lo que va a trasladar las presiones sobre el Banco de México a la hora de recortar las tasas de interés.

“Eso tiene implicaciones de política económica, sobre todo en la parte monetaria, porque en la parte fiscal no hay espacio para implementar políticas fiscales contracíclicas. Entonces, la presión va a estar sobre el Banco Central", aseguró.

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Respecto al peso mexicano, los riesgos arancelarios y políticos son elementos que podrían empañar el panorama. No obstante, el caso base de Deutsche Bank sigue siendo la continuidad en el T-MEC y esperan “que el matrimonio en América del Norte se vaya a mantener porque están en interés de los tres países mantener esos vínculos comerciales”.

Campos descarta que la renegociación derive en acuerdos bilaterales. “La evolución de las cadenas de producción se dieron de manera trilateral”, sentenció.

Colombia: sin credibilidad

El panorama fiscal colombiano es uno de los más complejos de la región. Si bien, para Campos, el deterioro de las cuentas públicas ya fue internalizado por el mercado y se espera que los déficits fiscales estén alrededor de 7% durante tres años, la debilidad institucional se refleja en la pérdida de credibilidad de la regla fiscal.

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“La credibilidad de la regla fiscal actual ya se murió, ya la mataron. La habían venido lesionando durante años, incluso antes de Petro”, dijo Campos. "Esta invocación de la cláusula de escape fue el último clavo en el ataúd de lo que quedaba de credibilidad a la regla fiscal. Ahorita, para efectos prácticos, Colombia no tiene regla fiscal, porque se volvió una broma”.

Para Campos, el siguiente gobierno va a estar bajo presión en hacer dos cosas: una, presentar un programa de consolidación fiscal creíble, y otra presentar una nueva regla fiscal.

“Espero que al menos Fitch actúe sobre la revisión de la perspectiva y la rebaje. Pero eso yo creo que ya está descontando por mercado. Entonces, ya no sería un impacto fuerte”.

Francisco Campos, economista en jefe para América Latina de Deutsche Bank

En política monetaria, el economista cree que la actual composición de la junta del Banco de la República favorecerá nuevas rebajas en la tasa de interés, aunque no por motivos ortodoxos. “No sería lo que yo les aconsejaría, pero yo creo que va a suceder”, dijo.

Respecto al tipo de cambio, para el analista, el peso colombiano es “la moneda donde existe la mayor divergencia entre donde yo creo que debería estar y donde está”. Según Campos, los fundamentos macroeconómicos no respaldan el nivel actual de la divisa, y anticipa una nueva ronda de depreciación.

Perú y Chile: estabilidad macro

En contraste con Colombia, Perú mantiene estabilidad macroeconómica y espacio para recortes adicionales por parte de su banco central, si bien “no es una economía que te esté gritando que necesita mayor estímulo monetario”, afirmó Campos.

Aunque se reconocen presiones externas, como la incertidumbre por aranceles al cobre, Deutsche Bank anticipa “un par de recortes en este año”.

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Sobre Chile, el factor electoral marca el compás de la política económica. “Nuestro caso base es que vamos a tener un gobierno más amigable al mercado”, comentó, aunque reconoce que las encuestas muestran fuerza de los sectores de izquierda que le han sorprendido. “Parece que Kast continúa generando esa repulsión electoral que vimos en el 2021”.

En política monetaria, el Banco Central de Chile mantiene un tono expansivo, con las minutas de su más reciente reunión “mandando una señal clara de que quieren recortar”. La inflación de junio validó esta postura, aunque la incertidumbre externa podría retrasar decisiones.

Sobre el tipo de cambio, Campos explica que el cobre será el principal determinante: “Dime dónde va a acabar el cobre y te digo qué va a pasar con el peso”. Aun así, sostiene que una eventual transición política promercado podría impulsar una apreciación de la divisa.

La evolución del precio del cobre influirá sobre el peso chileno y las decisiones del Banco Central, en medio de la incertidumbre global.

Campos cierra su diagnóstico con una visión panorámica de la región, caracterizada por choques externos, riesgos políticos y margen fiscal limitado. “La economía ha mantenido cierta resiliencia porque esa volatilidad externa tuvo un pico, pero luego se moderó”, dijo.

De cara al segundo semestre, anticipa una desaceleración generalizada, con cada país enfrentando desafíos particulares. Además, subraya el papel de China como variable crítica para Sudamérica.

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