Bloomberg Línea — Barclays se convirtió el miércoles en el más reciente banco de inversión en elevar su estimación para el índice S&P 500, sumándose a una tendencia generalizada de revisiones al alza entre las principales casas de análisis de Wall Street.
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La entidad británica aumentó su objetivo de cierre para 2025 hasta los 6.050 puntos, desde los 5.900 previos, al considerar que “la incertidumbre máxima” en torno a la política arancelaria de Donald Trump ya ha quedado atrás.
El índice cerró el martes en 5.970,37 unidades, lo que implica que el nuevo objetivo representa un potencial alcista moderado, de alrededor del 1,3%.
Según una nota dirigida a sus clientes, los estrategas de Barclays, encabezados por Venu Krishna, explicaron que la superación del pico de incertidumbre comercial ha generado “un potencial alcista incremental en la valoración”, apoyado además en expectativas de un entorno fiscal y regulatorio más favorable en el mediano plazo.
La nueva previsión de Barclays no se limita a 2025. El banco también reveló su objetivo para el índice de referencia al cierre de 2026, que ubica en 6.700 puntos, impulsado por una estimación de beneficios por acción (EPS) de US$285.
Para 2025, mantiene sin cambios su proyección de EPS en US$262, pese a las persistentes presiones derivadas de la guerra comercial.
Según el banco, “una vez que se absorban los efectos negativos de los aranceles a lo largo de los trimestres restantes del año fiscal 2025, se espera que en 2026 se vuelva a un ritmo más normalizado de crecimiento de los beneficios”.
El escenario, sin embargo, sigue presentando desafíos. El martes por la noche, el presidente Trump firmó una proclamación ejecutiva que duplica del 25% al 50% los aranceles a la mayoría de las importaciones de acero y aluminio, argumentando que esta medida busca evitar el dumping y fortalecer la competitividad de los productores estadounidenses.
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Los productos derivados de ambos metales también estarán sujetos a los nuevos impuestos. Además, funcionarios de la administración han dado plazo a los países afectados hasta este miércoles para presentar propuestas en el marco de una posible renegociación de los aranceles recíprocos, cuya implementación está prevista para julio.
La meta de Deutsche Bank
La revisión de Barclays ocurre en paralelo con la de Deutsche Bank, que esta semana también incrementó su meta para el S&P 500, situando el nuevo objetivo en torno a los 6.550 puntos, lo que representa un potencial de alza superior al 10% respecto al cierre reciente.
En este caso, la mejora obedece principalmente al giro en la estrategia arancelaria de la Casa Blanca, que decidió reducir el arancel efectivo promedio del 26% al 17%, en respuesta a la presión del mercado.
Los analistas liderados por Binky Chadha destacaron que “las relajaciones arancelarias que hemos visto hasta ahora han reducido significativamente los arrastres directos e indirectos”.
Deutsche Bank revisó al alza su estimación de utilidades por acción del S&P 500 para 2025 a US$267, aún por debajo de la previsión original de US$282, pero con un sesgo ahora más favorable.
Desde una perspectiva de mercado, el banco alemán también subrayó que las condiciones técnicas siguen siendo sólidas. El posicionamiento inversor se encuentra en niveles neutrales y se anticipan recompras corporativas por más de US$1,1 billones en el año, con una ratio de distribución del 50%.
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Un tono más cauto
RBC Capital Markets adoptó una postura más cautelosa en su más reciente informe. La firma elevó su proyección de cierre para el S&P 500 en 2025 desde 5.550 a 5.730 puntos, pero advirtió que el índice aún podría retroceder desde los niveles actuales, debido a una combinación de riesgos macroeconómicos y señales técnicas de agotamiento en el rally.
“Esperamos un comportamiento volátil en las acciones hacia el cierre del año”, escribieron los analistas de RBC, al subrayar que su modelo de sentimiento está indicando retornos futuros menos robustos.
RBC proyecta un rango amplio de posibles desenlaces para el índice hacia diciembre: desde un escenario alcista de 6.400 puntos hasta uno bajista de entre 4.200 y 4.500 puntos.
Este amplio espectro, según la firma, refleja “el alto grado de incertidumbre y opacidad” en el entorno actual. Además, advierten que factores como un repunte inesperado en las tasas del Tesoro a 10 años o datos económicos por debajo de lo esperado podrían deteriorar el sentimiento inversor con rapidez.
