Bloomberg Línea — El sólido desempeño empresarial en Estados Unidos continúa afianzando el optimismo de los estrategas sobre el S&P 500. Bank of America (BAC) elevó su perspectiva de crecimiento de utilidades, respaldada por señales claras de eficiencia operativa, revisiones positivas en las guías corporativas y una expectativa de debilitamiento del dólar que favorecería las ventas externas.
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El nuevo informe, liderado por Savita Subramanian y Victoria Roloff, del equipo de estrategia de renta variable y análisis cuantitativo de BofA, apunta a una expansión robusta y más diversificada de las ganancias, incluso en un entorno económico que crecería por debajo de su tendencia histórica.
Ambas analistas advierten, sin embargo, que los riesgos derivados de los aranceles, la inflación y un mercado laboral en transición aún podrían ejercer presión sobre ciertos sectores.
“Las empresas han navegado la incertidumbre política con gran destreza”, señalaron Subramanian y Roloff. Añadieron que “la orientación y las revisiones del segundo trimestre fueron casi eufóricas”, lo que justificó una mejora sustancial en las proyecciones para el año.

El repunte de beneficios
Bank of America revisó al alza su estimación de ganancias por acción (EPS) del S&P 500 para 2025, situándola en US$271, lo que representa un crecimiento interanual del 12%.
La revisión se fundamenta en un segundo trimestre notable, donde el 97% de las compañías superaron las expectativas de ingresos y se observaron señales claras de monetización de inteligencia artificial en el sector tecnológico.
En el informe, Subramanian y Roloff sostienen que su “estimado para el año completo sugiere un margen de mejora de menos del 1% frente al consenso, lo que indica que gran parte del optimismo ya está reflejado, pero no agotado”.
Las analistas destacan que las compañías han logrado mantener márgenes sólidos, a pesar de los obstáculos derivados de los aranceles y la presión salarial.
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“Las empresas han podido navegar eficazmente los aranceles sin una degradación significativa de márgenes hasta ahora, pero el impacto completo aún podría estar por venir”, explicaron. Parte de esa contención ha sido posible gracias a preórdenes antes de la imposición de tarifas, aunque reconocen que “eso no durará para siempre”.
Crecimiento para 2026
Con miras a 2026, el informe de BofA proyecta un crecimiento más amplio, aunque ligeramente menor, de los beneficios corporativos. La estimación para ese año es de US$298, equivalente a un avance del 10% frente a 2025.
Según Subramanian y Roloff, sus “previsiones indican que después de dos años en los que unas pocas compañías cargaron con el grueso de las ganancias, 2026 debería mostrar una mayor participación de sectores cíclicos”.

Esta expansión más equitativa estaría impulsada por la combinación de varios factores positivos: un ciclo de inversión de capital más vigoroso, mejoras sostenidas en productividad y una trayectoria descendente en el valor del dólar.
“El ciclo emergente de productividad ya está en marcha, incluso sin que la inteligencia artificial haya impactado de lleno en las cifras”, explicaron los expertos. “Si la monetización del AI se acelera más de lo previsto, las estimaciones podrían elevarse aún más”.
Además, señalaron que “una depreciación del 10% en el dólar equivale aproximadamente a un impulso de tres puntos porcentuales en el EPS del S&P 500”, lo cual beneficiaría especialmente a sectores con alta exposición internacional como tecnología y materiales.
Riesgos persistentes
Pese a la mejora del panorama, las analistas enfatizan que persisten varios focos de incertidumbre que podrían limitar la expansión de márgenes.
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Entre ellos destacan una posible reactivación de tensiones arancelarias, la desaceleración del consumo si el mercado laboral se debilita aún más y la persistente dispersión en las guías corporativas.
“Las condiciones del mercado laboral han sido más débiles de lo que inicialmente se estimaba, pero el consumo no se ha desplomado”, afirman Subramanian y Roloff. El informe subraya que, pese a la ralentización en la creación de empleo, el gasto con tarjetas de crédito y débito se ha mantenido sólido, respaldado por un crecimiento real de los salarios.
También llaman la atención sobre un comportamiento histórico de los analistas: “En los últimos tres años, las revisiones de ganancias han favorecido de forma sistemática a las grandes tecnológicas, mientras se recortaban las del resto del índice”. Esa tendencia, advierten, podría repetirse si no se consolida el crecimiento en los sectores cíclicos.

En resumen, el escenario planteado por Bank of America proyecta un S&P 500 con bases más amplias para su expansión de beneficios, pero aún enfrentando tensiones estructurales.
Según Subramanian y Roloff, “la clave estará en si el crecimiento puede realmente democratizarse entre más sectores o si una vez más dependerá del liderazgo de un puñado de gigantes”.









