Bloomberg Línea — El oro se ha consolidado como el gran protagonista de 2025. En lo que va del año acumula una ganancia cercana al 40% y ha superado más de 30 récords históricos, situándose en torno a los US$3.650 por onza.
Ver más: Las 10 empresas más grandes del S&P 500 tras el rally de la acción de Oracle
El repunte responde a la expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, la depreciación del dólar y la persistente incertidumbre geopolítica, factores que han impulsado la demanda de un activo tradicionalmente percibido como refugio.
UBS destacó que el metal “rompió en las últimas semanas el rango de negociación relativamente estrecho que mantenía desde mediados de abril, en medio de sorpresas bajistas en los datos de nóminas de Estados Unidos, que desencadenaron un rápido reajuste de las expectativas de recortes de tasas de la Fed”.
En este nuevo contexto, la entidad suiza proyecta que la cotización alcance los US$3.800 por onza a finales de 2025 y los US$3.900 hacia mediados de 2026.
La revisión al alza se apoya en varios factores estructurales. UBS señala que “la tasa terminal de Estados Unidos ahora se sitúa en 2,93%, mientras que la tasa de interés real —el costo de oportunidad de mantener activos que no rinden, como el oro— ha caído más de 20 puntos básicos en menos de un mes”.
Con una inflación que se mantiene firme, el banco prevé que las tasas reales caigan aún más hacia fin de año, reforzando el atractivo del metal. La correlación negativa entre el oro y el dólar permanece elevada, lo que implica que la depreciación de la divisa estadounidense podría seguir alimentando la demanda inversora.
El informe también resalta la fortaleza de la inversión institucional. UBS elevó su estimación de tenencias de fondos cotizados en oro (ETFs) hasta cerca de 3.900 toneladas para finales de 2025, lo que supone acercarse al récord de 2020. A nivel anual, proyecta entradas de unas 700 toneladas.
→ Suscríbete al newsletter Línea de Mercado, una selección de Bloomberg Línea con las noticias bursátiles más destacadas del día.
A ello se suma la demanda de los bancos centrales, que se mantendrá en un rango de 900 a 950 toneladas, apenas por debajo de las más de 1.000 toneladas adquiridas en 2024.
La entidad mantiene un diagnóstico optimista. “Mantenemos una visión Atractiva sobre el oro y seguimos largos en el metal dentro de nuestra asignación global de activos”, dijeron los analistas entre los que estaba Wayne Gordon.
No obstante, reconocen que el principal riesgo para el rally sería que la Reserva Federal se viera obligada a subir tasas si la inflación sorprende al alza, un escenario que reduciría el atractivo del oro frente a activos de renta fija.

El efectivo pierde atractivo
La estrategia de refugiarse en liquidez ya no ofrece los retornos que alguna vez justificaron su protagonismo en carteras conservadoras. UBS fue explícito y consideró que “el efectivo no es el rey”.
El banco advierte que los portafolios con excedentes de liquidez corren un riesgo creciente de rezagarse frente a aquellos que buscan rendimientos en activos como renta variable, crédito o metales preciosos.
El análisis respalda esta afirmación con datos históricos. “Las acciones han superado al efectivo en el 86% y 100% de todos los periodos de tenencia a 10 y 20 años, respectivamente, mientras que la probabilidad de que los bonos superen al efectivo también aumenta con horizontes más largos”, escribieron los analistas.
Ver más: Acción de Oracle sube 36% y Wall Street recomienda invertir tras resultados récord
Además, mantener liquidez en exceso puede acentuar el impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo de los inversionistas.
Entre las alternativas, UBS destaca los bonos de calidad como fuente estable de ingresos en dólares, con retornos de un dígito medio esperados para los próximos 12 meses.
También recomienda activos generadores de rentas en Asia y Europa, incluidas acciones con dividendos atractivos, y subraya que el oro es un componente estratégico dentro de carteras diversificadas.

La entidad sugiere, además, que asignar progresivamente estos activos ayuda a mitigar riesgos de mal timing y a aprovechar correcciones de mercado.
En este contexto, la visión de UBS es clara: diversificar y asignar parte de las carteras hacia activos que ofrezcan protección e ingresos sostenibles. El oro emerge así como el activo refugio por excelencia en un entorno donde la liquidez pierde brillo y los inversionistas buscan alternativas capaces de resguardar valor frente a la inflación y la volatilidad de los mercados.