Bloomberg Línea — La demanda global de oro ha alcanzado niveles sin precedentes en 2025. Según el último informe del World Gold Council correspondiente al tercer trimestre, el total de demanda, incluyendo operaciones extrabursátiles, se ubicó en 1.313 toneladas entre julio y septiembre.
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Es el volumen trimestral más alto del que se tenga registro. En términos de valor, la cifra fue aún más significativa, con US$146.000 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 44%.
En el acumulado de los primeros nueve meses del año, la demanda total de oro se sitúa en 3.717 toneladas. Esto equivale a un valor de US$384.000 millones, un incremento de 41% respecto al mismo periodo de 2024.
El precio promedio del oro durante el tercer trimestre fue de US$3.456 por onza, con un aumento de 40% interanual. Durante ese trimestre, el oro marcó 13 máximos históricos.
“La demanda total de oro, incluyendo extrabursátil, creció 3% interanual hasta 1.313 toneladas, el mayor total trimestral en nuestra serie de datos”, señala el informe. “Sin embargo, esto fue eclipsado por la medida de valor de la demanda, que se disparó 44% interanual hasta un récord de US$146.000 millones”.
Auge inversor y bancos centrales
El principal motor del crecimiento ha sido la inversión. Las compras netas de fondos cotizados (ETF) totalizaron 222 toneladas, la cifra trimestral más elevada desde 2020. Las posiciones globales en ETF respaldados en oro se acercaron nuevamente a su récord histórico.
La demanda de barras y monedas también se mantuvo sólida, con 316 toneladas, lo que representa el cuarto trimestre consecutivo por encima de las 300 toneladas.
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“El trimestre vio la mayor cantidad de compras de ETF desde 2020, impulsadas por el FOMO de los inversionistas, que clamaban por construir posiciones en oro y beneficiarse de nuevas subidas”, indica el informe.
Más adelante, se afirma que “la demanda de inversión ha generado una parte significativa de la demanda total de oro este año, la demanda de barras, monedas y ETF ha representado más de la mitad de la demanda total hasta ahora en 2025”.
El informe destaca que la inversión no se limitó a grandes instituciones. En mercados como China e India, los inversionistas minoristas también aumentaron su exposición al metal, en parte como respuesta a la depreciación de sus monedas frente al dólar y ante la expectativa de que el precio del oro continuaría en ascenso.
En los primeros nueve meses del año, China demandó 178 toneladas en forma de monedas y barras, mientras que India alcanzó las 125 toneladas.
Los bancos centrales, por su parte, adquirieron 220 toneladas en el tercer trimestre, un aumento de 28% frente al trimestre anterior. Entre los compradores más destacados se encuentran Kazajistán con 18 toneladas, Brasil con 15 toneladas y China con cinco toneladas adicionales.
Si bien el ritmo acumulado del año es algo inferior al de 2024, la tendencia se mantiene. “Los bancos centrales siguen siendo un pilar firme de la demanda de oro en el tercer trimestre”, sostiene el documento.
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Cambios en el consumo y oferta limitada
La elevada cotización del oro ha producido un ajuste en los patrones de consumo, especialmente en el segmento de joyería. Aunque el valor total de las compras de joyas aumentó 13% interanual hasta alcanzar los US$41.000 millones, el volumen cayó 19%. Esto sugiere que los consumidores han optado por piezas más ligeras o han postergado sus adquisiciones.
“En China, los consumidores permanecieron sensibles al precio y se volcaron a artículos más ligeros o de menor pureza”, explica el informe. En India, la demanda se mantuvo contenida durante gran parte del trimestre debido al periodo de Shradh, aunque se observó un repunte hacia septiembre con la llegada de la temporada festiva.
En cuanto a la oferta, la producción minera creció 2% interanual y alcanzó las 977 toneladas. El suministro total, incluyendo reciclaje, llegó a 1.313 toneladas. La cantidad de oro reciclado se mantuvo elevada, pero estable, en 344 toneladas.

A pesar del fuerte incremento del precio, muchos tenedores decidieron no vender. “La actividad de reciclaje fue contenida en cierta medida por expectativas de nuevas ganancias en el precio y por condiciones económicas generalmente favorables”, concluye el documento.









