Bloomberg Línea — El mercado accionario de Estados Unidos continúa mostrando señales de fortaleza en un contexto global de tensiones fiscales y crecientes dudas sobre la solidez del dólar.
Esa aparente desconexión entre un índice S&P 500 en máximos y una moneda debilitada alimenta una narrativa de excepcionalismo económico que, para Goldman Sachs (GS), podría esconder una fragilidad estructural.
Ver más: América Latina vive un rally bursátil, pero estas son las acciones que se pierden la fiesta
Según la última edición de la encuesta mensual QuickPoll, realizada por Goldman Sachs Global Banking & Markets entre el 1 y 2 de julio, el 51% de los inversores institucionales consultados mantiene una postura alcista sobre las acciones estadounidenses, mientras solo el 32% adopta una visión bajista.
Al mismo tiempo, la expectativa de un debilitamiento del dólar se sitúa cerca de máximos históricos y refleja preocupaciones persistentes sobre la trayectoria fiscal del país.
Oscar Ostlund, director global de estrategia de contenido en Goldman Sachs, resume el giro reciente como “uno de los cambios de paradigma más importantes en los últimos meses”, al señalar la desvinculación entre el dólar y las acciones estadounidenses.

El billete verde ha retrocedido con fuerza en 2025: al 17 de julio, acumulaba una caída del 11% frente al euro y del 6,4% frente al yen.
En paralelo, la deuda nacional de Estados Unidos se aproxima a niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial en términos de su relación con el PIB. En este contexto, la proporción de participantes bajistas frente al dólar supera por más de siete veces a la de los alcistas.
“Los bajistas del dólar ahora superan a los alcistas en una proporción superior a 7 a 1”, destaca Ostlund, quien advierte que este es “el mayor nivel de unidireccionalidad sobre el dólar” registrado por su equipo en casi una década.
Ver más: Tesla se desploma más de 8% tras sus resultados: ¿opción de invertir o señal de alerta?
Consenso extremo
Si bien el optimismo por las acciones estadounidenses se apoya en fundamentos como una posible moderación de la Reserva Federal y el renovado entusiasmo por la inteligencia artificial, Goldman Sachs observa señales de alerta por el grado de alineamiento entre los inversionistas.
La euforia por las grandes tecnológicas, conocidas como las Siete Magníficas, ha resurgido luego de un breve periodo de corrección, y el 66% de los encuestados planea mantener o aumentar su exposición a estas compañías.
“Nos hemos recuperado, y la visión sobre las Siete Magníficas es básicamente tan sólida como lo era en 2024”, afirma Ostlund.
Pero este sentimiento generalizado también representa un riesgo potencial. El propio Ostlund advierte que “una posición muy unificada es una señal de un mercado estirado”.
Aunque reconoce que este consenso por sí solo no basta para desencadenar un giro en el mercado, sí lo hace “más vulnerable a cambios relativamente repentinos provocados incluso por catalizadores menores”.

Brian Garrett, responsable de ejecución de renta variable en el área de ventas cruzadas de Goldman Sachs, coincide en que el nivel de sincronización entre inversionistas puede aumentar la exposición colectiva al riesgo.
“He visto mercados donde todos miran hacia el mismo lado —solo se necesitan uno o dos datos para empezar a cambiar las tesis”, señala. La baja demanda de coberturas contrarias al consenso crea oportunidades tácticas para quienes buscan proteger portafolios. “Intentar encontrar formas baratas de defenderse contra cosas tan arraigadas en el consenso es una operación valiosa”, sostiene Garrett.
Mientras tanto, factores como la resiliencia del comercio global y una menor sensibilidad del mercado frente a los aranceles han alimentado el rally. “Los inversionistas parecen estar muy tranquilos con respecto a los aranceles. Una tasa efectiva del 10-15% se ve como la nueva normalidad”, indica Ostlund.
Ver más: Nubank y Latam Airlines están entre las 27 acciones que vencen a las Siete Magníficas
Aun así, la conjunción de un dólar débil, expectativas de crecimiento robusto y una fe casi inquebrantable en las tecnológicas estadounidenses podría estar generando un espejismo de estabilidad.
En un entorno donde el entusiasmo parece haber suplantado al análisis prudente, Goldman Sachs no emite una advertencia directa, pero sí señala los síntomas de una vulnerabilidad latente: mercados alineados, baja prima de riesgo y expectativas fuertemente unilaterales.
Como explica Ostlund, “en sí misma, una fuerte unanimidad no provoca un giro del mercado, pero lo hace más vulnerable”.