Bloomberg Línea — Wall Street sigue avanzando, pero no lo hace con convicción. A pesar del fuerte desempeño del S&P 500 durante 2025, el tono entre inversionistas y estrategas sigue siendo más nervioso que eufórico. Así lo indica Citi (C) en su informe más reciente, donde identifica una contradicción clave entre el posicionamiento optimista y un sentimiento cargado de cautela.
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El estratega jefe de renta variable estadounidense de Citi, Scott T. Chronert, define la coyuntura como la de unos “toros reacios”. A pesar del apetito por las acciones de gran capitalización, principalmente tecnológicas, persisten temores sobre valoraciones excesivas, burbujas en formación, riesgos crediticios y un entorno laboral que sigue generando incertidumbre.
La aparente fortaleza del mercado, impulsada en buena medida por el entusiasmo hacia la inteligencia artificial, convive con una memoria colectiva marcada por episodios traumáticos, como la burbuja tecnológica de inicios de los 2000 o la crisis financiera global. En palabras de Chronert, “el término ‘toros reacios’ nos parece una descripción más apropiada para muchos inversionistas en el entorno actual del mercado”.
Posicionamiento fuerte, sentimiento frágil
El informe revela que, aunque los flujos hacia acciones estadounidenses, especialmente desde inversores extranjeros, se mantienen sólidos, el trasfondo emocional dista de ser optimista. “Las conversaciones con clientes destacan preocupaciones sobre la sostenibilidad del mercado impulsado por la IA, el posible contagio crediticio y la configuración del mercado laboral y el consumo”, señala Chronert.

Esto se refleja también en el Índice Levkovich de Citi, un indicador que mide el nivel de euforia o pánico en los mercados. Según el estratega, “nuestro Índice Levkovich muestra euforia en el posicionamiento, pero el sentimiento del inversionista parece más nervioso”. Es decir, las carteras están cargadas de acciones, pero sus dueños no duermen tranquilos.
A nivel global, la preferencia por las acciones estadounidenses sigue dominando, en parte porque muchos mercados domésticos carecen de la profundidad necesaria para ofrecer una diversificación eficaz. En este sentido, Chronert apunta que “la dependencia del inversionista extranjero en acciones estadounidenses de gran capitalización parece estar arraigada”.
Por otro lado, los fondos mutuos y los ETF muestran una estrategia de “barra” en la asignación: por un lado, siguen aumentando los fondos del mercado monetario; por el otro, la proporción de efectivo respecto al valor de mercado accionario se encuentra en niveles históricamente bajos. Esta combinación es indicativa de una confianza contenida, más que de un apetito desbordado por el riesgo.
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Un mercado sin margen para decepciones
En este contexto, Citi advierte sobre una fase de mayor volatilidad. “Creemos que esta descripción de ‘toros reacios’ configura un muro de preocupaciones que podría escalarse con datos fundamentales positivamente incrementales”, sostiene Chronert. Pero también aclara que “los puntos de datos decepcionantes probablemente serán aprovechados para vender”.
La firma estima que el S&P 500 podría cerrar 2025 en torno a los 6.600 puntos, lo cual representa una valorización razonable en función de utilidades proyectadas de US$308 por acción para 2026. Sin embargo, un escenario más optimista, con ganancias de US$316 y un múltiplo más alto, podría llevar al índice hasta los 7.200 puntos.
“Aunque hay razones para pensar en un mayor crecimiento de utilidades en 2026, nos parecería prematuro descontarlo por completo antes de que finalice 2025”, puntualiza el estratega.

El informe también subraya que, a pesar del flujo sostenido hacia acciones, no se espera un despliegue significativo de efectivo adicional en el corto plazo.
“Los inversionistas estadounidenses parecen estar bien ponderados en acciones del país, y sugerimos que es dudoso que se despliegue efectivo significativo en este punto, dada la euforia en el posicionamiento”, escribe Chronert.
Además, la investigación de Citi observa una disonancia interesante entre la narrativa de crecimiento y las valoraciones actuales.
Si bien el mercado parece estar valorando de forma eficiente las expectativas de crecimiento, como lo sugiere la relación precio/beneficio/crecimiento (PEG), se trata de un equilibrio frágil. Cualquier desviación negativa en los datos fundamentales podría romperlo.
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En síntesis, Citi concluye que el mercado se mueve en una zona compleja, donde el entusiasmo por las oportunidades tecnológicas y las perspectivas de crecimiento se enfrenta a una desconfianza latente y al recuerdo de crisis pasadas.
“Los mercados probablemente seguirán navegando un posicionamiento eufórico, pero a través del lente de un sentimiento desconcertado e inestable”, resume Chronert.









