Wells Fargo cree que el dólar débil tiene fecha de vencimiento: ¿qué le espera a Latinoamérica?

La entidad anticipa que el billete verde recuperará impulso en 2026, justo cuando los bancos centrales latinoamericanos se quedan sin espacio para relajar sus políticas monetarias.

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El banco proyecta un giro en la política monetaria global y anticipa un repunte del dólar hacia la segunda mitad de 2026, con impacto directo en América Latina.
23 de octubre, 2025 | 12:58 PM

Bloomberg Línea — Wells Fargo prevé que el ciclo de debilitamiento del dólar se prolongará hasta mediados de 2026, pero advierte que la divisa comenzará a repuntar en la segunda mitad de ese año.

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“Creemos que el dólar puede recuperarse a partir del segundo semestre de 2026, a medida que finalice el ciclo de flexibilización de la Fed y la economía estadounidense se recupere”, afirmaron Brendan McKenna y Azhin Abdulkarim. Ambos sostienen además que “el estatus del dólar como refugio y reserva debería reforzarse el próximo año, lo que debería impulsar su rendimiento a largo plazo”.

La proyección tiene implicaciones directas para América Latina, donde la apreciación del dólar podría presionar a las monedas locales, aunque se prevén políticas monetarias más restrictivas. En su análisis, McKenna y Abdulkarim advierten que “los bancos centrales latinoamericanos, en particular los de Chile (BCCh) y Colombia (BanRep), tienen poco margen para bajar las tasas de interés”.

El dólar hacia 2026

Según el informe, la tendencia bajista del dólar persistirá durante los próximos trimestres como consecuencia de los recortes de tasas de la Reserva Federal.

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La entidad estima que el ciclo bajista del dólar finalizará en 2026, cuando la Fed cierre su proceso de relajación monetaria y la economía estadounidense recupere impulso.

“El dólar estadounidense se ha debilitado a lo largo de 2025, y los recortes de tipos de la Reserva Federal, que superan a los de los bancos centrales extranjeros, deberían provocar una mayor depreciación del dólar en los próximos trimestres”, señalaron McKenna y Abdulkarim.

Sin embargo, la entidad prevé que esa tendencia comenzará a revertirse a medida que la Fed ponga fin a su ciclo de relajación monetaria. “Una vez finalizado el ciclo de flexibilización monetaria de la Reserva Federal, el dólar comenzará a recuperarse durante la segunda mitad de 2026 y principios de 2027”, escribieron ambos economistas.

Los analistas enfatizan que no creen que el dólar vaya a perder su papel central en el sistema monetario internacional. “Consideramos que el dólar no está perdiendo su estatus de moneda de reserva mundial”, afirman McKenna y Abdulkarim, quienes concluyen que “no creemos que exista una alternativa fiduciaria viable ni fiable al dólar”.

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Perspectivas de tasas: foco en América Latina

La previsión de Wells Fargo mantiene sin cambios su visión sobre la Reserva Federal y anticipa una relajación monetaria acumulada de 100 puntos básicos hasta mediados de 2026.

En contraste, los bancos centrales latinoamericanos enfrentarán limitaciones más severas. “En Colombia, las autoridades han estado en pausa, y sus comentarios recientes sugieren subidas de tasas. No es probable que el Banco de la República implemente una política monetaria más restrictiva en el futuro cercano, pero la volatilidad cambiaria, la inflación persistente y la resiliencia del consumidor local tampoco le ofrecen mucho margen para recortar las tasas”, afirmaron.

La entidad considera que el próximo movimiento en tasas será menor y que podría demorarse más de lo previsto. “Creemos que es probable que los recortes de tasas se implementen en el primer trimestre de 2026, pero la flexibilización podría retrasarse fácilmente hasta después de las elecciones generales del segundo trimestre de 2026”, detallan McKenna y Abdulkarim.

El Banco de la República enfrenta un entorno de inflación persistente y volatilidad cambiaria que limita su capacidad para recortar tasas antes de las elecciones de 2026.

En el caso chileno, estiman que “las autoridades del BCCh podrían implementar un último recorte de tasas este año”, pero advierten que “es improbable que el ciclo de flexibilización se extienda mucho más, ya que las presiones inflacionarias aún son evidentes”. La combinación de inflación persistente y volatilidad cambiaria reduce el margen de maniobra, incluso en un contexto externo que, en teoría, favorecería posturas más expansivas.

El informe también alude a Brasil. “Estamos adoptando tentativamente una perspectiva en la que el Banco Central de Brasil mantiene las tasas sin cambios por más tiempo del que esperábamos inicialmente. Los responsables de la política monetaria del BCB son sensibles a la política fiscal laxa”, advirtieron McKenna y Abdulkarim.

La entidad considera que esta postura “podría persistir hasta bien entrado 2026” y que los recortes llegarán “a partir del primer trimestre de 2026, aunque el balance de riesgos ahora se inclina hacia una flexibilización posterior”.

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Los economistas remarcan que el Banco Central se mueve con extrema cautela debido al entorno fiscal expansivo. “El presidente Lula parece inflexible en la implementación de estímulos fiscales para apoyar su campaña de reelección”, advierten McKenna y Abdulkarim.

En consecuencia, el informe concluye que “la inflación ya es elevada, y el apoyo fiscal probablemente mantendrá el IPC por encima del objetivo durante más tiempo”.

En el caso de Argentina, Wells Fargo prevé que el camino de la política monetaria seguirá condicionado por la evolución del tipo de cambio y el apoyo internacional. McKenna y Abdulkarim anticipan episodios de volatilidad, pero también señalan que “el respaldo del Tesoro estadounidense puede brindar días de estabilidad o incluso fortaleza al ARS”.

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No obstante, agregan que “no creemos que el apoyo del Tesoro estadounidense sea una política cambiaria sostenible en Argentina”, por lo que esperan que “se permita que el peso flote libremente en el futuro, con solo períodos esporádicos de intervención cambiaria”.

El banco concluye que incertidumbre política seguirá siendo un factor de presión sobre las monedas de América Latina, pero considera que la volatilidad cambiaria tenderá a ser transitoria, porque esperan que la mayoría de las elecciones resultan en gobiernos favorables al mercado.

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