Bloomberg Línea — La Reserva Federal inició un nuevo ciclo de recortes de tasas en un contexto marcado por un mercado laboral debilitado, inflación contenida y expectativas de crecimiento moderado. Para los inversionistas, este entorno plantea un desafío claro: ¿cómo asignar capital de forma eficiente en el último trimestre del año?
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UBS responde con una hoja de ruta que combina visión macroeconómica, oportunidades temáticas y recomendaciones específicas por sector y región. “La reanudación del ciclo de recortes de tasas por parte de la Fed incrementa la urgencia de poner el efectivo a trabajar”, advierte el informe trimestral del Chief Investment Office de UBS.
Mark Haefele, CIO global de Gestión Patrimonial del banco suizo, aseguró que es “un momento importante para revisar las posiciones en efectivo” y desplegar su exceso “hacia las diversas oportunidades que se presentan en los mercados financieros”.
Menos efectivo, menos dólares
El entorno de tasas descendentes implica que el dinero en efectivo pierde atractivo como instrumento de rentabilidad. “El efectivo ofrece seguridad e ingresos, pero a largo plazo, mantenerlo en exceso suele perjudicar el crecimiento del portafolio”, sostiene el informe.

UBS recuerda que, entre 1960 y octubre de 2024, un dólar invertido en efectivo creció a US$15,71, frente a US$43,69 para bonos del Tesoro y US$672,43 para acciones de gran capitalización estadounidenses.
En ese contexto, el banco suizo recomienda reemplazar gradualmente la liquidez excedente por estrategias de ingreso en renta variable, bonos de calidad o instrumentos estructurados con pago de cupones.
Otra recomendación táctica relevante es revisar la exposición al billete verde. “Esperamos que el dólar estadounidense reanude su tendencia bajista en los próximos meses”, advierte UBS.
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La expectativa de recortes más agresivos por parte de la Fed, sumada al elevado volumen de inversión extranjera no cubierta en EE.UU. y a los desequilibrios gemelos (déficit fiscal y de cuenta corriente), justificarían esta visión.
Haefele dice que creen “que los inversores deberían revisar cuidadosamente su combinación de monedas, revisar sus asignaciones en dólares y cubrir la exposición si es necesario para acercar esas posiciones al equilibrio”.
Frente a este escenario, UBS muestra una preferencia táctica por el euro, el dólar australiano y la corona noruega.

Temas y sectores para invertir
UBS identifica oportunidades de inversión claras en torno a tres grandes transformaciones estructurales: la disrupción tecnológica, la longevidad y la transición energética. “Creemos que los inversores enfocados en innovación transformacional superarán al mercado en general”, afirma el informe.
La inteligencia artificial ocupa un lugar central en esta narrativa. “Esperamos que los ingresos globales por inteligencia artificial crezcan a una tasa compuesta anual del 41% hasta 2030”, estima UBS, destacando el impacto que esto tendrá en infraestructura, semiconductores y aplicaciones empresariales.
El crecimiento explosivo en demanda de centros de datos también está impulsando inversiones récord en redes eléctricas, almacenamiento y sistemas de distribución de energía.
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En salud, el envejecimiento poblacional y los avances terapéuticos ofrecen una segunda avenida de crecimiento. “Prevemos que el mercado global de medicamentos contra la obesidad alcance los US$200.000 millones para 2030”, sostienen. A ello se suma el impulso de tratamientos oncológicos, dispositivos médicos y servicios asociados al envejecimiento saludable.
UBS observa un renovado dinamismo en este sector, con valoraciones aún atractivas tras un periodo de incertidumbre regulatoria.
Desde el punto de vista sectorial, el banco recomienda centrarse en tecnología, salud, servicios públicos y financieros dentro del mercado estadounidense. Estos sectores combinan fundamentos sólidos con exposición a tendencias estructurales y defensivas ante una eventual desaceleración económica.

En Europa, aunque la visión general es neutral, UBS favorece acciones de alta calidad, con balances sólidos y baja exposición a riesgos comerciales. También destaca la inversión temática en ciberseguridad, electrificación e infraestructura vinculada a la transición energética.
En cuanto a mercados, Japón ha sido elevado a la categoría de “atractivo” por parte de UBS. “Vemos múltiples catalizadores específicos para las acciones japonesas”, señala el informe, en referencia a cambios políticos, estímulos fiscales y reformas en gobernanza corporativa.
La entidad también resalta oportunidades en el sector tecnológico de China, en la renta variable de Singapur y en el dinamismo estructural de India, sostenido por el consumo privado y el gasto público.
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Finalmente, el oro se posiciona como un activo defensivo clave en este entorno. “El oro ha subido con fuerza en lo que va del año. En nuestra opinión, el metal amarillo sigue siendo un eficaz diversificador de portafolio y cobertura frente a riesgos políticos y económicos”, sostienen.
UBS espera que el precio alcance los US$3.900 por onza hacia mediados de 2026, apoyado en la caída de tasas reales, la debilidad del dólar y la demanda persistente por parte de bancos centrales.