Bloomberg Línea — Las principales monedas de Latinoamérica van camino a cerrar un primer semestre en terreno positivo en medio de la debilidad global del dólar y el repunte de los precios del petróleo ante las tensiones en Medio Oriente, aunque con marcadas excepciones como es el caso del peso argentino que se ha depreciado un 18% en lo corrido del año.
Hasta el 17 de junio, las monedas más apreciadas entre la principal cesta de divisas en Latinoamérica frente al dólar son el real brasileño (12,48%) y el peso mexicano (9,55%), de acuerdo a cifras de Bloomberg.
A pesar de las turbulencias en la economía y de un aparente dominio de la volatilidad, analistas consultados por Bloomberg Línea consideran que los choques serán contenidos por las monedas latinoamericanas ante la constante de la debilidad del dólar.
“Esperamos un dólar débil en el resto de 2025, como consecuencia de la mayor incertidumbre y prima de riesgo sobre la economía estadounidense, y la posibilidad de que la Fed (Reserva Federal) reduzca la tasa de interés a partir de septiembre”, dijo a Bloomberg Línea Ernesto Revilla, economista en jefe de Latinoamérica de Citigroup (C).
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Previsión de Citi
Según Revilla, este entorno de dólar débil favorece a las monedas emergentes al ser un viento a favor para ellas, que las mantiene estables o las fortalece.
Explica que esta debilidad del dólar se ha visto por lo menos desde el pasado 2 de abril, cuando se anunciaron los denominados “aranceles recíprocos” en Estados Unidos.
Para el cierre de 2025 y 2026, desde Citi pronostican monedas latinoamericanas estables, en niveles cercanos a los que tienen actualmente.
- Real brasileño: R$5,81 por dólar
- Peso mexicano: MXN$19,8 por dólar
- Peso argentino: ARS$1.409 por dólar
- Peso chileno: CLP$898 por dólar
- Sol peruano: S/3,75 por dólar
- Peso colombiano: COP$4.406.
Previsión de BBVA

Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia, dijo a Bloomberg Línea que “si bien en las últimas semanas se ha observado algún desescalamiento de las tensiones comerciales, estas no parecen todavía robustas y duraderas, lo que se sentirá en los flujos de inversión globales”.
Por lo tanto, considera que el escenario global continúa siendo altamente incierto, que se suma una ralentización de la economía global, que debería tener repercusiones en la demanda de algunas materias primas con efectos en la región.
Según el analista de BBVA, los eventos recientes en Medio Oriente, si bien han presionado al alza algunas materias primas, tienen también un componente de incertidumbre y volatilidad que puede llevar a alguna aversión al riesgo.
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En este contexto, “consideramos que las monedas de la región, desde sus niveles actuales, tendrán algún debilitamiento, aunque contenido", consideró Reyes. “Cabe resaltar que también existen factores propios de las economías que pueden llevar a limitar o profundizar las tendencias globales, estos principalmente son factores fiscales y políticos”, añadió.
Los datos son para el cierre de año de 2025.
- Real brasileño: R$5,7 por dólar
- Peso mexicano: MXN$20,5 por dólar
- peso argentino: ARS$1.388 por dólar
- peso chileno: CLP$924,4 por dólar
- sol peruano: S/3,7 por dólar
- Peso colombiano: COP$4.360 por dólar
Previsión de Credicorp
Daniel Velandia, analista del holding financiero Credicorp, espera que el dólar en la región mantenga una tendencia similar a la del mundo, marcada por su debilidad global en un contexto de alta incertidumbre por la política arancelaria de Donald Trump y en particular por los desafíos fiscales que enfrenta Estados Unidos.
“Existen expectativas de que el dólar globalmente pueda perder algo más de valor de lo que ha perdido en los últimos meses, pero nosotros pensamos que va a haber una cierta estabilización de los tipos de cambio en lo que resta del año”, dijo Velandia. Es decir, que “no deberíamos estar a final del año en niveles muy alejados de lo que está negociando hoy el dólar en los diferentes países de Latinoamérica”.
Credicorp proyecta que algunos países de la región podrían enfrentar mayor volatilidad cambiaria debido a factores internos, como el caso del peso colombiano y el real brasileño, afectados por tensiones fiscales.
En Chile, las elecciones previstas para finales de año también podrían influir en el comportamiento del tipo de cambio. Velandia anticipa además que en la región el sol peruano podría mostrar el mejor desempeño relativo, gracias a una mayor estabilidad.
En contraste, el real brasileño y el peso colombiano podrían registrar un rendimiento más débil, en un contexto de mayor complejidad política y esas presiones fiscales que generan incertidumbre en los mercados.
- Real brasileño: R$5,7 por dólar
- Peso mexicano: MXN$20,4 por dólar
- peso argentino: ARS$1.150 por dólar
- peso chileno: CLP$950 por dólar
- sol peruano: S/3,65 por dólar
- Peso colombiano: COP$4.200-COP$4.300 por dólar
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Larga vida al dólar
La reciente debilidad del dólar y la venta de activos estadounidenses no reflejan por ahora una pérdida de confianza en su rol como moneda de reserva global, aunque ese estatus podría estar en riesgo si las presiones económicas actuales sobre EE.UU. se vuelven problemas permanentes, concluyó un reporte de la consultora Oxford Economics.
“Aunque los desafíos a corto plazo para la dominancia del dólar han aumentado recientemente, creemos que aún son relativamente limitados en comparación con el cambio drástico que se necesitaría para que la economía global adopte otra moneda principal”, explica Oxford Economics en un reporte.
De acuerdo a la consultora, el último cambio —de la libra esterlina al dólar— comenzó después de la Primera Guerra Mundial, pero solo se consolidó 30 años más tarde con el Acuerdo de Bretton Woods en 1944.
En un escenario más negativo, el alejamiento del dólar podría iniciarse por una pérdida de confianza en los activos de EE.UU., ya sea por restricciones al capital o por un deterioro fiscal.
Aunque es poco probable que ocurra en el actual mandato, Oxford Economics considera que podría darse hacia 2030, cuando la deuda podría superar el 150% del PIB y el Gobierno deba optar entre austeridad o depreciación e inflación, siendo esta última la que aceleraría el declive del dólar.
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